El Museo de Beirut reabre sus puertas 18 a?os despu¨¦s
El Museo Arqueol¨®gico de Beirut, uno de los m¨¢s importantes de Oriente Pr¨®ximo, ha sido reabierto por primera vez en 18 a?os, dejando a la vista una escena de devastaci¨®n cultural que necesita millones de d¨®lares para ser reparada. Agujeros de granadas, marcas de bala e incluso el puesto de tiro de un francotirador trastorna, a trav¨¦s de la cicatriz de un muro, las salas de exposici¨®n. La humedad se extiende por las paredes desde los reci¨¦n reparados agujeros del techo. Se puede ver a¨²n la pintada de un miliciano de la guerra civil.Los bloques de hormig¨®n contienen las piezas principales, que todav¨ªa no pueden ser contempladas por los visitantes -inapreciables estatuas, esfinges y sarc¨®fagos de Egipto, Roma y Fenicia- del L¨ªbano de la antig¨¹edad.
En el interior de uno de los bloques est¨¢ el sarc¨®fago de Ahiram, un rey de la ciudad de Byblos, al norte de Beirut, del siglo VIII antes de Cristo, que contiene inscripciones con los primeros signos conocidos del alfabeto fenicio, el origen de todos los alfabetos occidentales. La colecci¨®n de joyer¨ªa antigua del museo, la mayor del Oriente Pr¨®ximo, tambi¨¦n est¨¢ oculta. Se encuentra a¨²n en los s¨®tanos del Banco Central de L¨ªbano, adonde fue trasladada de manera apresurada al inicio de la guerra civil de 1975-90.
Estos bloques de hormig¨®n que protegen las piezas de cohetes, balas y granadas no pueden todav¨ªa romperse y abrirse para dar a conocer los objetos, y la colecci¨®n de joyer¨ªa no puede mostrarse a¨²n. "Ladrones y v¨¢ndalos podr¨ªan entrar en el edificio a trav¨¦s de las ventanas rotas y alcanzar las brechas por las escaleras de incendio", dice Camille Asmar, director del museo. Los ladrones han disfrutado de v¨ªa libre durante la guerra. Algunos objetos robados han sido vistos en salas de exposici¨®n de antig¨¹edades en Europa. Otras p¨¦rdidas debidas a la guerra ser¨ªan los 42 casos de antig¨¹edades destruidas por el fuego cuando el museo fue alcanzado por granadas. Y se teme por las importantes obras emparedadas para su protecci¨®n en el s¨®tano que est¨¢n apareciendo ahora.
A pesar de la devastaci¨®n, la reapertura del museo durante diez d¨ªas el mes pasado fue un s¨ªmbolo de esperanza para los libaneses, un intento de confirmaci¨®n de que la paz y la reconstrucci¨®n pueden llegar a ser definitivas. El museo tuvo muy mala reputaci¨®n durante la guerra, al convertirse por un accidente de emplazamiento en el s¨ªmbolo de la violencia sectaria.
Babelia
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