La OLP respalda en T¨²nez la paz con Israel

Israel y la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP) llegaron ayer a un hist¨®rico acuerdo de paz por el cual se reconocen mutuamente. El acuerdo fue negociado enPar¨ªs en los ¨²ltimos d¨ªas, y es el proleg¨®meno de otro no menos hist¨®rico, el de la autonom¨ªa de Gaza y Jeric¨®, cuya firma por las dos partes est¨¢ prevista el pr¨®ximo lunes en una solemne ceremonia en Washington, en la que el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, ser¨¢ testigo de excepci¨®n. 'El reconocimiento mutuo coincidi¨® ayer con el regreso a los territorios ocupados de 189 palestinos de los deportados por Israel el pasado mes de diciembre. A¨²n quedan unos 200 m¨¢s en el Campo del Retorno.

La Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP) y el Gobierno de Israel han llegado a un acuerdo de paz. El pacto, en el que . se establece el reconocimiento mutuo, fue rubricado pasada la medianoche de ayer en T¨²nez por el m¨¢ximo dirigente de la OLP, Yasir Arafat, que recibi¨® el respaldo del Comit¨¦ Ejecutivo de la central palestina tras una reuni¨®n de m¨¢s de cinco horas.El anuncio fue hecho p¨²blico a los cerca de 300 periodistas que aguardaban en el recibidor del hotel Hilton de T¨²nez por uno de los colaboradores de Arafat, Basam Abu Sharif, que calific¨® la reuni¨®n de "positiva", sin m¨¢s precisiones. Ayer mismo Arafat se mostr¨® dispuesto a asistir a la firma oficial, prevista el pr¨®ximo lunes en Washington.

El documento en el que se recoge el acuerdo entre la OLP e Israel fue negociado en secreto en los ¨²ltimos d¨ªas en Par¨ªs en una serie de sesiones maratonianas que culminaron ayer a ¨²ltima hora de la madrugada, mientras en T¨²nez se reun¨ªa el Comit¨¦ Ejecutivo de la central palestina. El texto del acuerdo lleg¨® a la capital tunecina a mediod¨ªa, horas despu¨¦s de que se cerraran los debates de Par¨ªs. El documento viaj¨® en la cartera del ministro de Exteriores noruego, Johan Joergen Holst, que ha venido actuando como mediador y correo. El texto, ya firmado por Arafat, fue llevado por el mismo emisario a Jerusal¨¦n, donde hoy ser¨¢ rubricado por el primer ministro, Isaac Rabin.

A la misma hora en la que el documento secreto - abandonaba la capital francesa y volaba hacia el Magreb, Yasir Arafat enviaba un mensaje de optimismo y entusiasmo a los habitantes de las zonas ocupadas. "El sol de la independencia brillar¨¢ pr¨®ximamente sobre todo el territorio de nuestra querida patria", aseguraba en un l¨ªrico mensaje.

Confusi¨®n inicial

Pero la llegada del documento a T¨²nez, lejos de provocar entusiasmo, gener¨® una ceremonia de la confusi¨®n, promovida por algunos de los colaboradores de Arafat que trataban de demostrar as¨ª su protesta por haber sido marginados de la negociaci¨®n. Por ejemplo, mientras la prensa internacional anunciaba el acuerdo y la inminente r¨²brica, el propio ministro de Exteriores de la OLP y a su vez jefe del departamento pol¨ªtico de la central, Faruk Kadumi, desment¨ªa en un ataque de ira la noticia, y aseguraba "desconocer" que Israel y los palestinos hubieran llegado a un acuerdo.

La situaci¨®n fue aclarada horas m¨¢s tarde por Abed Rabbo, el portavoz oficial de la OLP y mano derecha de Arafat, quien en unas escuetas declaraciones a la prensa reconoci¨® el principio de acuerdo, la llegada del documento a T¨²nez y su firma inminente. Pero Rabbo reconoci¨® tambi¨¦n que la aplicaci¨®n del documento est¨¢ supeditado al cumplimiento de dos puntos conflictivos.

La primera de las condiciones impuestas por Israel para el reconocimiento de la OLP es el cese de la Intifada. La segunda es la anulaci¨®n de aquellas referencias que hay a la lucha armada en la carta nacional palestina. El primer punto, el cese de la lucha popular o Intifada, podr¨¢ ponerse en marcha de manera paulatina y gradual. El segundo necesita el refrendo del Consejo Nacional Palestino o Parlamento, configurado por cerca de 600 miembros y que puede tardar meses en reunirse.

El reconocimiento mutuo de Israel y la OLP posibilitar¨¢ jur¨ªdicamente el pacto auton¨®mico para las zonas ocupadas de Gaza y Jeric¨®. Este pacto empez¨® a ser estudiado el mi¨¦rcoles por la noche por la direcci¨®n o Comit¨¦ Ejecutivo de la OLP en una reuni¨®n celebrada, a puerta cerrada en un destartalado chal¨¦ de la calle Yugurta, en el barrio de Menzah, uno de los m¨¢s elegantes y residenciales de T¨²nez.

Este Comit¨¦ Ejecutivo, minado por las deserciones y la pol¨¦mica, tuvo su primera sesi¨®n de trabajo el mi¨¦rcoles y continu¨® en la ma?ana de ayer los dolorosos debates. S¨®lo 13 de los 18 miembros que lo integran se reunieron en T¨²nez bajo la presidencia de Arafat. El viejo l¨ªder palestino, cansado y m¨¢s lac¨®nico que nunca, hab¨ªa llegado el mi¨¦rcoles a la capital magreb¨ª entre grandes medidas de seguridad. Cuatro de los miembros del Gobierno de la OLP se dieron de baja de la reuni¨®n, esgrimiendo razones pol¨ªticas. El primero fue el escritor Mahmud Darwich, quien abandon¨® la central a mediados del pasado mes de agosto, cuando conoci¨® indirectamente la existencia de las negociaciones secretas. A continuaci¨®n lo hizo Chafic al Hout, el m¨ªtico representante de Beirut. Hace pocos d¨ªas, en v¨ªsperas de esta reuni¨®n, los representantes de las facciones prosirias se sumaron al boicoteo, y anunciaron que no asistir¨ªan a los debates de T¨²nez.

La ¨²ltima ausencia, la ¨²nica justificada, es la del padre El¨ªas Jury, que reside en Amm¨¢n y se encuentra en un delicado estado de salud. A pesar de su situaci¨®n, los consejeros de Arafat se hab¨ªan planteado en las ¨²ltimas horas la posibilidad de trasladarlo hasta T¨²nez, si hubiera sido imprescindible su presencia para obtener el qu¨®rum de 12 miembros exigido para que los acuerdos del Comit¨¦ Ejecutivo sean v¨¢lidos.

A las ausencias hay que sumarles las disidencias. Algunas de ellas han sido expresadas de manera abierta y clara en las ¨²ltimas horas, como la manifestada por Mahmud Ismail, el dirigente del Frente de Liberaci¨®n ?rabe, de obediencia proiraqui, quien ha desautorizado al Comit¨¦ Ejecutivo y asegura que una decisi¨®n de estas caracter¨ªsticas deber¨ªa haber sido adoptada por el Consejo Nacional o Parlamento.