La estad¨ªstica del abono revoluciona el escalaf¨®n

Esta tarde, Espartaco; ma?ana, Manzanares, Ojeda y Ponce. Vuelven las figuras a Las Ventas. ?Figuras? Hay que precisar. Entre los cuatro han matado 65 toros en las seis ¨²ltimas ferias, es decir, que han tenido la opci¨®n de cortar hasta 130 orejas. No cortaron m¨¢s que diez. El escalaf¨®n sufrir¨ªa un vuelco si paria la feria se aplicasen criterios basados estrictamente en m¨¦ritos anteriores. Pero es otra la batalla que se libra en los despachos. Para Jesul¨ªn de Ubrique, m¨¢s corridas que nadie, tres. Jam¨¢s hab¨ªa hecho nada en San Isidro que le permitiera tan siquiera dar una vuelta al ruedo, pero este a?o estaba arrebatador: 35 corridas, 80 orejas.Jesul¨ªn se despidi¨® sin aumentar su haber y ahora llega la segunda oleada de matadores populares. Entre hoy y ma?ana ponen su broche en la feria toreros de la m¨¢xima cotizaci¨®n. Todos ya torearon la semana pasada y s¨®lo Enrique Ponce puede salir al ruedo con la cabeza bien alta. Cort¨® una oreja y en el siguiente toro fue ovacionado. El balance que obtuvieron los otros tres es como para pens¨¢rselo dos veces antes de pagar por una entrada en la reventa 20.000 pesetas: Espartaco, silencio y bronca; Manzanares, silencio y pitos; Ojeda, pitos en los dos.

Realmente Ponce es de este cuarteto el ¨²nico que justifica su cartel. Jam¨¢s ha sido un¨¢nimemente censurado por el p¨²blico en Las Ventas y aunque nunca ha salido a hombros en San Isidro, lleva cortadas cuatro orejas.

Espartaco ha cortado una m¨¢s, pero para ello tambi¨¦n ha necesitado lidiar nueve toros m¨¢s que Ponce. Las repetidas broncas del p¨²blico le rebajan, no obstante, su nota media porque tampoco ha salido como triunfador.

La calificaci¨®n es a¨²n peor en el caso de Jos¨¦ Mar? Manzanares. El a?o pasado sali¨® a hombros, hecho que resulta excepcional en su trayectoria, porque entre 1989 y 1993 lo m¨¢ximo que hab¨ªa conseguido arrancar de los espectadores hab¨ªan sido unos aplausos. Las broncas, en cambio, abundan en su expediente de los ¨²ltimos a?os.

Del cuartero estelar, Paco Ojeda es el que queda en mayor evidencia. Ha abandonado m¨¢s veces el ruedo bajo broncas que entre ovaciones y en los seis ¨²ltimos a?os no ha cortado ninguna oreja.

Tampoco son los ¨²nicos matadores cuyas exigencias no est¨¢n acordes con la torer¨ªa que muestran ante el toro. La expectaci¨®n que levantan raras veces se justifica; en cambio toreros modestos est¨¢n por encima de algunas figuras. Son los llamados toreros de Madrid, porque jam¨¢s defraudan. Coleccionan orejas y lidian con dignidad.