"Yo no soy un traidor"
Manuel Copete rompe la estrategia de los guerristas sevillanos al pasarse a la candidatura renovadora
"?se no es mi nivel, yo s¨®lo s¨¦ de socialismo sevillano". Manuel Copete est¨¢ abrumado. Colocado en primera fila de las luchas intestinas del PSOE casi en volandas -al plantar a sus promotores guerristas e integrarse en la candidatura renovadora de Carmen Hermos¨ªn-, Copete no se reclama ni de unos ni de otros. S¨®lo acierta a defenderse de las acusaciones de traidor, o a lamentar la forma en la que ha sido utilizado por sus ex compa?eros. "El gato escaldado del agua caliente huye", concluye.Militante desde 1981, Manuel Copete, de 40 a?os, es concejal de Puebla de Cazalla y vicepresidente de la Diputaci¨®n de Sevilla. Componendas tortuosas le llevaron a irrumpir en el campo de batalla del congreso sevillano a la cabeza de la candidatura guerrista, de la que fue desalojado el n¨²cleo duro del guerrismo al grito de "?traidor, otra lista!". "Hermosin me dijo que s¨ª pr¨¢cticamente a todo lo que negoci¨¦ y por eso acept¨¦. Lo que ocurre es que un sector de fan¨¢ticos apa?¨® antes de hablar que el acuerdo era indeseable. Incluso sali¨® en prensa que yo ya no era el candidato, sino Alfonso Garrido. Nadie me explic¨® por qu¨¦, y yo no pertenezco a ning¨²n comando de obediencia ciega".Copete asegura que Alfonso Guerra no le indic¨® personalmente su disconformidad con el acuerdo. "Le expuse que hab¨ªa condiciones para que Sevilla no fuera un esc¨¢ndalo y tener que cerrar el congreso por decreto, y no me dijo nada".
Seg¨²n cuenta ¨¦l, su malditismo dentro del grupo guerrista empez¨® cuando se neg¨® a la ruptura por la ruptura. "Ah¨ª se me comenz¨® a llamar renovador, traidor. Una especie de cosa mal¨¦fica me catalog¨® como un vendido por el cargo p¨²blico ( ... ) todo lo que se puede decir para deshonrar a alguien y tapar que hab¨ªa argumentos para la unidad y el consenso".Durante el congreso del fin de semana sorprendi¨® con una declaraci¨®n rotunda: "Son una secta". Ahora -con un poco m¨¢s de sosiego, pero a¨²n desbordado- lo explica. "Estaba viendo desde el verano que funcionaban de manera extra?a. A algunos delegados se les dec¨ªa por tel¨¦fono que no fueran a mis reuniones. Lo que pasa es que no se rompe a la primera, hay que comprobar las cosas".El silencio de GuerraManuel Copete no se considera un traidor: "Yo no soy un traidor, no he abominado de Guerra, no s¨¦ si ¨¦l lo ha hecho de m¨ª". "Guerra no habla, y no tengo tiempo para estar todo el d¨ªa d¨¢ndole vueltas a lo que pensar¨¢. Me gustar¨ªa saberlo, de verdad, y ¨¦l se sabe de memoria el tel¨¦fono de mi casa". Sobre la pol¨¦mica de hacia d¨®nde camina el socialismo o si habr¨¢ ruptura, Copete no se encuentra capacitado para hablar. "He entendido todo esto como un problema sevillano, soy uno de los much¨ªsimos dirigentes de aqu¨ª y ya est¨¢. Esas alturas se me escapan porque el nivel de mi trabajo es otro, el de la, gente".
Sin embargo, s¨ª cree Copete que est¨¢ en condiciones de, aventurar que si el vicesecretario del PSOE apoya a los guerristas sevillanos "se equivoca de plano". "El no por el no conduce a ninguna parte. Van a disolver el partido con posturas como que 'mientras antes perdamos las elecciones, antes se quedar¨¢n los puros para hacerse con el poder y gobernar este partido con brazo de hierro'. Son fan¨¢ticos".
A pesar de todo, Copete no se define como renovador. Asegura que le apoya un grupo "de gente de pueblo, joven, municipalista, que ha nacido fuerte y que ha sufrido en sus carnes el primer hierrazo de los sectarios". "Venimos curados de espanto", afirma. Y concluye: "Ni Cristo me utiliza m¨¢s".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.