Las l¨ªneas a¨¦reas pierden lo ganado en toda su historia
El sector ha reducido 80.000 empleos directos en los tres ¨²ltimos a?os
Los cerca de 1.000 millones de pasajeros que, por placer o negocios, viajan en avi¨®n cada a?o no pueden m¨¢s que alegrarse de la guerra de tarifas desatada entre las compa?¨ªas a¨¦reas. ?sta es la cara que asoma el sector a la crisis m¨¢s larga y profunda que ha atravesado en toda su historia: p¨¦rdidas r¨¦cord, cerca de 1,5 billones de pesetas en los ¨²ltimos tres a?os -suma que equivale a todos los beneficios acumulados previamante- y una reducci¨®n de empleo directo de 80.000 personas, seg¨²n los datos de la Asociaci¨®n Internacional del Transporte A¨¦reo (IATA).
La obsesi¨®n de cualquier gerente de una compa?¨ªa a¨¦rea es c¨®mo reducir los costes. As¨ª lo subraya David James, director general de British Airways para Espa?a, Portugal y Marruecos. Ahorrar costes es el requisito necesario para aguantar el tir¨®n de la guerra de tarifas sin arriesgarse a perder cuota de mercado. En otras palabras: hay que llenar los asientos vac¨ªos rebajando el precio de los billetes incluso por debajo de los costes.
Las compa?¨ªas buscan este tipo de medidas como arma para luchar contra las p¨¦rdidas. Pero, adem¨¢s, aplican otras medidas de car¨¢cter m¨¢s traum¨¢tico como la supresi¨®n de empleos y la anulaci¨®n o el retraso de pedidos de nuevos aviones (unos 1.000 aparatos el a?o pasado en todo el mundo).
Este es el esquema b¨¢sico que han seguido las l¨ªneas regulares internacionales para capear un temporal que dura ya tres a?os y medio. Desde 1990, con la entrada en recesi¨®n de Estados Unidos y parte de Europa, y, especialmente, en 1991, por la aversi¨®n a viajar en avi¨®n que provoc¨® la guerra del Golfo, las compa?¨ªas a¨¦reas -salvo raras excepciones- han registrado n¨²meros rojos. S¨®lo en el ejercicio de 1992 perdieron 4.800 millones de d¨®lares (624.000 millones de pesetas), seg¨²n la I.ATA, cifra que bate incluso el record de 1991.
Demasiados asientos
La principal raz¨®n del declive es el exceso de capacidad; es decir, demasiados asientos a repartir entre pocos pasajeros. El n¨²mero de pasajes vac¨ªos en los vuelos intracomunitarios fue de 65 millones en 1992; en 1990 fueron 50 millones y en 1987 cerca de 37 millones, seg¨²n los datos de la CE.
La persistencia de la recesi¨®n y la mayor conciencia sobre los costes en todos los sectores de la econom¨ªa han acelerado la rebaja de los precios. "?Hasta qu¨¦ punto la bajada de tarifas se ve compensada con un aumento en la ocupaci¨®n?", se pregunta un experto del sector. "Yo creo que las compa?¨ªas est¨¢n operando m¨¢s con criterios de cuota de mercado que de rentabilidad", a?ade "y las consecuencias pueden ser fatales"."Si tienen asientos vac¨ªos, las compa?¨ªas optan por llenarlos aunque sea a precios superrebajados", razona un portavoz de la IATA en Ginebra.
El exceso de capacidad, problema que padecen las aerol¨ªneas a ambos lados del Atl¨¢ntico, es fruto de una expansi¨®n que pec¨® de optimista en los a?os ochenta. Pero, adem¨¢s, en Europa este problema ha coincidido con un proceso de desregularizaci¨®n que ha acentuado la guerra por mantener cuotas de mercado "aun a costa de p¨¦rdidas millonarias", critican los sindicatos del sector.
Comit¨¦ de sabios
"El gran problema es que las compa?¨ªas han perdido en la guerra de tarifas lo que se han ahorrado con los recortes de empleo y las congelaciones salariales", opina Justo Peral, el representante de la Cockpit Association -agrupa a los sindicatos de pilotos de la CE- ante el llamado comit¨¦ de sabios creado por la Comisi¨®n europea para proponer soluciones a la crisis.
