?Crisis coyuntural o algo m¨¢s?
Otra vez cobra actualidad la crisis del sector de autom¨®vil. La pol¨ªtica econ¨®mica del Gobierno ha tenido resultados inmediatos: contracci¨®n de la demanda y ca¨ªda de las ventas. Esto ha llevado a expedientes de empleo y ajuste de plantillas. Hablar de crisis del sector refiri¨¦ndose a la ca¨ªda de las ventas en relaci¨®n con periodos anteriores pr¨®ximos en el tiempo no es buen indicador para analizar la crisis. S¨®lo un an¨¢lisis de un conjunto m¨¢s amplio puede dar idea de cu¨¢l es el verdadero alcance de la crisis. El sector ha sufrido en los ¨²ltimos a?os profundas transformaciones y hoy, en el marco de la Uni¨®n Europea, experimenta una reestructuraci¨®n que conllevar¨¢ concentraciones y acuerdos rec¨ªprocos entre distintas marcas, nuevas relaciones con los suministradores y subcontratas, y una dura competencia por el territorio, en la medida en que la Uni¨®n Europea se ha convertido en el campo de lucha entre las multinacionales europeas, japonesas y estadounidenses. La crisis de Seat-VW se enmarca en este proceso de reestructuraci¨®n.Hablar de crisis del sector del autom¨®vil espa?ol, cuando ¨¦ste se compone de empresas filiales de multinacionales estadounidenses y europeas, resulta un tanto inapropiado. La falta de autonom¨ªa de los fabricantes situados en Espa?a hace que el futuro del sector dependa de la estrategia global de las multinacionales instaladas en la Uni¨®n Europea y de su batalla con la competencia japonesa.
La industria de automoci¨®n de nuestro pa¨ªs ocupa el sexto lugar de la producci¨®n mundial. Est¨¢ especializada en la exportaci¨®n y en los veh¨ªculos de menos cilindrada. Importa tecnolog¨ªa y recibe las innovaciones tecnol¨®gicas experimentadas en las casas matrices. Su actividad en I+D se limita a un cierto seguimiento en el control de resultados de los modelos producidos y no a la creaci¨®n de capacidades tecnol¨®gicas propias. En los ¨²ltimos 10 a?os se han perdido m¨¢s de 10.000 puestos de trabajo, a trav¨¦s de bajas incentivadas y jubilaciones anticipadas con el apoyo de fondos estatales. Mientras los incrementos de productividad han sido enormes, los gastos de personal se han reducido y el peso de los costos laborales ha disminuido en el valor de un autom¨®vil.
El futuro del sector del autom¨®vil en nuestro pa¨ªs depender¨¢ del papel que puedan desempe?ar las filiales dentro de su grupo, de la pol¨ªtica econ¨®mica y tecnol¨®gica del Gobierno en el contexto comunitario, de la actitud de la patronal y de las posiciones del movimiento sindical frente a qu¨¦ temas abordar en el desarrollo del sector.
Las filiales necesitan avanzar en su integraci¨®n dentro de las multinacionales en el proceso productivo, que abarca desde el I+D hasta el desarrollo de nuevas tecnolog¨ªas de proceso y producto. No dar este paso es quedar limitadas a un papel de colch¨®n de seguridad de las casas matrices, expuestas a los vaivenes del mercado y a los reajustes que se producir¨¢n entre multinacionales.
La apuesta del Gobierno de apoyar una competencia basada en la flexibilizaci¨®n de la mano de obra en vez de impulsar un mayor grado de formaci¨®n y cualificaci¨®n profesional y t¨¦cnica tiene el inconveniente de que siempre estar¨¢ limitada por la aparici¨®n de nuevos competidores con peores condiciones de trabajo. Desde nuestro punto de vista, la pol¨ªtica que deber¨ªa impulsarse ser¨ªa el desarrollo de planes de I+D en cooperaci¨®n con las propias compa?¨ªas y los organismos p¨²blicos para desarrollar capacidades tecnol¨®gicas propias.
Tres aspectos adicionales pero fundamentales en los que la pol¨ªtica del Gobierno deber¨ªa incidir son: la mejora de las infraestructuras industriales del pa¨ªs, la adecuaci¨®n de la fiscalidad a la situaci¨®n comunitaria y la definici¨®n de un modelo de empresa comunitaria que en el marco de una normativa sobre sociedades an¨®nimas europeas marque los l¨ªmites de la actuaci¨®n de la empresa en el ¨¢mbito de la comunidad.
Hay otros problemas que afectan a esta industria, como son la relaci¨®n entre fabricantes y empresas auxiliares, la burocracia y el despilfarro de las gerencias, los da?os medio ambientales y la congesti¨®n del tr¨¢fico. El gran interrogante es si se tomar¨¢n las medidas que permitan al sector hacer frente a los retos que se le plantean a medio plazo.
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