"Si los toros se caen, hay que investigar por qu¨¦"

Pa?uelos verdes al aire, toros rodando por el suelo, figuras con el gesto compungido, gritos contra el palco... La escena suele representarse cada vez que los matadores de fama pisan el ruedo de Las Ventas. "Los ganaderos traen los toros que han elegido las figuras, que no siempre son los mejores, y pasa lo que pasa", dice. Pedro Mora, director del Centro de Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid, organismo que fija a la empresa los criterios de gesti¨®n de la plaza.

La responsabilidad ¨²ltima de lo que ocurre en el ruedo es del comisario de polic¨ªa que cada tarde se sienta en el palco a presidir la corrida. Tiene potestad para todo. "Legalmente es la ¨²nica persona que vela por la integridad del espect¨¢culo", afirma Pedro Mora. "?l realiza el reconocimiento de los toros, junto con sus asesores, y quien dice si valen o no. ?Que pas¨® con la corrida de Mar¨ªa del Carmen Camacho? Que lleg¨® con un peso medio de 438 kilos. El presidente intervino y la ech¨® para atr¨¢s. As¨ª es como hay que actuar".Esa tarde, que toreaban Curro V¨¢zquez, Paco Ojeda y Finito de C¨®rdoba, se evit¨® el esc¨¢ndalo, pese a que en un principio los tres espadas se acogieron a la cl¨¢usula del cambio de la ganader¨ªa contratada para no actuar. La empresa logr¨® convencerlos de que iban a salir ganando, pues les propuso los Alcurruc¨¦n, que la tarde anterior hab¨ªan hecho triunfar a Julio Aparicio.

Ayer tambi¨¦n se rechaz¨® la ganader¨ªa titular, la de Torrestrella. "Sustituirla por la de Guardiola fue una prueba de que a Madrid no puede venir un hierro cualquiera", comenta Pedro Mora. "La decisi¨®n de la empresa impidi¨® que el p¨²blico mostrara su disgusto, como sucedi¨® la pasada semana con la corrida de Moura".

En esa corrida, Manzanares, Espartaco y Javier V¨¢zquez lidiaron toros inv¨¢lidos bajo la presidencia de Marcelino Moronta. "Los presidentes no act¨²an de mala fe", asegura Pedro Mora. "Moronta es uno de los presidentes m¨¢s serios, pero se le fue la mano. Lo que tuvo que hacer es echar la corrida para atr¨¢s si ten¨ªa alguna sospecha. ?Pero c¨®mo iba a tenerla? Yo mismo vi la corrida en El Bat¨¢n y tambi¨¦n en el reconocimiento. All¨ª no se detect¨® lo m¨¢s m¨ªnimo. Luego sali¨® a la plaza y hasta pon¨ªas en duda el trap¨ªo de los toros. Entiendo lo que hizo el presidente, porque si echa para atr¨¢s el primer toro, luego tambi¨¦n tendr¨ªa que hacer lo mismo con el segundo y el tercero a lo m¨¢s m¨ªnimo. Pero hay que hacerlo as¨ª. En esta plaza no se pueden permitir los esc¨¢ndalos".

Pedro Mora a?ade: "Hay dudas razonables, porque existen precedentes a tener en cuenta. El toro de Aparicio, por ejemplo. Se le pit¨® desde el principio, luego se fue para arriba y permiti¨® que Aparicio pusiera la plaza boca abajo". Sin embargo, admite que el presidente, en caso de haberse equivocado, tiene potestad para investigar por qu¨¦ el comportamiento de los toros haya podido dejar en evidencia sus decisiones. Basta con que ordene el an¨¢lisis de las v¨ªsceras, como le permite este a?o la reglamentaci¨®n: "Si una corrida se cae toda, hay que investigar qu¨¦ ha pasado. Es el presidente quien tiene que decidirlo. La Comunidad no puede hacerlo, pues entrar¨ªamos en competencias que son de la administraci¨®n del Gobierrio y podr¨ªamos crear un enfrentamiento".

La responsabilidad del Centro de Asuntos Taurinos de la Comunidad es muy limitada, una vez que comienza la temporada, asegura su director. "En el pliego de condiciones figura que la Comunidad fijar¨¢ a la empresa los criterios para la contrataci¨®n de ganader¨ªas y toreros. Con los toros es muy f¨¢cil, porque vienen todos los que son del gusto de Madrid. Con los toreros hay que arriesgar m¨¢s.