Un hallazgo sobre las claves de la vida
Ochoa fue protagonista destacado en el nacimiento de la biolog¨ªa molecular
Severo Ochoa fue durante casi 25 a?os, a su pesar con toda seguridad, el segundo y ¨²ltimo Nobel de ciencia espa?ol. Su labor se enmarc¨® en los pasos de gigante que en la d¨¦cada de los cincuenta y los sesenta revolucionaron las ciencias de la vida y dieron lugar a la biolog¨ªa molecular. El hombre consigui¨® adentrarse en la c¨¦lula, diseccionarla hasta llegar al nivel de las mol¨¦culas y empezar a descifrar los mecanismos de la herencia, la perpetuaci¨®n, y tambi¨¦n los cambios, de la informaci¨®n gen¨¦tica a trav¨¦s de las generaciones. Fue entonces cuando los investigadores descubrieron la mol¨¦cula de la vida, el ¨¢cido desoxirribonucleico (ADN), que estructura los genes, y su incre¨ªble mecanismo de copia y empez¨® una la bor que todav¨ªa no ha termina do, la de intentar entender "los complicados mecanismos celulares en el nivel molecular.Todo ello ten¨ªa lugar en laboratorios de Europa y de Estados Unidos, con equipos peque?os, muchas veces mal dotados, en un clima de efervescencia cient¨ªfica que inclu¨ªa la competitividad sin muchas contemplaciones y que queda bien reflejado en el libro La doble h¨¦lice de James Watson. Watson obtuvo junto a Francis Crick el premio Nobel en 1963, cuatro a?os despu¨¦s que Ochoa y Arthur Kornberg, por el descubrimiento fundamental de la estructura en doble h¨¦lice de la mol¨¦cula de ADN. Este hallazgo fue realizado dos a?os antes de que Ochoa publicara el suyo: la primera s¨ªntesis de acido ribonucleico (ARN) de alto peso molecular en tubo de ensayo, mediante una enzima, la polinucle¨®tido fosforilasa. Mientras tanto, Kornberg, que hab¨ªa sido disc¨ªpulo suyo en la primera etapa de Nueva York, trabajaba en la s¨ªntesis de ADN y publicaba el resultado de sus investigaciones en 1956, un a?o despu¨¦s de Ochoa. En una reciente biograf¨ªa (La emoci¨®n de descubrir, Editorial Pir¨¢mide) del segundo premio Nobel espa?ol del ¨¢rea cient¨ªfica tras Santiago Ram¨®n y Cajal, el escritor Marino G¨®mez-Santos cuenta las relaciones y forma de trabajo de aquella ¨¦poca: "En los ¨²ltimos d¨ªas del mes de diciembre de 1945, Arthur Kornberg, un neoyorquino de 27 a?os, comienza a trabajar con Ochoa. Aparece en el laboratorio vestido de uniforme de teniente del Instituto Nacional de la Salud de Bethesda, en Maryland, dispuesto a aprender enzimolog¨ªa al lado del bioqu¨ªmico espa?ol, que en ese momento se dedica a la purificaci¨®n de enzimas de la ruta metab¨®lica del ciclo del ¨¢cido c¨ªtrico (...). La primera impresi¨®n que Ochoa le produce a Kornberg es la de "una figura de El Greco, cort¨¦s y encantador, as¨ª como entusiasmado con su trabajo.(...). Este primer becario, nacido en Brooklyn, despu¨¦s de haber cursado el bachiller en ciencias, en el City College de Nueva York, se grad¨²a como doctor en Medicina en la Universidad de Rochester, realizando seguidamente los dos cursos de internado en el Strong Memorial Hospital de esta Universidad.
El grupo de trabajo de Ochoa en el momento en que se incorpora Kornberg est¨¢ formado por Alan Meliler, joven investigador de origen jud¨ªo que realiza su tesis doctoral; Erna Weisz-Tabori, refugiada austriaca, tambi¨¦n in vestigadora, y Morton C. Schneider, laborante considerado como un colaborador responsable y fiel, a quien Ochoa entrena en la purificaci¨®n de enzimas y en otras tareas para las que muestra favorable disposici¨®n. Inmediatamente despu¨¦s, se integra en el equipo Santiago Grisol¨ªa, primer becario espa?ol de Ochoa, que a sus 22 a?os acaba de llegar a Nueva York desde su Valencia natal, como un creyente a la meca de la ciencia. Grisol¨ªa comienza a trabajar el 2 de enero de 1946 en este laboratorio de reducidas dimensiones, y tan modesto que a¨²n se emplean color¨ªmetros de los m¨¢s antiguos".
Cuando se le concede el premio Nobel, Ochoa relativiza el descubrimiento: "Puede considerarse importante, pero yo al menos no lo llamar¨ªa sensacional. Est¨¢ relacionado con la maquinaria que poseen los seres vivos para fabricar ciertos compuestos ¨ªntimamente relacionados con la vida misma, como son los ¨¢cidos nucleicos. El hallazgo fue casual...".
Hombre de convicciones profundas, que siempre quiso separar la pol¨ªtica y la ciencia, ya cuando conversaba con el gobierno franquista a finales de los a?os sesenta para reintegrarse a la ciencia espa?ola dec¨ªa, seg¨²n G¨®mez-Santos, algo parecido a lo que repet¨ªa 20 a?os despu¨¦s: "Piensa en la conveniencia de una planificaci¨®n hasta alcanzar la masa cr¨ªtica que estimule el ambiente; que la falta de este ambiente se debe a lo poco que se investiga en la Universidad espa?ola; que el ambiente no es propicio debido a la masificaci¨®n y en algunos casos al escaso nivel del profesorado...".
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