Dioses de acero

En un despejado horizonte econ¨®mico la industria norteamericana del autom¨®vil comienza a salir de la crisis. ?O deber¨ªa formularse al rev¨¦s? Si siempre se ha dicho que cuando Detroit -centro operativo de las empresas de automoci¨®n norteamericanas- estornuda, todo Estados Unidos se resfr¨ªa, tal vez ser¨ªa justo afirmar ahora que la recuperaci¨®n de los tres grandes del sector, General Motors, Ford y Chrysler, impulsa el crecimiento de toda la econom¨ªa del pa¨ªs.La industria del autom¨®vil ha atravesado en los ¨²ltimos cinco a?os lo que ha sido considerado como el peor momento de su historia. Pero, incluso en esas condiciones, los coches de Estados Unidos siguen imponiendo su ley frente a europeos y japoneses. Casi el 34% de los autom¨®viles que se venden en el mundo son norteamericanos, frente al 27% procedentes de Jap¨®n y el 21% de firmas europeas. Esas diferencias, recortadas en los ¨²ltimos a?os, pueden aumentar de nuevo ahora como consecuencia de la recuperaci¨®n de la industria en Estados Unidos y de la crisis de sus mayores competidores.

Las tres principales compa?¨ªas del autom¨®vil presentaron resultados positivos en los ¨²ltimos meses de este a?o, bien con beneficios netos, como Chrysler y Ford, o con p¨¦rdidas cuantiosamente inferiores a las del ejercicio anterior, como General Motors, la mayor empresa de autom¨®viles del mundo.

Los factores que explican esta recuperaci¨®n son varios: La recesi¨®n de los ¨²ltimos dos a?os hab¨ªa envejecido notablemente el parque automovil¨ªstico estadounidense, tradicionalmente uno de los de m¨¢s r¨¢pida renovaci¨®n entre los pa¨ªses desarrollados. El promedio de edad de los coches que en estos momentos circulan por las carreteras norteamericanas es de nueve a?os, lo que constituye la peor cifra desde los a?os cincuenta. El 37% de esos coches tiene m¨¢s de 10 a?os de uso, comparado con s¨®lo el 23% que superaban la d¨¦cada en 1982. Es el. momento apropiado para una renovaci¨®n a fondo del parque automovil¨ªstico y, por tanto, para un aumento importante en las compras.

Reformas de Clinton

El consumidor norteamericano muestra en la actualidad mucha mayor disposici¨®n a gastar dinero que 12 meses atr¨¢s. Los bajos tipos de inter¨¦s han acabado por mejorar el poder adquisitivo de los ciudadanos, que se muestran tambi¨¦n emocionalmente m¨¢s confiados en la situaci¨®n econ¨®mica despu¨¦s de las reformas emprendidas por el Gobierno presidido por Bill Clinton.

Como consecuencia, el n¨²mero de coches y camionetas vendidos en Estados Unidos a lo largo de este a?o ha crecido el 9% para llegar a superar la cifra de 13 millones de unidades, casi dos millones m¨¢s que en 1992. Esa cifra aumentar¨¢ todav¨ªa cuando se incluyan los autom¨®viles vendidos en diciembre. Los analistas de Detroit consideran, sin embargo, que los productores tienen que hacer todav¨ªa un esfuerzo en la contenci¨®n de precios para aumentar las ventas. Los coches norteamericanos son todav¨ªa m¨¢s caros que los japoneses, aunque la diferencia se ha recortado en el ¨²ltimo a?o, en parte gracias a la situaci¨®n econ¨®mica japonesa y al fortalecimiento del yen, y en parte tambi¨¦n debido a los esfuerzos hechos por la industria norteamericana para reestructurar su sistema de producci¨®n y abaratar sus costes.

Las tres grandes empresas estadounidenses emprendieron hace dos a?os programas de reestructuraci¨®n que incluyeron despidos masivos de trabajadores. Como ejemplo de ese proceso, General Motors tiene hoy a 2.000 personas trabajando en sus oficinas centrales, que antes ocupaban a 13.000. El plan de General Motors pretenden reducir el n¨²mero de concesionarios de 9.000 a 2.000. En total, esa compa?¨ªa planea reducir su plantilla para 1995 en 74.000 trabajadores. La industria del autom¨®vil en su conjunto perdi¨® en Estados Unidos entre 1985 y 1991, como consecuencia de la crisis del sector, cerca de 100.000 puestos de trabajo. Los analistas estiman que, cuando los actuales planes de reducci¨®n de plantillas est¨¦n terminados, esa cifra como m¨ªnimo se habr¨¢ doblado.

El coste de esos planes de reestructuraci¨®n impidi¨® que los resultados de las empresas en este a?o presenten todav¨ªa signos demasiado positivos. Con el plan dise?ado por el famoso ejecutivo espa?ol Jos¨¦ Ignacio L¨®pez de Arriort¨²a, General Motors tuvo que destinar, por ejemplo, 589 millones de d¨®lares a indemnizaciones de trabajadores despedidos. Descontando tanto esa cantidad como los 444 millones de impuestos que GM se ahorr¨® como consecuencia de la reducci¨®n, la compa?¨ªa hubiera presentado este a?o unos beneficios de 176 millones de d¨®lares, una cantidad modesta, pero enorme si se compara con los resultados de los ¨²ltimos a?os.

Beneficios netos

El balance es igualmente bueno para Chrysler, que consigui¨® en el tercer trimestre unos beneficios netos de 423 millones de d¨®lares, y, sobre todo, para Ford, que obtuvo 463 millones de d¨®lares y se convirti¨® en la ¨²nica empresa de autom¨®viles nacionales o extranjeros que aumentaba apreciablemente su porci¨®n en el mercado norteamericano.

El control del mercado interior sigue siendo, en opini¨®n del presidente de GM, John Smith, "el principal reto de la industria". General Motors ascendi¨® muy ligeramente en ese apartado para representar hoy el 37,1% del total de los coches vendidos en Estados Unidos, pero la presencia japonesa a¨²n es amenazadora. Honda ha llegado a alcanzar la segunda posici¨®n de ventas en el mercado norteamericano.

La reestructuraci¨®n de la industria estadounidense est¨¢ obteniendo tambi¨¦n resultados beneficiosos en lo que se refiere a la calidad del producto y su capacidad de competir con los japoneses. Una de las razones del ¨¦xito japon¨¦s, adem¨¢s del precio, era el dise?o de los modelos que estaban en el mercado. En los ¨²ltimos dos a?os, las compa?¨ªas estadounidense se han adaptado a los nuevos tiempos con coches mucho m¨¢s peque?os, con m¨¢s instrumentos de seguridad y una l¨ªnea de corte m¨¢s europeo.

Esto ha permitido tambi¨¦n un incremento de la ventas norteamericanas en Am¨¦rica Latina y Europa. Las ventas de coches estadounidenses en el mundo en este a?o han supuesto ingresos de 24.500 millones de d¨®lares, lo cual constituye un incremento en el tercer trimestre del a?o de 1.200 millones de d¨®lares sobre el mismo periodo del a?o anterior.

Como consecuencia del Tratado de Libre Comercio (TLC), Ford ha previsto aumentar sus ventas el pr¨®ximo a?o en M¨¦xico, de 1. 500 a 25.000 veh¨ªculos. Las tres grandes firmas del sector calculan obtener un incremento de sus ventas en M¨¦xico para 1994 de 6.000 a 60.000 coches y camionetas. Ya en la primera mitad del a?o pasado, las ventas de General Motors en Am¨¦rica Latina crecieron el 32% en conjunto.