Berlusconi asegura que combatir¨¢ a la Mafia
JUAN ARIAS ENVIADO ESPECIAL Silvio Berlusconi se bautiz¨® ayer electoralmente en Sicilia donde 5.000 simpatizantes le aclamaron en el Palacio de la Feria del Mediterr¨¢neo de Palermo al grito de "?Silvio!, ?Silvio!" y con un aplauso de varios minutos que quer¨ªa ser al mismo tiempo un acto de desagravio frente a las acusaciones de dos arrepentidos de Cosa Nostra que han confiado a los jueces que Berlusconi y sus hombres han tenido relaciones amistosas con la Mafia.
Emocionado por el caluroso recibimiento siciliano, Berlusconi, junt¨® las manos, en que ten¨ªa el micr¨®fono inal¨¢mbrico, como en un gesto de oraci¨®n y levant¨® los ojos al cielo como diciendo: "Se?or, no soy digno", una imagen que recordaba las pinturas que se colocan en la fachada la bas¨ªlica de San Pedro de los santos que van a ser canonizados. Aunque enseguida se puso serio y su rostro se nubl¨®.
Palermo le recibi¨® con una jornada de sol radiante, sensual, como las que hac¨ªa enloquecer a Goethe en esta tierra. Pero desde los quioscos toda la prensa nacional vomitaba veneno contra el magnate de la televisi¨®n y sus mayores colaboradores, sospechosos del pecado de ser mafiosos. Por eso quiso tomar cuanto antes el toro por los cuernos, diciendo lo que todos esperaban: "Los votos dados a Forza Italia", dijo Berlusconi alzando la voz y casi comi¨¦ndose el micr¨®fono "ser¨¢n votos para combatir a la Mafia". Y de la sala se levant¨® un trueno de aplausos y gritos. Las 5.000 personas se pusieron en pie mientras ondeaban pa?uelos blancos.
Viles acusaciones
Confortado por aquella reacci¨®n de entusiasmo, Berlusconi prosigui¨®: "Nosotros usaremos todos esos votos en favor de una acci¨®n fuerte y vigorosa a favor de cuantos hasta ahora han combatido la delincuencia organizada, d¨¢ndoles mayores medios y un apoyo absoluto". Y a?adi¨®: "Se lo daremos a los magistrados y a las fuerzas del orden".
En una r¨¦plica a cuantos estos d¨ªas dicen o insin¨²an que Forza Italia va a recoger los votos de la Mafia, Berlusconi dijo que "no se puede en un pa¨ªs llegar a tal punto de vileza". "Debe quedar aqu¨ª muy claro que la lucha contra la Mafia es un punto fundamental de nuestro programa" porque, subray¨®, "la imagen internacional de este pa¨ªs estar¨¢ empa?ada hasta que no se acabe con esta lacra de la criminalidad organizada".
Las 5.000 personas presentes en el bautismo electoral siciliano de Forza Italia parec¨ªan clase media vestida de domingo: los hombres, casi todos con corbata y traje oscuro, y las mujeres, como para ir a una boda. Las azafatas con minifalda azul y camisa verde de seda y el pa?uelito al cuello con los colores de Forza Italia, que son los colores nacionales. Muy vistosa la escarapela que llevaban much¨ªsimos en el pecho, de un amarillo vaticano.
Los periodistas m¨¢s veteranos record¨¢bamos que en aquel mismo lugar se hab¨ªa celebrado el famoso congreso del Partido Socialista en el que Bettino Craxi se hizo reelegir secretario por aclamaci¨®n, ante la indignaci¨®n del entonces anciano Riccardo Lombardi, de la izquierda socialista, a quien aquella cita le recordaba los congresos de los partidos del Este comunista. El entusiasmo de los militantes berlusconianos evocaba ayer el de los congresos socialistas.
Ante de recobrar su tono evang¨¦lico, Berlusconi volvi¨® a insistir sobre el tema que lo atormentaba: la Mafia. "Las tragedias de las v¨ªctimas de la Mafia ser¨¢n nuestras tragedias", dijo antes de asegurar que quer¨ªa "garantizar a esos h¨¦roes que no est¨¢n solos". Ir¨¢n acompa?ados "no s¨®lo por nuestra pasi¨®n civil sino que tambi¨¦n contar¨¢n con toda nuestra ayuda".
