El gas atasca la Gran V¨ªa

Tres retroescavadoras y varios kil¨®metros de vallas met¨¢licas diseccionan, desde hace una semana, la principal arteria urbana de Madrid. Las obras de canalizaci¨®n del gas, que ocupar¨¢n durante un mes aceras y carriles de la Gran V¨ªa, entre Callao y la Red de San Luis, disminuyen a¨²n m¨¢s la velocidad media de los autom¨®viles, taxis y autobuses que circulan diariamente por esta avenida. Atravesarla en coche se convierte en todo un suplicio a prueba de impacientes.Entre las ocho de la ma?ana y las cinco de la tarde, s¨¢bados y domingos incluidos, una cuadrilla de operarios introduce bajo el pavimento metropolitano una nueva red de gas. "Tenemos que cortar algunas calles. Y eso hay gente que no lo entiende", afirma el operario Alfonso Rodr¨ªguez.

El trabajador asegura que, el pasado s¨¢bado, la calle de Abad qued¨® cerrada al tr¨¢fico durante algunas horas para poder cambiar las tuber¨ªas, lo que provoc¨® las quejas de los encargados de Galer¨ªas Preciados. "El guarda de seguridad de los grandes almacenes no hac¨ªa m¨¢s que quitar la valla para dejar pasar a los coches. Dec¨ªa que est¨¢bamos perjudicando a su comercio. Y nosotros venga a ponerla". Al final, un polic¨ªa municipal zanj¨® la disputa y dej¨® definitivamente la valla en mitad de la calle, hasta que los operarios terminaron tranquilamente su trabajo.

Dos horas por los atascos

El conductor del autob¨²s de la l¨ªnea 133 de la EMT Jos¨¦ Mar¨ªa Flores tambi¨¦n se queja de las retenciones que las obras provocan. "Un itinerario de una hora y media puede superar casi las dos horas a causa de los atascos. Algunos se bajan antes de llegar a su parada". Actualmente, 13 l¨ªneas de la Empresa Municipal de Transportes se encuentran afectadas por las obras.

Pero estos trabajos no perjudican a todos los ciudadanos. Seg¨²n los agentes de la Polic¨ªa Municipal que patrullan la zona, "muchos aprovechan los huecos entre las vallas met¨¢licas para aparcar el coche. Tenemos que llamar a la gr¨²a. De otro modo, los dos carriles que quedan libres se convertir¨ªan en uno solo. Primero aparca uno, luego otro, y otro...".

Andando por la acera derecha de la Gran V¨ªa en direcci¨®n a la plaza de Cibeles, el trayecto desde Callao hasta la calle de Mesonero Romanos se torna dif¨ªcil.

Las colas para entrar al cine y las obras dejan la acera en mucho menos de la mitad. Los andamios que cubren un edificio en rehabilitaci¨®n tambi¨¦n entorpecen el paso. Pero esto los viandantes lo solventan caminando por la calzada pegados a las vallas.

Los huecos del carril-bus donde no hay obras estaban ayer invadidos por la gente que esperaba para entrar al cine.