La ONU inicia el debate sobre las medidas para frenar la explosi¨®n demogr¨¢fica mundial

Las se?ales de alarma de la explosi¨®n demogr¨¢fica suenan de nuevo. Si no se frena el crecimiento de la poblaci¨®n mundial, que ahora asciende a 5.700 millones de personas, las estimaciones para mediados del siglo XXI sit¨²an esa cifra en 12.500 millones. En el mejor de los casos -suponiendo que se cumplan las medidas de control de natalidad recomendadas por la ONU-, la poblaci¨®n podr¨ªa estabilizarse hacia el a?o 2015 en 7.270 millones de personas. Ayer comenz¨®, en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, una larga reuni¨®n en torno a poblaci¨®n y desarrollo.

Ser¨¢n tres semanas de debate entre el v¨¦rtigo de las cifras y los enfrentamientos pol¨ªticos y religiosos que suscitan las me didas de control. Expertos en demograf¨ªa y salud, adem¨¢s de representantes de iglesias y grupos de mujeres, intentar¨¢n avanzar en los preparativos de la Conferencia Internacional sobre Poblaci¨®n y Desarrollo, que se celebrar¨¢ en El Cairo en tre el 5 y el 13 de septiembre. El principal objetivo de la convocatoria es suavizar los en frentamientos. Nafis Sadik, directora ejecutiva del Fondo de Poblaci¨®n de la ONU (FNUAP) y secretaria general de la conferencia de El Cairo, viaj¨® a Roma hace 15 d¨ªas para entrevistarse con Juan Pablo II y buscar un terreno de entendimiento. Aparentemente, el intento result¨® fallido, y el Papa reiter¨® p¨²blicamente despu¨¦s de la entrevista su condena de los programas de planificaci¨®n familiar. "Ser¨ªa impropio", se?al¨® Juan Pablo II, "enfocar asuntos de poblaci¨®n en t¨¦rminos de derechos sexuales y reproductivos del individuo, o incluso en t¨¦rminos de derechos de la mujer".La ONU y el Papa

La pakistan¨ª Nafis Sadik llam¨® la atenci¨®n del Papa sobre la diversidad de grupos religiosos y sociales y el deseo de la ONU de atender a todos. La iglesia cat¨®lica coincide en su rechazo de todos los medios anticonceptivos "no naturales" con los grupos fundamentalistas isl¨¢micos y con los pa¨ªses ¨¢rabes m¨¢s conservadores. El Vaticano no quiere perder la batalla y ha enviado a Nueva York a siete personas para continuar los debates. Los asuntos que queden fuera del consenso del borrador que se va a elaborar durante este mes tendr¨¢n que negociarse ya en la conferencia de El Cairo.

Como en la mayor¨ªa de las reuniones mundiales, el dinero es lo que levanta m¨¢s discusiones. El econ¨®mico ser¨¢ un cap¨ªtulo vital en la conferencia de El Cairo. Las estimaciones de la ONU indican que el freno a la explosi¨®n de natalidad exige un gasto m¨ªnimo de 10.000 millones de d¨®lares (1,4 billones de pesetas) de aqu¨ª al a?o 2000. Entre otras cosas, har¨¢ falta cuadruplicar las aportaciones de los pa¨ªses industrializados para los programas de planificaci¨®n familiar, educaci¨®n y salud del Fondo de Poblaci¨®n de la ONU dedicados a los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo.

En el grupo de cabeza de las contribuciones se coloca Estados Unidos: el Gobierno de Bill Clinton ha invertido la tendencia de las ¨²ltimas administraciones republicanas (Bush lleg¨® a suspender la contribuci¨®n econ¨®mica a este organismo de la ONU) y se ha comprometido a aportar a los programas de poblaci¨®n de la ONU 1.200 millones de d¨®lares -170.000 millones de pesetas- en lo que queda de d¨¦cada. La aportaci¨®n de Jap¨®n, otro de los grandes contribuyentes, se situar¨¢ alrededor de los 140.000 millones de pesetas.

Elecci¨®n de la mujer

Otro de los problemas m¨¢s controvertidos en la preparaci¨®n de la cita internacional sobre poblaci¨®n y desarrollo es el del papel de la mujer en las pol¨ªticas de planificaci¨®n familiar y aborto. Entre la hostilidad de los grupos contrarios por razones religiosas y la pol¨ªtica de los gobiernos de pa¨ªses con exceso de poblaci¨®n que llevan a cabo programas obligatorios de control de natalidad, grupos feministas tratan de conseguir que la conferencia de El Cairo respalde el derecho de la mujer a elegir.

La libertad de opci¨®n, reclaman estos grupos presentes en la reuni¨®n preparatoria de Nueva York, debe abarcar tanto el derecho a la interrupci¨®n de la natalidad como la posibilidad de rechazar pr¨¢cticas impuestas de esterilizaci¨®n o control obligatorio de la natalidad.

Los criterios de partida en el borrador que van a discutir los expertos se basan en un intento de conciliar los puntos de vista sobre las medidas de control de la poblaci¨®n, para evitar tanto el establecimiento de cuotas m¨¢ximas de natalidad como la presi¨®n religiosa sobre las mujeres.

Hay que tener en cuenta tambi¨¦n aspectos de salud y educaci¨®n, de forma que el borrador aborda un triple frente.