Econom¨ªa ampliar¨¢ los l¨ªmites y la liquidez de los planes de pensiones para potenciarlos

La reforma trata de rebajar estas limitaciones aunque sin perder la raz¨®n de ser de los planes de pensiones; esto es, que sigan siendo un instrumento de ahorro a largo plazo y que sus ventajas fiscales sirvan exclusivamente para este fin. Fuentes de este ministerio explican que se abrir¨¢ un poco la mano para dar mayores facilidades. Pero lo fundamental, a?aden, es generar mayor confianza; es decir, que el titular del plan tenga la seguridad de que en el futuro sus ahorros est¨¢n garantizados y con un rendimiento que compense la falta de liquidez.Tambi¨¦n se considera que el instrumento es todav¨ªa nuevo y que necesita rodaje. A diciembre del pasado a?o, 1.276.382 personas hab¨ªan suscrito un plan de pensiones y para ello hab¨ªan desembolsado 1,245 billones de pesetas acumuladas. No es, todav¨ªa, el nivel de otros pa¨ªses desarrollados. En EE UU, los fondos de pensiones -donde se incluyen los planes- son un verdadero motor de los mercados financieros internacionales. Pero el volumen alcanzado en Espa?a se considera suficiente para sus cinco a?os de funcionamiento.

El problema ahora es que con la pr¨®xima aparici¨®n de los planes de ahorro popular y el auge de los fondos de inversi¨®n -los dos otros instrumentos de ahorro con ventajas fiscales- la competencia se va a poner muy dura. Y ello en un momento en el que ha calado la preocupaci¨®n sobre el futuro de las pensiones p¨²blicas y que, quien tiene posibilidades, se est¨¢ planteando colocar sus ahorros como medicina preventiva.

La falta de liquidez hasta la jubilaci¨®n es la principal desventaja de los planes de pensiones frente a los fondos de inversi¨®n -inmediata aunque con p¨¦rdida progresiva de ventajas fiscales- y frente a los planes de ahorro popular, que se pueden tocar a partir de los cinco a?os. S¨®lo se pueden retirar las cantidades invertidas en un plan de pensiones en casos de necesidad extrema (una grave enfermedad o el desempleo), pero en forma de pr¨¦stamos. Econom¨ªa se plantea permitir la liquidez a partir de los 20 a?os pero con algunos requisitos.

Adem¨¢s se quiere resolver una discriminaci¨®n de quienes presentan la declaraci¨®n conjunta frente a quienes la hacen de forma individual. Para ambos casos, el l¨ªmite de aportaci¨®n es de 750.000 pesetas; es decir, est¨¢n penalizadas las familias en las que se ha suscrito m¨¢s de un plan de pensiones ya que el l¨ªmite de las 750.000 pesetas debe repartirse.

Hacienda est¨¢ tan interesada en resolver este problema como los propios titulares de planes de pensiones. Lo normal es que si, por ejemplo, el marido y la mujer trabajan tengan cada uno su plan de pensiones y les resulte m¨¢s barato hacer la declaraci¨®n separada. En este caso, las 750.000 pesetas de l¨ªmite se convierten, en la pr¨¢ctica, en 1,5 millones para la unidad familiar.

Si ahora, como est¨¢ en estudio, se decide equiparar en este aspecto a las declaraciones conjuntas, las familias con capacidad de ahorro podr¨¢n obtener mayores deducciones fiscales si suscriben dos planes. El l¨ªmite no se llegar¨¢ a duplicar porque, ya de por s¨ª, la declaraci¨®n conjunta es m¨¢s barata que la individual. Hacienda tambi¨¦n tendr¨¢ la ventaja a?adida de fomentar las declaraciones conjuntas, lo que le interesa para simplificar su gesti¨®n. Est¨¢ descartado indiciar estos l¨ªmites; es decir, establecer que vayan aumentado, por ejemplo, de acuerdo con la inflaci¨®n.