La paz empieza a imponerse en la tierra del odio
El reconocimiento mutuo de la OLP y de Israel, junto con el acuerdo para la autonom¨ªa, intenta romper una historia de violencia y exilio
El acercamiento de Israel y los palestinos supone el comienzo del fin de una guerra secular. Las siguientes preguntas pretenden aclarar, de forma esquem¨¢tica, el enrevesado escenario del conflicto.
Pregunta. ?Cu¨¢les son los or¨ªgenes de los palestinos?
Respuesta. Los palestinos son ¨¢rabes que vinculan su origen a la tierra que ellos llaman Palestina, que se extiende desde la costa oriental del Mediterr¨¢neo hasta el r¨ªo Jord¨¢n. Es el mismo lugar que los cristianos llaman Tierra Santa y los jud¨ªos Tierra de Israel. En el a?o 637 de nuestra era, los ej¨¦rcitos de la pen¨ªnsula ar¨¢biga tomaron Jerusal¨¦n. En los 1.300 a?os siguientes (salvo por el breve periodo de los reinos de los Cruzados), Palestina fue un distrito administrativo de imperios o gobiernos con capitales en otros lugares. En 1517, Selim I anexion¨® Egipto y Palestina al Imperio Otomano, que mantuvo su control hasta que las fuerzas brit¨¢nicas en Oriente Pr¨®ximo vencieron a las tropas turcas y entraron en Jerusal¨¦n en 1917.
Los palestinos se diferencian de otros ¨¢rabes por su historia y por su car¨¢cter, aunque, al igual que la mayor¨ªa de los ¨¢rabes de la zona, se ven a s¨ª mismos como v¨ªctimas de una conspiraci¨®n del Reino Unido, los sionistas, Estados Unidos y los medios de comunicaci¨®n. De hecho, culpan a todo el mundo de sus apuros (y no del todo injustamente). Se autodenominan "los jud¨ªos del mundo ¨¢rabe" por su dispersi¨®n por el mundo y su alto nivel educativo...
P. ?C¨®mo empez¨® el conflicto entre palestinos y jud¨ªos?
R. La poblaci¨®n jud¨ªa de Palestina se dispers¨® tras el saqueo de Jerusal¨¦n por los romanos, en el a?o 70 de nuestra era. Unas pocas comunidades hebreas se quedaron, sobre todo en Jerusal¨¦n y Hebr¨®n. Antes de 1880, la poblaci¨®n jud¨ªa de Palestina no superaba las 25.000 personas. Despu¨¦s de 1881, nuevos grupos fueron llegando a esta regi¨®n empujados por una ola de antisemitismo en la Rusia zarista. Este impulso adquiri¨® r¨¢pidamente un marco ideol¨®gico con la formulaci¨®n del ideal sionista (reunir a los jud¨ªos en su tierra), que despeg¨® en el primer congreso sionista de Basilea (Suiza) en 1897. La afluencia de jud¨ªos fue incentivada cuando, en noviembre de 1917, el ministro de Exteriores brit¨¢nico, Arthur Balfour, deseoso de ganar el apoyo jud¨ªo para el esfuerzo b¨¦lico del Reino Unido, emiti¨® la siguiente declaraci¨®n: "El Gobierno de Su Majestad ve con agrado el establecimiento en Palestina del hogar de pueblo jud¨ªo". Pero la declaraci¨®n a?ad¨ªa: "Nada deber¨¢ hacerse en perjuicio de los derechos de las comunidades no jud¨ªas existentes".
Los brit¨¢nicos tambi¨¦n hab¨ªan hecho promesas a los ¨¢rabes para ganar su apoyo en la revuelta contra los turcos. Un memor¨¢ndum secreto preparado por el Foreign Office para la Conferencia de Par¨ªs de 1919 dec¨ªa que el Reino Unido apoyar¨ªa la inclusi¨®n de Palestina "en las fronteras de la independencia ¨¢rabe".
Despu¨¦s de la Primera Guerra Mundial, los aliados dividieron el antiguo Imperio Otomano en mandatos bajo la Liga de Naciones. Palestina fue asignada a los brit¨¢nicos. La inmigraci¨®n se convirti¨® en una oleada en cuanto comenz¨® la persecuci¨®n nazi de los jud¨ªos. Ello increment¨® las tensiones entre las comunidades de Palestina.
En noviembre de 1947, la Asamblea General de las Naciones Unidas acord¨® la partici¨®n de Palestina en dos Estados, uno ¨¢rabe y otro jud¨ªo. ?ste resultaba aceptable para los dirigentes sionistas, pero no -para los ¨¢rabes. Estall¨® la guerra. El nuevo Estado de Israel acab¨® con m¨¢s territorio del que le hab¨ªa otorgado la ONU. Dos sectores permanecieron bajo control ¨¢rabe: la franja de Gaza, administrada por Egipto, y CisJordania (que inclu¨ªa Jerusal¨¦n Este), anexionada por Jordania en 1950.
