La mujer que estrangul¨® a su hijo y atac¨® al otro se enfrenta a 46 a?os de c¨¢rcel
Carmen Garc¨ªa de la Santa, la madre que el pasado 4 de enero estrangul¨® a su hijo de nueve a?os, Alvaro, e intent¨® acuchillar al mayor, Mario, de 13, se enfrenta a una petici¨®n de 46 a?os de c¨¢rcel. La Fiscal¨ªa de Madrid le imputa dos parricidios, uno de ellos -el de Mario- frustrado. Su abogado defensor considera que no se le pueden imputar estos delitos porque sufre un trastorno mental. Dos psiquiatras han elaborado un minucioso informe sobre la vida de esta mujer de 43 a?os, licenciada en Filosof¨ªa y Letras y con estudios de Magisterio. En el documento, que obra en el sumario, la parricida relata con detalle sus ¨²ltimas vivencias, su impresi¨®n al saber que su esposo quer¨ªa a otra mujer, y el desconsuelo que embarg¨® a sus. hijos tras la marcha del padre. Mario sufri¨® un grave desequilibrio emocional y, con el tiempo, su dolor se transform¨® en una fuerte agresividad hacia la madre. Carmen, sin consuelo de nadie, deambul¨® por las consultas de psic¨®logos y psiquiatras, pero el ni?o no mejor¨®. El mundo se le hundi¨® definitivamente el 4 de enero. Carmen ha narrado as¨ª al juez lo ocurrido aquel d¨ªa: "Todo empez¨® porque Mario empez¨® a pegar al hermano. ?lvaro [el menor] vino a quejarse de Mario. ?lvaro era gordito y me dijo: 'Mam¨¢, Mario se est¨¢ burlando'. Le dije que dejase a su hermano; si no, no ir¨ªamos a pasear. Ten¨ªa mucha fuerza y empez¨® a pegarme, sin mediar palabra. Siempre era as¨ª: no sab¨ªas cuando iba a saltar, arrancaba trozos de la enciclopedia... Yo le dije: 'Por favor, Mario, no me pegues'.
PASA A LA P?GINA 3
"Si t¨² no quieres morir, mam¨¢ s¨ª", grit¨® la homicida a su otro hijo al ir a suicidarse
VIENE DE LA P?GINA 1
"Me empuj¨® y me di en la cabeza con la placa del radiador. Me sal¨ªa sangre. Fui a por una toalla para limpiarme; ¨¦l se asust¨® y dijo: 'T¨² no sales de aqu¨ª'; no quer¨ªa que llamara al 061. Arranc¨® el tel¨¦fono. Llegu¨¦ al ambulatorio con el peque?o y me dieron tres puntos de sutura en la cabeza. Me preguntaron que qu¨¦ me hab¨ªa pasado. Me dio pena y dije que me hab¨ªa ca¨ªdo limpiando".
"Llegu¨¦ a casa muy mal. No aguantaba m¨¢s. Miraba a Mario y pens¨¦ que nunca acabar¨ªa su agresividad. Me fui poniendo muy mal, cada vez peor; muy mal. Ahora no s¨¦ describirlo; pens¨¦ que ten¨ªamos que marcharnos los tres, as¨ª dejar¨ªamos de sufrir. El ¨²ltimo a?o hab¨ªa vivido con una fuerte tensi¨®n: no encontraba trabajo no me llegaba el dinero... Pens¨¦ que no pod¨ªa dejar a los ni?os con el padre, que si lo hac¨ªa los depreciar¨ªan. Me vi sin fuerzas para seguir".
"Di de cenar a los ni?os, su pongo que un filete. Yo tambi¨¦n com¨ª un trozo de queso, nada m¨¢s. Mario segu¨ªa sufriendo. ?Cada vez estaba m¨¢s segura de que ten¨ªamos que hacer eso! Fui a la habitaci¨®n de ?lvaro. Con la excusa de que ?lvaro hab¨ªa cogido colesterol, les dije que les iba a dar unas pastillas. Pens¨¦ que morir era f¨¢cil, pero es dif¨ªcil. Les di un Tranxilium 50 a cada uno. Eso para que estuvieran bien dormidos. Yo esperaba que se durmieran, sin pensar en otra cosa que en morir. Ten¨ªa un mont¨®n de cuerdas, pens¨¦ que era f¨¢cil".Apretar el cuello
"Dorm¨ªan en habitaciones separadas. Me cost¨® mucho trabajo hasta que el ni?o dej¨® de moverse". [El fiscal indica que ?lvaro se despert¨® cuando la madre, provista de una cuerda casera hecha con 12 hilos tipo bramante, comenz¨® a apretarle el cuello].
"Vi que ya estaba muerto. Hice una cuerda m¨¢s grande para Mario, y pens¨¦ que con un cuchillo ser¨ªa mucho m¨¢s r¨¢pido. Cog¨ª un cuchillo de la cocina. Mario se despert¨®, y ya no pude hacerlo. No tuve la suficiente valent¨ªa para clav¨¢rselo. Si hubiese tenido fuerzas, habr¨ªa sido mejor, porque no habr¨ªan llamado a casa hasta pasada una semana...".
Con Mario quise hacerlo, creo que le pinch¨¦ un poco en el coraz¨®n para que fuese eficaz, pero ¨¦l vio lo que estaba haciendo y me dijo: 'Mam¨¢, ?qu¨¦ haces?'. Es lo mejor para todos, le dije yo. Me fui a la cocina y el ni?o creo que ya hab¨ªa cogido todos los cuchillos para esconderlos. Mientras, tom¨¦ 13 comprimidos de Tranxilium 50, todos los que hab¨ªa, y me sent¨¦ en la sala de estar. Mario se acerc¨® a m¨ª y me dec¨ªa: 'Mam¨¢, no quiero que te mueras'. Y me ech¨® por encima de la cabeza una botella de agua. ?l no sab¨ªa que ?lvaro hab¨ªa muerto. Cuando yo le dec¨ªa que me quer¨ªa morir, ¨¦l me pregunt¨® que qu¨¦ ¨ªbamos a hacer con ?lvaro. No le contest¨¦. Me fui a la cama, me tap¨¦ con una manta pensando que iba a morir... Deb¨ª perder el conocimiento, porque ya no me di cuenta de nada hasta que despert¨¦ y vi gente en torno a la cama".
Mario sali¨® a la calle pidiendo ayuda. Sobre las cuatro de la madrugada, Carmen fue conducida a un hospital y, una vez recuperada del efecto de las pastillas, al juzgado de guardia. El juez orden¨® su ingreso en el ¨¢rea de psiquiatr¨ªa del hospital de la Princesa. Mario fue internado en un centro de acogida de menores de la Comunidad. Ahora, Carmen espera en el hospital, cualquier oportunidad para suicidarse, pero los m¨¦dicos, que lo saben, no la dejan sola ni un momento.
Su abogado, Hermenegildo P¨¦rez Bola?os, considera que Carmen sufre un trastorno ps¨ªquico que la convierte en una persona inimputable. S¨®lo cabe aplicarle un tratamiento m¨¦dico. El fiscal ha solicitado que Mario comparezca como testigo en el juicio, que se celebrar¨¢ el pr¨®ximo 11 de octubre. Sin embargo, P¨¦rez, Bola?os se opone "Ser¨ªa un nuevo trauma para Mario", explica a este peri¨®dico; "a quien se quiere llevar ante el tribunal, en presencia de su madre sentada en el banquillo entre la Guardia Civil, es un ni?o de 13 a?os".
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