Los gestores de IGS-PSV esperan el fin del congreso del sindicato para salvar la cooperativa
Todas las partes implicadas en la crisis de la cooperativa de viviendas de UGT, PSV, coinciden. Tras m¨¢s de dos a?os de problemas graves, el mes de abril de 1994 ser¨¢ clave para saber si el proyecto cooperativo que afecta a 14.000 familias que han aportado 35.000 millones, tiene soluci¨®n. El hecho de que el mismo mes se celebre el 36? congreso del sindicato que impuls¨® el proyecto, con el relevo de su secretario general, Nicol¨¢s Redondo, ha dado pie a m¨²ltiples lecturas. La interpretaci¨®n m¨¢s contundente la dio Redondo al asegurar que el Gobierno ha pasado factura al sindicato por oponerse a su pol¨ªtica econ¨®mica, dilatando la crisis de PSV. El problema de la cooperativa se ha convertido en un arma arrojadiza en el sindicato.
Esta vez parece que va en serio. El presidente de la gestora de PSV, IGS, Prudencio Garc¨ªa, ha asegurado que dimitir¨¢ este mismo mes si no obtiene de la banca p¨²blica avales por un importe de 8.500 millones de pesetas con los que iniciar la construcci¨®n de las 15.000 viviendas comprometidas con los socios de PSV. El ultim¨¢tum de Garc¨ªa tiene m¨¢s peso si se tiene en cuenta que fue nombrado a instancias del Ejecutivo en octubre de 1993 -de acuerdo con UGT-, para gestionar una crisis que parece interminable..Por qu¨¦ se ha retrasado tanto la soluci¨®n para PSV? Seg¨²n Garc¨ªa, porque hasta este mismo a?o no han existido datos fiables acerca de la situaci¨®n econ¨®mica de la cooperativa y sobre la contabilidad de sus cientos de promociones en toda Espa?a.
Una verdad a medias para UGT y para los antiguos gestores del grupo de empresas del sindicato. Fuentes de los dos ¨¢mbitos afirman que el Gobierno conoc¨ªa los problemas de PSV desde hace dos a?os. Desde entonces, las discusiones acerca del proyecto y su financiaci¨®n fueron tan intensas como est¨¦riles.
La postura de la banca y de la Administraci¨®n durante m¨¢s de un a?o no ha variado: para financiar a PSV, un proyecto con un volumen de negocio de m¨¢s de 200.000 millones de pesetas, necesidades financieras de m¨¢s de 70.000 millones y 15.000 viviendas comprometidas, hab¨ªa que "segregar promociones" y "separar negocios".
La estructura del proyecto de econom¨ªa social de UGT, con empresas diversas (seguros, hosteler¨ªa, pr¨¦stamos hipotecarios ... ) pero ¨ªntimamente relacionadas, convert¨ªa la separaci¨®n de cuentas en una tarea compleja. El combinado resultante de una gesti¨®n discutible, la mezcla de proyectos especulativos y sociales, una contabilidad compleja y necesidades de tesorer¨ªa estaba aderezado con la sospecha de que UGT se hab¨ªa beneficiado econ¨®micamente del grupo de empresas.
La crisis, m¨¢s o menos larvada, explot¨® en el verano de 1993. Los contactos entre la c¨²pula de UGT y el Gobierno "al m¨¢ximo nivel" se contaron por decenas. Por parte del Gobierno, el vicepresidente, Narc¨ªs Serra, junto con el jefe de gabinete de presidencia, Antoni Zabalza, tomaron las riendas. El sindicato, a¨²n de forma tard¨ªa., asumi¨® su responsabilidad. UGT se hizo cargo del 100% de las acciones de IGS, accedi¨® a liquidar el grupo de empresas (Unial, Club IGS Viajes, IGS .Mercado Hipotecario) y comprometi¨® su patrimonio para conseguir pr¨¦stamos del Instituto de Cr¨¦dito Oficial (ICO) por importe de 9.200 millones. M¨¢s a¨²n. El secretario general de UGT, Nicol¨¢s Redondo, enton¨® p¨²blicamente, su mea culpa.
