So?ando con el atril
70 m¨²sicos espa?oles se examinan para entrar en la Joven Orquesta de la Uni¨®n Europea
Tienen el cuerpo a rebosar de sue?os y lo alguna esperanza. Los sue?os se llaman Giulini Rostrop¨®vich o Zubin Mehta. La esperanza: ser elegidos para cubrir las plazas de este a?o para la Joven Orquesta de la Uni¨®n Europea (ECYO), cuyo director musical es Claudio Abbado, otro sue?o. Cargados con sus violonchelos, violines, clarinetes o trompas, 70 m¨²sicos espa?oles y cuatro portugueses han viajado hasta Madrid para someterse a las pruebas de selecci¨®n para formar parte de los 140 mejores instrumentistas j¨®venes europeos.Como vienen haciendo cada a?o, el jurado, formado por el alem¨¢n Lutz K?hler, director de estudios de la ECYO, y el brit¨¢nico David Strange, profesor de la Royal Academy of Music de Londres, han recorrido las principales capitales europeas en busca de j¨®venes promesas para renovar la orquesta. Escuchan a unos 5.000 aspirantes, de los que s¨®lo 140 podr¨¢n participar en las dos pr¨®ximas giras de la orquesta, una en verano por Europa con Carlo Mar¨ªa Giulini y Jarnes Judd como directores y la otra en la primavera de 1995 por Jap¨®n con Jeffrey Tate. Madrid ha sido la ¨²ltima ciudad europea visitada por K?hler y Strange, que har¨¢n p¨²blico su veredicto dentro de un mes.
De las 150 solicitudes presentadas para esta audici¨®n de Madrid, se han preseleccionado 74, de los que 13 son mujeres. Eso no quiere decir que ¨¦stos sean los ¨²nicos espa?oles que aspiran a formar parte de la orquesta, ya que existe la posibilidad de realizar las pruebas en cualquiera de las capitales europeas. El tener entre 14 y 23 a?os, poseer pasaporte de la UE y estar al menos en el grado superior del instrumento son las exigencias para formar parte anualmente de esta orquesta creada en 1976.
Patricio Guti¨¦rrez, canario de 22 a?os, es de los pocos espa?oles, que han participado dos ni?os consecutivos como violinista de la ECYO. Este a?o repite suerte de nuevo. Se nota. Se mueve con soltura entre los aspirantes noveles. No ara de hablar y de re¨ªr con sus compa?eros, al contrario que el bilba¨ªno Luis Alberto Requejo, quien, m¨¢s apocado, ensaya en solitario por los pasillos con su clarinete momentos antes de enfrentarse al tribunal. Requejo, primer m¨²sico en una familia de qu¨ªmicos, se ha presentado vestido de chaqueta y corbata y el pelo bien cortado, mientras que Guti¨¦rrez, cuyos padres son ambos catedr¨¢ticos de m¨²sica, ha escogido pantalones vaqueros y camisa blanca y su oscuro cabello recogido en una coleta. "Es fant¨¢stico, conoces mucha gente con tus mismas inquietudes y adem¨¢s trabajas junto a tus grandes mitos", dice risue?o Guti¨¦rrez mientras recuerda c¨®mo el violonchelista y director Rostrop¨®vich enriquece la interpretaci¨®n. "Mientras ensayamos obras de Shostak¨®vich o de Prok¨®fiev, a los que conoci¨®, Rostrop¨®vich nos cuenta an¨¦cdotas de la vida de estos compositores rusos y del momento social o pol¨ªtico en los que crearon las obras, con lo que cambia de manera brutal la manera de acercarte y de interpretar su m¨²sica", se?ala Guti¨¦rrez, que ha estudiado cuatro a?os en Bruselas y ahora contin¨²a en la Escuela Reina Sof¨ªa de Madrid.
Para Requejo, estudiante en Amberes (B¨¦lgica), que se presenta por primera vez a estas pruebas, ha llegado la hora de la verdad despu¨¦s de 10 a?os y seis horas diarias con los clarinetes en la boca. Sin embargo, los nervios, a los que ¨¦l prefiere referirse como tensi¨®n, los deja en el pasillo cuando le llaman para interpretar el Solo para clarinete y piano, de Messager, que ¨¦l ha escogido como pieza libre.
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