?Qui¨¦n es el tapado?

Todo parece indicar que el 33? Congreso Federal de PSOE ser¨¢ el congreso del postguerrismo, siga o no Alfonso Guerra en la Comisi¨®n Ejecutiva Federal. Ello hace inevitable que este congreso consagre el ascenso de una nueva estrella en el horizonte socialista: el hombre o la mujer al que Felipe Gonz¨¢lez confiar¨¢ el trabajo de hacerse con el poder real en la calle de Ferraz, sede y s¨ªmbolo del poder partidario.La misi¨®n es enormemente delicada no s¨®lo por la personalidad del hasta ahora n¨²mero dos del partido, sino por la doble variante que se abre: la continuidad formal de Guerra en la ejecutiva, asistiendo a su ocaso pol¨ªtico, o su ausencia voluntaria de la nueva direcci¨®n, en abierta oposici¨®n al nuevo rumbo.

Es indudable que la persona que sea elegida para pilotar el partido -tarea a la que Gonz¨¢lez, los ministros y los barones territoriales que van a entrar previsiblemente en la nueva ejecutiva no puedan dedicar mucho tiempo- ir¨¢ bien arropada por compa?eros de confianza y que contar¨¢ con el apoyo del portavoz socialista en el Congreso, Carlos Solchaga, miembro nato de la Ejecutiva, con voz pero sin voto, y uno de los valores m¨¢s firmes del momento.

Es casi seguro que Felipe Gonz¨¢lez tendr¨¢ que elegirlo de entre los renovadores, con veteran¨ªa y prestigio en el partido y con buena sinton¨ªa con el Gobierno o, incluso, con experiencia en ¨¦l. Tendr¨¢ que ser, sin embargo, aceptable por el derrotado guerrismo, ya que existe una firme voluntad de no hacer m¨¢s da?o que el estrictamente necesario para proceder a un relevo en el poder de Ferraz.