Siete a?os contra la violencia

"La violencia cesar¨¢ cuando la sociedad vas ca asuma su papel". 75.000 personas pidiendo la libertad para Julio Iglesias y miles de lazos azules en las solapas no son toda la sociedad vasca, pero s¨ª son ejemplos de que "algo ha cambiado en el Pa¨ªs Vasco" cuando la gente habla de ETA. Cristina Cuesta a¨²n est¨¢, en alma, en Gesto por la Paz de Euskal Herria, organizaci¨®n galardonada recientemente con el Premio Pr¨ªncipe de Asturias a la Concordia. Hoy milita en una organizaci¨®n que trabaja por la reconciliaci¨®n social y las v¨ªctimas del terrorismo. Cuesta, como otros, cree que la sociedad vasca "se est¨¢ sacudiendo el p¨¢nico", y sue?a con que "la luz entre en ciertos sectores del mundo radical para acabar con todo esto". Hace pocos d¨ªas la sede de Gesto por la Paz en Bilbao era un hervidero. Tel¨¦fonos sonando por todas partes, la gente con la sonrisa en la boca... Los preparativos para la masiva manifestaci¨®n del s¨¢bado, 11 para pedir la liberaci¨®n del industrial guipuzcoano secuestrado por ETA el 5 de julio y la concesi¨®n del Premio Pr¨ªncipe de Asturias de La Concordia ten¨ªan la culpa.Ya han pasado siete a?os desde que los primeros grupos, ligados a parroquias, cristianos de base y amigos, decidieron denunciar con su silencio todas las manifestaciones de violencia pol¨ªtica en Euskadi. "Este premio est¨¢ dedicado a aqu¨¦llos que comenzaron con este tema, cuando las cosas eran mucho m¨¢s dif¨ªciles, y desplegar una pancarta en la calle, despu¨¦s del asesinato de alguien, era todo un riesgo", seg¨²n un miembro de Gesto. Entonces eran una veintena de grupos, ahora son 140 los que llenan las calles de silencio militante. En 1989 se concentraron, tras la muerte de un guardia civil, tres militares, cinco polic¨ªas nacionales, un ertzaina, un ch¨®fer, la madre de un funcionario de prisiones, un fiscal de la Audiencia Nacional, un pescadero jubilado, dos miembros de ETA, un cartero, un vendedor ambulante acusado de traficar con drogas y un diputado de HB.

?C¨®mo explicar¨ªas el hecho de que denunci¨¦is todas las muertes, incluida la de un etarra? Kepa Zarate, de 21 a?os, se encoge un poco en el asiento, levanta la mirada y advierte: "Alg¨²n d¨ªa, cuando esto termine, tendremos que convivir juntos. Nosotros exigimos el derecho a la vida de todas las personas, incluidas aqu¨¦llas que mueren mientras manipulan una bomba".

I?aki Valent¨ªn lleva seis a?os en Gesto y a¨²n recuerda con nitidez el d¨ªa del asesinato de Josu Muguruza en Madrid. Aquel d¨ªa tambi¨¦n sali¨® a las calles de su barrio para expresar, con 15 minutos de silencio, el rechazo a la violencia. "Se nos acercaron unos ?para recriminar nuestra actitud hip¨®crita y decirnos: 'Ese muerto es nuestro'. Como si hubiera muertos de primera y de segunda, tuyos y m¨ªos".

El galard¨®n es un reconocimiento a su trabajo en favor de la paz y la reconciliaci¨®n en Euskadi, pero entre los miembros de la sede de Bilbao no hay duda: "Cambiamos ahora mismo el premio por la libertad de Julio Iglesias". "El d¨ªa m¨¢s feliz para nosotros ser¨¢ el de la defunci¨®n de Gesto por la Paz", comenta Aitor Fern¨¢ndez, uno de los doce ap¨®stoles de la comisi¨®n permanente.

Imanol Zubero, una de las voces m¨¢s sonoras de Gesto por la Paz, est¨¢ m¨¢s contento por la menci¨®n expresa que se hace en el premio a la aportaci¨®n en la revitalizaci¨®n de la sociedad civil. "La gente se ha dado cuenta de que hay que tomar las riendas de las cosas y no dejarlas siempre en manos de las instituciones y de los partidos". Con todo, Zubero es muy consciente de que la lucha en favor de la liberaci¨®n de Iglesias, simbolizada en el lazo azul, "ha sido muy importante para que finalmente nos hayan concedido el premio".

?Cu¨¢l es el camino hacia la paz, la reconciliaci¨®n y la justicia social? Aitor Fern¨¢ndez despliega un papel en medio de la pregunta y cita a Toni Negri: "No al terrorismo de los grup¨²sculos fan¨¢ticos, no al sadismo de la justicia del Estado... S¨®lo la paz es condici¨®n revolucionaria". El ide¨®logo italiano nunca ha sido sospechoso de pacifismo, sin embargo, los del Gesto a¨²n reivindican sus palabras. Fern¨¢ndez cree que "la soluci¨®n al problema de la violencia no puede ser de cualquier manera. Por encima de todo est¨¢ el respeto a los derechos humanos desde todos los ¨¢mbitos. No hay soluci¨®n policial, y en alg¨²n momento habr¨¢ que hablar de las condiciones del final de toda esta barbarie. Pero las cuestiones pol¨ªticas se decidir¨¢n en el Parlamento".x