Huida hacia dentro
Son pocos los cineastas que, como Losey, se exiliaron materialmente de Hollywood y no volvieron nunca. En cambio son muchos los que huyeron al exilio interior y dejaron de hacer lo que sab¨ªan hacer o encubrieron sus nombres y el cine que llevaban dentro para as¨ª poder trabajar.El caso m¨¢s doloroso -tras la mordaza d¨¦cadas antes a Erich von Stroheim- el de Nicholas Ray, que tras su expulsi¨®n de 55 d¨ªas en Pek¨ªn se hizo un cincasta errante y suicida. Y Samuel Fuller y, sobre todo, Orson Welles. Son muchas las pel¨ªculas que Welles ten¨ªa incubadas y no pudo hacer por la negativa de los estudios a darlas cauce. Tuvo Welles -a disgusto, pues su cine necesitaba los equipos profesionales de Hollywood- que emigrar a Europa o refugiarse en el cine artesanal. Y cuando, por fin, en Sed de mal, trabaj¨® a su manera y logr¨® su obra m¨¢s audaz, fue porque un actor, CharIton Heston,se jug¨® el tipo y apost¨® por ¨¦l.
La mudez alcanz¨®, tras la purga de McCarthy, a algunos de los mejores guionistas -Hellman, Hammett, Trumbo, Maltz y muchos otros- y a directores como David Miller o Abraham Polonsky.
Otros que tuvieron que dar un vuelco a su carrera y esconderse dentro de s¨ª mismos, para no despertar sospechas y poder sobrevivir con su oficio: el caso, ciertamente admirable, de Elia Kazan y, sobre todo, de Robert Rossen, cineasta pol¨ªtico que tuvo que refugiarse en el lirismo y sac¨® de ¨¦l dos obras maestras: El buscavidas y Lilith.
Y los resistentes, que se refugiaron en el cine independiente: John Cassavetes, Robert Altman, Martin Ritt, Arthur Penn. O que se compraron un refugio y desaparecieron en ¨¦l, como Budd Boetticher, entre decenas de hombres de esa generaci¨®n perdida, que se ahog¨® en sus piscinas y de la que Losey fue una rara excepci¨®n.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.