Epopeya del Tenerife en Auxerre
Vivi¨® el Tenerife la defensa de El ?lamo. Sabore¨® una jornada ¨¦pica que rellenar¨¢ una de las p¨¢ginas m¨¢s dulces de su historia. Super¨® su primera aventura europea en las condiciones m¨¢s adversas que jam¨¢s pudo imaginarse: acab¨® con dos hombres menos, con su delantero Pier como guardameta y encerrado en su refugio. Sud¨® como nunca lo hab¨ªa hecho antes este equipo.Ten¨ªa la eliminatoria un aspecto horroroso: con el Auxerre al mando y el Tenerife sin encontrar el camino. Y lleg¨® el minuto m¨¢gico, ese minuto 67 que nunca olvidar¨¢n en las islas. Cay¨® el bal¨®n en los pies de Felipe, ajeno hasta entonces al f¨²tbol imaginativo que tiene en sus botas, y Auxerre enmudeci¨®. Encar¨® a Verlaat, le llev¨® al lado contrario al que finalmente se gir¨® y solt¨® su pierna derecha. La pelota sorprendi¨® a Martini y naci¨® la epopeya.
23 minutos por delante -al final fueron 33-, para defender un resultado m¨¢gico. Valdano apost¨® por la valent¨ªa. Cualquier t¨¦cnico cobarde habr¨ªa retirado a un delantero para dar entrada a un defensa. Valdano, no: se fue Latorre, pero entr¨® Conte. Ni siquiera con la autoexpulsi¨®n de C¨¦sar G¨®mez (m. 75), el t¨¦cnico titube¨®: Dertycia dej¨® su sitio a Pier, otro delantero. Una osad¨ªa para el f¨²tbol de la racaner¨ªa. Un privilegio para el mundo de los ganadores.
El cuchillo en los dientes
Fue un detalle significativo, pero a la vez intrascendente. El Tenerife estaba condenado a labrarse el porvenir con un atuendo at¨ªpico: el cuchillo en los dientes, las mangas vueltas y la vida en las trincheras. El Auxerre se colg¨® de la porter¨ªa de Agust¨ªn y no quer¨ªa salir de all¨ª sin frutos en el cesto de la compra.
El panorama se deb¨ªa torcer a¨²n m¨¢s. A dos minutos del final -12, en realidad- Agust¨ªn se lesion¨®. Los dos cambios estaban hechos y hab¨ªa que inventar un portero: el delantero Pier. Fueron doce minutos que duraron toda la vida. Con el Tenerife en su ¨¢rea, interceptando todo lo que le llegaba, y buscando la salud en patadones a los pies de Felipe y de Redondo. Cuando el ¨¢rbitro se acord¨® del final del partido, el Tenerife conoci¨®, por fin, el cielo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.