El Ashura m¨¢s sangriento
El ayatol¨¢ Al¨ª Jamenei quiso acabar de un plumazo con la sangre que los shi¨ªes vierten para conmemorar el martirio del imam Husein, hijo del califa Al¨ª y nieto del profeta Mahoma, asesinado en Kerbala (Irak) por el Ej¨¦rcito del califa omeya Yazid, en el 680.Desde Ir¨¢n, a India, pasando por Pakist¨¢n o Kuwait, los shi¨ªes, mayoritarios en Ir¨¢n pero minor¨ªa dentro del mundo musulm¨¢n, conmemoraban este triste d¨ªa, que marca el inicio de su decadencia frente al poder¨ªo golpe¨¢ndose con cadenas o l¨¢tigos de puntas acabadas en clavos o cuchillas. La sangre corr¨ªa a raudales por caras y espaldas de miles de iluminados que recorr¨ªan en procesi¨®n las calles lamentando la suerte de Husein.
"Hay que abstenerse de esta pr¨¢ctica [de automutilaci¨®n] que hace aparecer a los shi¨ªes frente a los dem¨¢s musulmanes y no musulmanes del mundo como un grupo de gente supersticiosa y falta de raz¨®n", declar¨® semanas atr¨¢s Al¨ª Jamenei, gu¨ªa espiritual de Ir¨¢n, para poner fin a una de las tradiciones hasta ahora m¨¢s sagradas del shiismo.
"Las ¨®rdenes del Gu¨ªa est¨¢n por encima de todas las fatuas [decretos religiosos] anteriores que legitimaban las pr¨¢cticas de la automutilaci¨®n", afirm¨® el ayatola Meshkini, uno de los principales dirigentes de los ortodoxos iran¨ªes para indicar que acataba el dictado de Jamenei.
La consigna de ayer era "no m¨¢s sangre" y las primeras horas de la celebraci¨®n del Ashura as¨ª lo hac¨ªa prever. Miles de teheran¨ªes, hombres y mujeres, se lanzaron a las calles con las manos vac¨ªas para llev¨¢rselas dram¨¢ticamente a la cara acompa?ando su llanto: "Desgracia, desgracia, Husein ha muerto en Kerbala".
Sin embargo, al iniciarse la tarde una bomba sacudi¨® a todo el pa¨ªs. La sangre hasta entonces no vertida ba?¨® el mausoleo de imam Reza cuando miles de ciudadanos rezaban pac¨ªficamente en este recinto sagrado de la ciudad de Mashad. Las primeras informaciones hablaron de 70 muertos y m¨¢s de un centenar de heridos. Posteriormente el Ministerio del Interior redujo la cifra a 21 muertos y 70 heridos. Fue el triste balance de una jornada que deb¨ªa de haber marcado el fin del derramamiento de sangre shi¨ª.
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