Patrullas ciudadanas de Alcorc¨®n intentan linchar a un toxic¨®mano y dejan malherida a una drogadicta
Juli¨¢n N., de 23 a?os, y Gema, de 20 a?os, ambos toxic¨®manos, fueron apaleados la emana pasada por patrullas ciudadanas Alcorc¨®n (140.000 habitantes). El primero se dirig¨ªa a apuntarse a un gimnasio en la zona de la estaci¨®n de tren de Alcorc¨®n, entre las calles de C¨¢ceres y Badajoz. "Hab¨ªa estado tres meses desintoxic¨¢ndose en Reto [comunidad terap¨¦utica] y se encontraba bien, quer¨ªa hacer deporte", apuntaba ayer Carmen, su madre. No pudo. Medio centenar de personas, mayores y j¨®venes, seg¨²n su testimonio, le dieron una paliza con palos de hierro.
Apenas eran las siete de la tarde. "Yo creo que le reconocieron de otras veces", dice la madre. Ya en el suelo, alguien intent¨® clavarle un cuchillo en el cuello. ?l puso el brazo y le hicieron tres cortes. Pudo o¨ªr c¨®mo un hombre mayor advert¨ªa al resto de la patrulla: "Eso no, que le vais a matar". Le atendieron por urgencias en el centro de la calle de C¨¢ceres y luego fue trasladado en ambulancia hasta el hospital Cl¨ªnico de Madrid. All¨ª se le observaron m¨²ltiples contusiones, con una lesi¨®n cervical que le obliga a llevar un collar¨ªn, y una rotura parcial de ligamentos en una pierna, que no puede mover.A Gema le toc¨® un d¨ªa despu¨¦s, el jueves 29 de septiembre, cuando paseaba por la calle Mayor con un bocadillo de fiambre en la mano que le hab¨ªa preparado su madre. Casi eran las diez de la noche. Tres hombres, de unos 40 a?os, la empujaron y tiraron al suelo. Cay¨® de espaldas. "Vamos a cogeros uno por uno y os vamos a dar una paliza, hija de puta, hasta que limpiemos Alcorc¨®n", le grit¨® uno de ellos. La puntera met¨¢lica de las botas de los agresores impact¨® en su rostro y le caus¨® un derrame ocular. "Sent¨ªa c¨®mo la sangre corr¨ªa por su cara, ten¨ªa la espalda morada y una mano casi se la revientan a patadas", recordaba ayer Ana, su hermana, de 23 a?os.
Gema se ha ido al pueblo de su madre. En Fuentes de Le¨®n (Badajoz) vive ahora con su hermana Conchi y sus t¨ªos. "Aqu¨ª en Alcorc¨®n no puede estar porque la mandas a por pan y la matan", expone Br¨ªgida, su madre.
Tanto Juli¨¢n como Gema se encontraron con la droga a los 13 a?os. Fue por "los amigos", explican sus madres, que se conocen del barrio. Carmen tiene cuatro hijos y s¨®lo Juli¨¢n se le "torci¨®", dice. A Br¨ªgida le pas¨® lo mismo con Gema. El lunes pasado, Carmen denuncio en comisar¨ªa la agresi¨®n a su hijo. A Br¨ªgida no la dejaron. Su hija no fue al m¨¦dico y no hab¨ªa parte que respaldara su versi¨®n, seg¨²n ella.
Mientras tanto, los vecinos aseguran que no se puede salir a la calle porque hay muchos drogadictos. ?ngela Ben¨ªtez, propietaria de una florister¨ªa, comenta que todo ha empezado a dispararse "de dos a?os para ac¨¢". La presencia de yonquis ha hecho que las ventas desciendan en un'30%. Reconoce que hay patrullas ciudadanas, pero no es demasiado partidaria de ellas.
Antonio Garc¨ªa, presidente de una comunidad de propietarios afectada por la presencia de toxic¨®manos, afirma que las patrullas "hace 20 d¨ªa! que no salen a la calle". Sobre las agresiones, asegura: "Hay gente infiltrada de otros sitios que vienen aqu¨ª a liar la manta".
Las patrullas vecinales entraron en acci¨®n durante el mes de septiembre. Rafael Moro, director de servicios de la Polic¨ªa Municipal, pidi¨® a los vecinos un margen de confianza para aumentar la presencia policial. ?l ¨¦l mismo result¨® agredido en una ocasi¨®n cuando proteg¨ªa a un grupo de toxic¨®manos a los que persegu¨ªan los vecinos. Antes del verano, una asociaci¨®n de comerciantes de la localidad pidi¨® la dimisi¨®n del comisario de Alcorc¨®n por su inoperancia.
El pasado martes, los vecinos se reunieron con el alcalde, Jes¨²s Salvador B¨¦dmar (PSOE), quien se comprometi¨® a mantener la presencia policial en la zona de la estaci¨®n y plaza de los Ca¨ªdos y a dar preferencia a las llamadas que la Polic¨ªa Municipal recibe y que denuncian el tr¨¢fico de droga.
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