El Congreso de EE UU retrasa hasta diciembre la ratificaci¨®n del GATT

Un pu?ado de congresistas norteamericanos preocupados por su suerte en las elecciones del pr¨®ximo 8 de noviembre ha conseguido definitivamente retrasar -hasta diciembre por lo me nos- la ratificaci¨®n M GATT, un acuerdo comercial del que est¨¢n pendiente 123 naciones. Al bloqueo del Senado, se uni¨® ayer el de la C¨¢mara de Representantes, donde el presidente no encontr¨® suficientes votos para la aprobaci¨®n.

La votaci¨®n en ambas c¨¢maras ha sido retrasada, en principio, para despu¨¦s de las elecciones, pero los cambios que pueden experimentarse como consecuencia de esos comicios -en los que se espera una aplastante victoria de la oposici¨®n republicana- crean incertidumbres sobre el destino final del GATT en el Congreso norteamericano. La Casa Blanca cre¨ªa contar con respaldo suficiente pata la aprobaci¨®n del hist¨®rico acuerdo comercial. Sin embargo, la fuerte campa?a desatada por los enemigos del GATT -entre ellos los ex candidatos presidenciales Ross Perot y Pat Buchanan- ha asustado a algunos congresistas republicanos, que temen el impacto del tema en sus campa?as electorales, y eso ha impedido formar la mayor¨ªa necesaria.El presidente de la C¨¢mara de Representantes, Thomas Foley, inform¨® el mi¨¦rcoles por la noche al presidente Bill Clinton que hab¨ªa sido imposible conseguir un compromiso bipartidista para sacar adelante la votaci¨®n. El l¨ªder de los republicanos, Robert Michel, dijo que el retraso de la votaci¨®n en la c¨¢mara baja no es tan grave, puesto que el GATT hab¨ªa sido ya bloqueado por el Senado.

El Congreso, que concluye hoy sus sesiones, no volver¨¢ a reunirse formalmente hasta el pr¨®ximo mes de enero. Eso significa que la ratificaci¨®n del GATT no podr¨ªa producirse este a?o y, por tanto, el acuerdo comercial trabajosamente negociado durante siete a?os, no podr¨ªa entrar en vigor, como est¨¢ previsto, en 1995. Consciente de la responsabilidad que Estados Unidos asume con eso, el presidente Bill Clinton ha obligado al Congreso a celebrar sesiones extraordinarias despu¨¦s de las elecciones para votar el GATT. En principio, la votaci¨®n de la C¨¢mara se llevar¨¢ a cabo el 29 de noviembre, y la del Senado, el 1 de diciembre. La mayor¨ªa de los observadores cuentan con que, una vez superados los aprietos electorales, el GATT ser¨¢ aprobado, pero nada puede darse por hecho todav¨ªa.

Gingrich, quien, como m¨ªnimo, ser¨¢ el jefe del grupo parlamentario republicano despu¨¦s del 8 de noviembre, encuentra que el GATT contiene algunos aspectos relacionados con el comercio de telecomunicaciones que podr¨ªa perjudicar a la industria norteamericana. Otros congresistas se han quejado de los da?os a la industria textil, otros del excesivo poder que se otorga a la Organizaci¨®n Mundial de Comercio. En definitiva, nadie quiere presentarse ante sus electores despu¨¦s de haber dado el visto bueno a un acuerdo que le podr¨ªan echar en cara sus rivales pol¨ªticos. Indudablemente, otro de los objetivos de retrasar las votaciones es dejar al presidente Clinton con las menos cartas posibles de cara a la inminente y trascendental cita electoral.