Alta, morena y peligrosa
Hay top¨®nimos que lo dicen casi todo de un lugar. Por eso los 15 monta?eros que se han reunido en Mataelpino a primera hora de la ma?ana no se llaman a enga?o. "Como la Maladeta, en el Pirineo", se lee en un antiguo texto de C. Bernaldo de Quir¨®s, Ia Maliciosa es en el Guadarrama la Maldecida; tierra de las m¨¢s maltratadas de la sierra, donde la roca, siempre desolada y desnuda, que el tiempo afila y desgasta de continuo, muere en su belleza, cada vez m¨¢s honda". Y si encima se trata de ascender hasta la cumbre por la parte meridional, salvando 1.100 metros de desnivel con un 30% de pendiente, entonces la Maliciosa confirma plenamente su etimolog¨ªa: cerro maldito.
Una monja
Desde Mataelpino hasta la Majada de los Palanes, los expedicionarios zigzaguean a trav¨¦s de intrincados jarales y a¨²n hay a quien le alcanza el resuello para hacer anotaciones. "A la Maliciosa tambi¨¦n se la conoce como la Monja", comenta Miguel Conde, jefe de la marcha, "debido a su forma c¨®nica, con las alas de la toca blancas por efecto de la nieve". Los monta?eros noveles son informados, adem¨¢s, de que estos duros perfiles gran¨ªticos sirvieron de fondo para el retrato del pr¨ªncipe Baltasar Carlos, obra de Vel¨¢zquez, y tambi¨¦n para el del buf¨®n El Primo.Al Collado de las Vacas se arriba tres horas y 800 metros despu¨¦s de la partida. Las piernas doloridas y las nubes aferradas a la cima oscura no invitan precisamente a la acci¨®n, as¨ª que se impone un descanso contemplativo. Y lo que se contempla habla de la diversidad del Guadarrama: nada tieneque ver la morena Maliciosa, con la rubia Pedriza, ni los fantasmag¨®ricos torreones de las Milaneras con las Cabezas de Hierro -segunda m¨¢xima altura de la Comunidad, con 2.383 metros- que se vislumbran en lontananza.
Cuando queda un kil¨®metro en l¨ªnea recta, seg¨²n el mapa, para coronar la Maliciosa, ¨¦sta decide hacer honor a su nombre: un repech¨®n de 300 metros de desnivel se revela como laetapa reina de la jornada. Un paso, otro. Las botas naufragan en un palmo de nieve. Y para m¨¢s inri, la profec¨ªa guadarrame?a del Arcipreste de Hita, "en lo alto del puerto sopla ventisca dura", se cumple.
Debe de ser cierto que la fe mueve monta?as, pues algunos de los excursionistas, api?ados junto al moj¨®n que se?ala el v¨¦rtice geod¨¦sico (2.227 metros), aseguran entrever las siluetas del Yelmo, de Siete Picosy, en un alarde, hasta la de Pe?alara. Las autofoco japonesas, sin embargo, se niegan a levantar acta a 10? bajo cero.
El descenso por el Collado del Piornal se emprende, y se concluye, a tumba abierta. Razones hay para no demorarse. Y es que s¨®lo despu¨¦s de unas jud¨ªas con chorizo en Navacerrada, la Maliciosa deja de ser una monta?a maldita para convertirse en una conquista inolvidable.
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