Redondo dej¨® claro, no obstante, que el sindicato siempre hab¨ªa sido un socio minoritario en IGS. Una verdad con facetas puesto que destacados dirigentes sindicales, algunos de ellos cr¨ªticos con lo sucedido en IGS -caso del responsable de la construcci¨®n, Manuel Garnacho-, hab¨ªan desempe?ado cargos de responsabilidad en el consejo rector de la cooperativa.
En octubre, la salida de la crisis parec¨ªa estar al alcance de la mano. Seg¨²n fuentes pr¨®ximas a UGT, los enfrentamientos en torno al fracasado pacto social y la convocatoria de huelga hizo "que se levantara el pie del acelerador". La traca final fue la demanda de quiebra interpuesta por el empresario Jos¨¦ Oriol Rabassa el 22 de diciembre sobre IGS por una deuda de 350 millones. La declaraci¨®n de quiebra se evit¨® por los pelos. Tanto IGS como PSV suspendieron pagos. Se nombraron interventores judiciales y, en febrero, el Gobierno intervino la cooperativa y facult¨® al juez encargado de la suspensi¨®n de pagos, Jos¨¦ Antonio Enrech, para nombrar administradores de PSV. El Ejecutivo dej¨® claro que no habr¨ªa dinero p¨²blico para salvar el proyecto.
Casi dos meses despu¨¦s de la intervenci¨®n del Gobierno, la mara?a PSV apenas si se ha desenredado. Existe una petici¨®n de avales por 8.500 millones; una auditor¨ªa que cifra en 10.500 millones la deuda de IGS con PSV; un plan de viabilidad para construir las distintas promociones hasta 1998; una amenaza de dimisi¨®n (la de Prudencio Garc¨ªa); una conclusi¨®n: la cooperativa no se puede dividir de forma inmediata y una gran confusi¨®n de competencias entre interventores, asesores, administradores y gestores.
Como un, sacacorchos
La crisis de PSV ha sido como un sacacorchos. Girando sobre s¨ª misma, ha perforado la credibilidad del sindicato promotor del proyecto, UGT, y para encontrar una salida adecuada, ha tenido que dar vueltas en sentido inverso. Cuando empez¨® la crisis, hace ya dos a?os, se tem¨ªa la quiebra del proyecto por falta de financiaci¨®n y ausencia de confianza de los.. socios en una cooperativa que, al fin, no constru¨ªa las viviendas prometidas. Despu¨¦s de dos a?os, el nuevo administrador, Prudencio Garc¨ªa, en su primera reuni¨®n con los medios de comunicaci¨®n, dijo haber llegado a la conclusi¨®n de que PSV ten¨ªa dos problemas fundamentales: financiaci¨®n y confianza.Hay m¨¢s datos que avalan la teor¨ªa de que el problema PSV ha estado girando sobre el mismo eje. Los antiguos gestores reclamaban en 1992 alrededor de 14.000 millones de pesetas para sacar adelante el proyecto. Casi dos a?os despu¨¦s, se piden avales por importe de 8.500 millones, despu¨¦s de haber dedicado a tapar el gran agujero de la sociedad de cr¨¦dito hipotecario (IGS, de Mercado Hipotecario) la mayor parte de los 9.200 millones del pr¨¦stamo del ICO.
La cuesti¨®n de la segregaci¨®n de promociones tampoco se ha resuelto. Pese a que los bancos exigieron y exigen la separaci¨®n de promociones para facilitar cr¨¦ditos, el nuevo equipo gestor ha llegado a la conclusi¨®n de que la estructura de negocio del grupo IGS, a?adida al proceso de suspensi¨®n de pagos, hace imposible desgajar el proyecto de viviendas.
?Se ha avanzado desde el pasado verano para solucionar la crisis? En la medida de que queda poco por hacer, ya que la contabilidad est¨¢ separada, todos los ¨®rganos informados y el plan de viabilidad esbozado, s¨ª se ha avanzado. ?Qu¨¦ queda? Lo fundamental: que los cooperativistas se resignen a pagar entre un 5% y un 7% m¨¢s por sus viviendas y que acepten recibirlas, en algunos casos, seis a?os despu¨¦s de lo prometido.
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