Las grandes superficies
Recuerdo qu¨¦ hace una semana, quiz¨¢ dos, la polic¨ªa encontr¨® un prost¨ªbulo dentro de una sauna. No doy ahora con el recorte, la verdad, porque tengo la mesa hecha un desastre, pero lo le¨ª en estas p¨¢ginas. O sea, que entr¨® la polic¨ªa en lo que parec¨ªa un ba?o turco y resulta que era una casa de putas sin aire acondicionado. Lo daban como noticia, pero a lo mejor no es tan raro; a lo mejor un prost¨ªbulo dentro de una sauna es tan normal como un gusano en una tableta de chocolate, unos gorgojos en un paquete de arroz o unas "deficiencias higi¨¦nico-santiarias" en un almac¨¦n de D¨ªa. Donde menos se espera salta la liebre. El pasado domingo, dentro de un pozo de San Mart¨ªn de la Vega, hab¨ªa un magreb¨ª con la cabeza llena de balas.Los peri¨®dicos existen precisamente por eso, porque a veces dentro de las cosas aparece algo que no es y hay que decirlo. Yo un d¨ªa encontr¨¦ un ej¨¦rcito de berberechos en una lata de mejillones, pero cuando llam¨¦ a la tienda para protestar me explicaron que los berberechos estaban en su sitio: el error era del etiquetado. A veces el error est¨¢ fuera en lugar de dentro. Ahora, por ejemplo, es muy frecuente que la polic¨ªa entre en un piso de sesenta metros cuadrados, sin ventilaci¨®n, y encuentre a sesenta chinos confeccionando pantalones vaqueros clandestinos. Los chinos est¨¢n bien, donde deben y en las condiciones que les corresponden, sin seguridad social ni zarandajas de ¨¦sas, y cori salarios de esclavos. El error est¨¢ en el etiquetado, es decir, en el nombre de la calle donde aparece el taller de costura, que tendr¨ªa que estar escrito con caracteres chinos.
En China hay muchos talleres de ¨¦sos, pero all¨ª no son ilegales, aunque tambi¨¦n trabajan a miles de kil¨®metros de aqu¨ª y en peores condiciones. Lo ilegal esesclavizarlos tan cerca. Algunos de esos libros infantiles tan bien cosidos y tan llenos de valores democr¨¢ticos, que los europeos regalamos a nuestros hijos para educarlos en la cultura de la libertad, est¨¢n hechos por esclavos a miles y miles de kil¨®metros de distancia. Lo escandaloso ser¨ªa que los hicieran aqu¨ª al lado, hombre, con los partidarios que somos nosotros del Estado del bienestar.
El Estado del bienestar se manifiesta, por lo general, en las cosas grandes. Cuando una ciudad cuenta con hipermercados de la salud como La Paz e hipermercados de la cultura como el Leguid¨², es porque el bienestar est¨¢ alcanzando cotas hist¨®ricas. Lo que no sabemos es si el Leguid¨² va a ser tan f¨¢cil de llenar como La Paz. En La Paz, a veces, tienen que poner camas en las salas de espera para atender a todos los que van, o sea, que es un ¨¦xito, como cuando en las conferencias hay que colocar sillas en los pasillos laterales. Lo que pasa es que el Leguid¨² es demasiado grande, no s¨¦ yo si habr¨¢ enfermos para llenar todas sus dependencias, sobre todo si no mejoran el mailing que el otro d¨ªa no me invitaron a la presentaci¨®n. Aunque de todos modos no habr¨ªa ido, porque ten¨ªa hora en La Paz, con un psiquiatra que me controla las tendencias suicidas. Por cierto, que estaban los pasillos llenos de gente completamente enferma, como yo: un ¨¦xito, ya digo.
Propongo que, cuando el Leguid¨² funcione, las ambulancias dejen a un loco en el Leguid¨² ya otro en La Paz, al fin y al cabo los dos centros son grandes superficies. A lo mejor no es tan sorprendente econtrar un suicida en una f¨¢brica de cervezas como un prost¨ªbulo en una sauna o un taller clandestino en una lata de berberechos, pero tendria garantizado un lleno permanente, y de eso es de lo que se trata, de llenar De rellenar, m¨¢s bien.
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