Una vez que ech¨® fuera su alegato antimafia, Berlusconi cambi¨® completamente de voz para abordar el futuro. "Y ahora empecemos a mirar a este milagro que tenemos ante nuestros ojos, porque en poco tiempo, y sin experiencia en campa?as electorales, nos hemos convertido en la mayor fuerza del pa¨ªs, s¨®lo con la fuerza nacida desde la base". Volvi¨® a enardecer a la platea cuando asegur¨® que Forza Italia "va a gobernar". "Nuestra aventura no acaba aqu¨ª, en estas elecciones, porque no hemos hecho m¨¢s que empezar", palabras que levantaron a la gente de sus asientos mientras atronaban las aclamaciones de "?Silvio!, ?Silvio!".
Pero s¨®lo le gritaron "?Bravo, bravo!" cuando se deshizo en alabanzas a sus compa?eros de viaje electoral de la Alianza Nacional, el partido ex fascista de Gianfranco Fini. El aplauso fue casi igual al que levant¨® cuando conden¨® a la Mafia. De los antiguos fascistas, sus aliados, dijo: "Hemos seguido su evoluci¨®n; en econom¨ªa son liberales, como nosotros, y han suscrito casi la mayor¨ªa de nuestro programa. Los principios y valores que inspiran a nuestras dos fuerzas son casi id¨¦nticos".
Silvio Berlusconi hizo ayer en la capital siciliana un nuevo milagro: el de la ubicuidad, ya que gracias a la tecnolog¨ªa audiovisual el acto pudo ser visto simult¨¢neamente en otras 10 ciudades de norte a sur de Italia. Berlusconi volvi¨® al Evangelio para explicar qui¨¦nes son los suyos, lo que hizo adaptando las palabras de Cristo: "Quien no est¨¢ conmigo est¨¢ contra m¨ª". El rey de la televisi¨®n privada dijo: "Todos los que est¨¢n contra la izquierda no pueden estar con nosotros". Y volvi¨® a repetir que Forza Italia tiene que realizar "una acci¨®n misionera" para que todos entiendan, dijo, "que hemos bajado a la arena para cambiar a este pa¨ªs y decir ?basta! a la vieja forma de hacer pol¨ªtica".
M¨¢s que un milagro
Silvio Berlusconi, enfundado en su inseparable traje gris cruzado, anunci¨® a su entregado auditorio palermitano que el n¨²mero de clubes de Forza Italia creados en todo el pa¨ªs asciende ya a 13.040 y que Sicilia, con sus 1.734, es la tercera regi¨®n, despu¨¦s de Lombard¨ªa con 2.135 y Calabria con 2.328.Pero dej¨® para el final la ¨²ltima gran sorpresa. Berlusconi anunci¨® que se iban a hacer p¨²blicos los resultados del ¨²ltimo sondeo de opini¨®n. Pidi¨® al administrador delegado de la agencia responsable del mismo, Gianni Pilo, que subiese al estrado y lo leyese. Pero Pilo arroj¨® un jarro de agua fr¨ªa al dar cuenta de que acababan de informarle de que el acto era transmitido en directo por televisi¨®n y que las normas electorales imped¨ªan ofrecer los datos.
Tras unos momentos de desilusi¨®n, Pilo anunci¨® que iba a darlos actualizados al 1 de marzo, tras dejar escapar que siguen creciendo. Todos los ojos estaban fijos en la pantalla gigante en la que iban apareciendo las cifras de Forza Italia, sin contar la Liga Norte y Alianza Nacional, las dos fuerzas del Polo de la Libertad.
Primero hubo incredibilidad ante las cifras que aparec¨ªan y, despu¨¦s, una catarata de aplausos y gritos. Sobre todo cuando apareci¨® la cifra de Sicilia: 46,4%. Despu¨¦s, aplauso tras aplauso, iba reproduci¨¦ndose el milagro: Campania (N¨¢poles), 39,4%; Lombard¨ªa (Mil¨¢n), 41,2%; Calabria, 39,3%; Lazio (Roma), 38,6%; Toscana (Florencia), 36%; Venecia, 39,9% y as¨ª sucesivamente. La media de Italia estaba al 1 de marzo en el 37,3%.
Si eso es cierto, m¨¢s que de un milagro se tratar¨ªa de una revoluci¨®n, pues significar¨ªa que la derecha superar¨ªa con mucho la mayor¨ªa absoluta. Berlusconi aplac¨® la euforia y record¨® que Marco Panella ya le hab¨ªa profetizado que no s¨®lo le iban a acusar de v¨ªnculos mafiosos sino incluso de "molestar a los ni?os". Y bajando los ojos al suelo Berlusconi confirm¨®: "Y as¨ª est¨¢ siendo".
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