Un intelectual obligado a ejercer como pol¨ªtico
Zviad Gamsajurdia, que se quit¨® la vida a escasos tres meses de cumplir los 55 a?os, arrastraba una larga trayectoria pol¨ªtica, que comenz¨® en los tiempos sovi¨¦ticos de la dictadura comunista. Ya en los a?os cincuenta -cuando el hoy jefe de Estado georgiano, Edvard Shevardnadze, dirig¨ªa las juventudes comunistas de esta rep¨²blica caucasica- fue detenido por primera vez.Gamsajurdia, fil¨®logo de profesi¨®n, fue procesado y condenado a prisi¨®n en los a?os setenta. No le salv¨® el ser hijo de un personaje idolatrado en Georgia: Konstant¨ªn Gamsajurdia, el mejor novelista georgiano de este siglo. Desde 1977 a 1979 pas¨® por las c¨¢rceles de Tbilisi, Mosc¨² y el Caspio.
Si recordamos que Shevardnadze fue ministro del Interior de Georgia durante ocho a?os y que en calidad de primer secretario del Partido Comunista republicano era amo y se?or de Georgia cuando Gamsajurdia fue condenado, puede comprenderse el profundo odio que sent¨ªa el primer presidente georgiano contra quien hoy es, nuevamente, el jefe m¨¢ximo de esa desgarrada rep¨²blica.
Durante los meses en que estuvo atrincherado en la Casa de Gobierno, Gamsajurdia siempre sostuvo que quien realmente dirig¨ªa a la oposici¨®n era Shevardnadze desde Mosc¨², ansioso de volver al poder en Georgia. Hoy es dif¨ªcil decir si era as¨ª, pero lo cierto es que los que tomaron el poder en Tbilisi despu¨¦s de Gamsajurdia invitaron a Shevarnadze a hacerse cargo del pa¨ªs y ¨¦ste acept¨®.
Poeta admirado
Gamsajurdia no s¨®lo fue un pol¨ªtico notable, tambi¨¦n fue un poeta admirado, autor, seg¨²n expertos locales, de finos versos. Tradujo tambi¨¦n a numerosos autores franceses, ingleses y norteamericanos, y fue un pol¨¦mico cr¨ªtico literario.Alto y con buena planta, las mujeres lo adoraban. Fueron mujeres las que organizaron las principales manifestaciones en apoyo de Gamsajurdia despu¨¦s de que fuera derrocado hace exactamente dos a?os. El primer presidente georgiano encontr¨® refugio en Grozni, la capital de Chechenia, una circunstancia que es dif¨ªcil de explicar a primera vista.
En efecto, los chechenos han sido los principales aliados de los abjazos en su lucha contra los georgianos. Y si es verdad que Gamsajurdia no desat¨® una guerra contra los abjazos, eso no implica que tuviera buenas relaciones con ellos. Probablemente no ten¨ªa alternativa: el ¨²nico lugar cercano a Georgia en el que pod¨ªa residir era en la rep¨²blica rebelde de Chechenia, que se ha declarado independiente de Rusia.
La desaparici¨®n de Gamsajurdia es indudablemente una buena noticia para Shevardnadze, para quien el primer presidente de Georgia era una especie de espada de Damocles.
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