Gestos de Clinton ante su reuni¨®n con Jiang para favorecer la reconciliaci¨®n con China
El presidente Bill Clinton lleg¨® ayer a la entrevista con su hom¨®logo chino, Jiang Zemin, con dos decisiones comerciales que demuestran la voluntad de Estados Unidos de construir relaciones positivas con el r¨¦gimen de Pek¨ªn, a pesar de las cr¨ªticas por los abusos contra los derechos humanos cometidos en China. Los dos gestos de buena voluntad que precedieron a la primera cumbre chino-norteamericana desde los sucesos de Tiananmen son la venta de una supercomputadora de 10 millones de d¨®lares (casi 1.400 millones de pesetas) y el anuncio del fin de la prohibici¨®n a las transacciones de componentes de la industria nuclear.
Esta primera reuni¨®n presidencial en cuatro a?os ha puesto las cosas claras en las relaciones entre Washington y Pek¨ªn: por un lado, EE UU advierte a China sobre las consecuencias de su pol¨ªtica contra los disidentes; por el otro, trabaja en la penetraci¨®n en el mercado m¨¢s atractivo del mundo. China es un pa¨ªs totalitario que no alcanza los niveles m¨ªnimos de democracia exigibles, pero tiene 1.100 millones de consumidores ansiosos de televisores en color, tel¨¦fonos y autom¨®viles.Tras su entrevista con el presidente chino, Clinton declar¨®: "Estamos decididos a trabajar con China en la eliminaci¨®n de sus barreras comerciales, as¨ª como para discutir nuestras continuas preocupaciones por los derechos humanos y por la venta de armas. Mi reuni¨®n con Jiang es un esfuerzo para situar las relaciones con China en una v¨ªa m¨¢s constructiva, pero sigue siendo necesario discutir esos detalles, que son importantes para Estados Unidos".Para Clinton, la presencia de Jiang en la conferencia de la Cooperaci¨®n Econ¨®mica Asia-Pac¨ªfico es ya un ¨¦xito, por suponer la aceptaci¨®n por Pek¨ªn de las reglas del juego del capitalismo. Eso, sin embargo, no es garant¨ªa de la aceptaci¨®n tambi¨¦n de las reglas del juego de la democracia.
El prop¨®sito de Bill Clinton en su entrevista era convencer a Jiang de que sus gestos de buena voluntad deb¨ªan ser correspondidos con otros de Pek¨ªn en cuanto a derechos humanos.
M¨¢s informaci¨®n en la p¨¢gina 46
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