R. En la guerra ¨¢rabe-israel¨ª de 1967, Gaza y Cisjordania cayeron en manos de las fuerzas israel¨ªes, que las han ocupado desde entonces sin anexionarlas. Israel s¨ª anexion¨® sin embargo la parte de Jerusal¨¦n que captur¨® a las fuerzas jordanas, y que incluye la Ciudad Vieja y los santos lugares. Gaza y Cisjordania est¨¢n regidas por el Ej¨¦rcito israel¨ª: ambos tienen gobernadores militares que emiten decretos. Las normas de emergencia permiten el toque de queda, el destierro (como la deportaci¨®n de 400 militantes isl¨¢micos del pasado mes de diciembre), la detenci¨®n sin juicio y la demolici¨®n de las casas de los sospechosos. Este m¨¦todo de castigo es exclusivo de Israel, pa¨ªs que siempre se ha negado a aplicar la Cuarta Convenci¨®n de Ginebra, referida a la administraci¨®n de los territorios ocupados en guerra. Los ¨²ltimos alcaldes fueron elegidos en 1976. Desde entonces, la mayor¨ªa han sido nombrados directamente por Israel.
P. ?Qui¨¦n vive ahora en los territorios ocupados?
R. Casi 18 millones de ¨¢rabes en Gaza y CisJordania. Cerca de la mitad de ellos son refugiados de los territorios que hoy ya son parte de Israel. Hay tambi¨¦n unos 130.000 jud¨ªos que se han asentado en Cisjordania (y que ellos llaman con los nombres b¨ªblicos de Judea y Samaria). Algunos se trasladaron por motivos de seguridad, para establecer posiciones fronterizas; otros por motivos religiosos o ideol¨®gicos; otros, en los ¨²ltimos a?os, porque pod¨ªan conseguir casas m¨¢s grandes y baratas no muy lejos de Tel Aviv.
P. ?D¨®nde viven otros palestinos?.
R. Unos 800.000 viven en el mismo Israel. Tienen los mismos derechos que los jud¨ªos israel¨ªes, pero sufren una discriminaci¨®n administrativa. Por ejemplo, sus Consejos locales reciben menos fondos que las ciudades jud¨ªas equivalentes. Pero la mayor¨ªa de ellos est¨¢ dispersa, sobre todo en el mundo ¨¢rabe, aunque tambi¨¦n en Estados Unidos, Canad¨¢, Am¨¦rica Latina, Australia y Europa. El grupo m¨¢s numeroso, de unos dos millones, se encuentra en Jordania. La mayor¨ªa de ellos son refugiados.
P. ?A qu¨¦ acuerdo ha llegado Israel con la OLP?
R. Israel retirar¨¢ sus fuerzas de la franja de Gaza y de Jeric¨® en Cisjordania. Entregar¨¢ el control de la sanidad, de la educaci¨®n y de otros servicios a los palestinos durante los cinco pr¨¢oximos a?os. Estas medidas formar¨¢n parte de un programa interino, dividido en diferentes fases, para el autogobierno en los territorios ocupados restantes. Israel seguir¨¢ ocup¨¢ndose de la seguridad (lo que siempre ha dejado muy claro), defensa y carreteras. Todos los asentamientos jud¨ªos permanecer¨¢n. Desde el punto de vista israel¨ª son una especie de prueba en la que los palestinos deben demostrar que pueden convivir con ellos.
P. ?Qu¨¦ concesiones han hecho los palestinos?
R. Han reconocido a Israel y su derecho a existir. Tambi¨¦n han aceptado un autogobierno limitado sin supeditarlo a su aspiraci¨®n ¨²ltima: el establecimiento de un Estado palestino. Y, lo que es m¨¢s importante, los palestinos no han obtenido ninguna concesi¨®n en el espinoso asunto de Jerusal¨¦n. Pero, del mismo modo, los israel¨ªes han reconocido a la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP), y no a los l¨ªderes locales de Cisjordania y Gaza, como el aut¨¦ntico portavoz de todos los palestinos.
P. ?Por qu¨¦ las dos partes han llegado ahora a un acuerdo?
R. La OLP se ha debilitado despu¨¦s de la retirada del apoyo financiero de los pa¨ªses ¨¢rabes, que repudiaron su apoyo a Irak durante la guerra del Golfo. Y los israel¨ªes est¨¢n hartos de guerra y de las constantes fricciones con los palestinos. El cambio de Gobierno en Israel produjo un Ejecutivo dispuesto a un compromiso de paz. A las dos partes tambi¨¦n les preocupa la creciente ola de fundamentalismo isl¨¢mico.
P. ?Podr¨¢ este acuerdo satisfacer al pueblo palestino?
R. No. Todos lo ven como un primer paso para algo m¨¢s. En Gaza, la mayor¨ªa de las familias llegaron de lo que es hoy Israel. Ven c¨®mo la Ley del Regreso israel¨ª permite a los jud¨ªos rusos volver a su tierra de origen y quieren ejercer ese mismo derecho. Pero las dos aspiraciones son incompatibles.
P. ?Se puede espera la paz ahora en Oriente Medio?
R. No. La Biblia y el Cor¨¢n muestran que las pasiones en la regi¨®n est¨¢n demasiado enraizadas para que se consiga una paz permanente. La violencia es end¨¦mica. En los territorios ocupados, los colonos israel¨ªes armados ya han dado duras muestras de su inclinaci¨®n a la resistencia; los palestinos m¨¢s radicales han hablado de guerra civil. Sin embargo, este acuerdo representa la mayor esperanza para el final de la violencia. Tanto Isaac Rabin, primer ministro israel¨ª, como Yasir Arafat, l¨ªder de la OLP, saben que su acuerdo es el ¨²nico posible.
The Independent / EL PA?S.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.