Vuelve la furia

Alfonso no est¨¢ en la selecci¨®n; Guerrero, tampoco; Michel tambi¨¦n falta. ?Son malos jugadores? Javier Clemente se ha hartado de decir que no. Sencillamente, ¨¦l sopesa las caracter¨ªsticas de cada partido y convoca a quienes m¨¢s respuestas positivas le dan. ?Que Alfonso no defiende? Tachado. ?Que Guerrero no presiona? Tachado. ?Que Michel no se tira al suelo? Tachado. S¨®lo se queda con aqu¨¦llos en los que priman las virtudes raciales.Para Clemente es fundamental presentar un elevado potencial f¨ªsico. Mantiene la teor¨ªa de que una vez neutralizada la fuerza del contrario es cuando uno puede ponerse a jugar al f¨²tbol. As¨ª, lo primero que analiza en un jugador son sus capacidades viscerales. Ha de tener un coraz¨®n generoso y, para que su entrega sin l¨ªmites sea efectiva, debe estar dotado de fuerza y resistencia para imponer un fuerte ritmo. Si adem¨¢s tiene presencia, mejor.

A continuaci¨®n, en su b¨²squeda del hombre 10, considera aptitudes dif¨ªcilmente medibles pero no desconocidas. Estudia la personalidad del jugador y tiene en cuenta su concentraci¨®n, su sacrificio, su superaci¨®n y todo lo que pueda afectar a su rendimiento. Tambi¨¦n, c¨®mo no, la inteligencia en la concepci¨®n del juego, pero en el ¨²ltimo lugar porque a los de mayor debilidad mental los desecha antes.

Para el final deja las cualidades t¨¦cnicas. Si el encuentro se ha equilibrado en el aspecto f¨ªsico y el equipo domina porque ps¨ªquicamente est¨¢ dispuesto a ello, el gol no puede tardar en llegar aunque no se atesoren grandes dosis de clase individual.