Es un comit¨¦ a imagen y semejanza de la comisi¨®n creada por la administraci¨®n Clinton la pasada primavera para solventar los problemas de la industria a¨¦rea estadounidense y cuyas conclusiones est¨¢n estudiando todav¨ªa el propio presidente y el Congreso.
Las propuestas que han presentado ejecutivos de la industria a¨¦rea europea, sindicatos y consumidores al comit¨¦ de sabios pasan desde una total y m¨¢s r¨¢pida desregularizaci¨®n a un aumento de la intervenci¨®n del Estado. Igualmente, disienten a la hora de identificar las causas de la crisis: una competencia desleal por parte de Estados Unidos, una euforia compradora de aviones en la d¨¦cada de los ochenta, excesivas cargas fiscales o un excesivo encarecimiento de los costes en los aeropuertos.
El comit¨¦ no presentar¨¢ sus conclusiones a la Comisi¨®n Europea hasta finales de a?o. Mientras tanto, las especulaciones sobre qu¨¦ medidas se propondr¨¢n son de lo m¨¢s variadas. Los sindicatos, poco amigos de los efectos de la liberalizaci¨®n, han pedido la concesi¨®n de subsidios temporales, m¨¢s intervenci¨®n del Estado y la creaci¨®n de una comisi¨®n especial que vigile la competencia e intervenga en el caso de que haya dumping social. "Pero los aires que corren son ultraliberales, me temo", dice Justo Peral.
La IATA y los dirigentes de las grandes compa?¨ªas, como Sir Colins Marshall de British Airways -una de las pocas l¨ªneas a¨¦reas europeas que ha sobrevivido a la crisis con beneficios-, creen que la asignatura pendiente del mercado a¨¦reo com¨²n es la integraci¨®n del sistema de control de vuelo, la mejora de las in
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fraestructuras y la reducci¨®n de las cargas fiscales. "Unas infraestructuras caras y escasas se contradicen con el proceso liberalizador", a juicio de fuentes expertas del sector.La cantidad de horas de vuelo que se pierden por la congesti¨®n del tr¨¢fico a¨¦reo en Europa equivaldr¨ªan, seg¨²n un estudio reciente de la Asociaci¨®n Europea de Aerol¨ªneas (AEA), a tener una flota adicional de 70 aviones volando una media de ocho horas diarias.
Los retos son grandes. Para David James, en cinco a?os no quedar¨¢n m¨¢s que tres o cuatro grandes grupos en Europa resultantes de la avalancha de alianzas y concentraciones que se avecina. De momento, British ya se ha adelantado a esta corriente al aliarse con USAir y comprar peque?as compa?¨ªas en Alemania y Francia. La alemana Lufthansa tambi¨¦n cerr¨® un acuerdo con la estadounidense United a finales del mes pasado.
Fuentes pr¨®ximas al comit¨¦ de sabios tambi¨¦n creen que el futuro pasa por este tipo de concentraciones. Pero discrepan con que los aires en Bruselas sean de indiscriminadamente liberales. Aseguran que se est¨¢n planteando propuestas realistas y, en la medida de lo posible, poco traum¨¢ticas, aunque ya han dado a conocer la cifra de 100.000 potenciales despidos en la industria. "Hay una voluntad decidida de seguir adelante con la desregularizaci¨®n, s¨ª; pero no se pueden descartar ayudas que sirvan para reestructurar algunas empresas. Una ¨²ltima oportunidad, aunque esta vez se vigilar¨ªan de cerca a las compa?¨ªa beneficiadas para ver los resultados".
En la misma l¨ªnea se expres¨® la semana pasada el presidente del comit¨¦ de sabios, el belga Herman de Croo: "Si la agricultura y la siderurgia reciben ayudas para hacer posible su transici¨®n hacia posiciones de mercado competitivas, ?por qu¨¦ no un sector de trabajo intensivo como el aeron¨¢utico?".
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