Perder la cabeza
Hace cuatro a?os, Rosa Verg¨¦s debut¨® en el cine comercial con Boom boom, una comedia de mod¨¦lica construcci¨®n, brillantes di¨¢logos e inspirada carpinter¨ªa visual. Era, adem¨¢s, un filme inteligente, producido con discretos medios y que hac¨ªa de sus carencias virtud. Ha pasado el tiempo y Verg¨¦s ha vuelto a un terreno familiar, pero con la voluntad de no repetir mim¨¦ticamente su primer largometraje. Y el resultado, a pesar de algunas vacilaciones, sigue siendo estimulante.Souvenir parte de una situaci¨®n de gui¨®n realmente ins¨®lita, a la que el filme extrae todo su jugo durante el primer tercio de su desarrollo. Un turista japon¨¦s de paso por Barcelona intercambia sin querer su maleta con la de una atractiva azafata. Pero al ir a devolverla sufre un accidente vial del que queda amn¨¦sico. A partir. de ah¨ª, el filme. evoluciona en varias direcciones a partir del apoyo que le brinda este particular marciano al que casi nadie entiende, empezando por ¨¦l mismo.
Souvenir
Direcci¨®n: Rosa Verg¨¦s. Gui¨®n: R. Verg¨¦s y Jordi Beltr¨¢n. Fotograf¨ªa: Flavio Mart¨ªnez Labiano. M¨²sica:J. M. Pag¨¢n. Producci¨®n: Rosa Romero y Vict¨®ria Borr¨¢s para Avanti Films. Espa?a, 1994. Int¨¦rpretes: Futoshi Kasagawa, Emma Su¨¢rez, Anna Lizar¨¢n, Pepa L¨®pez, Emilio Guti¨¦rrez Caba, Merc¨¦ Pons, Enric Maj¨®. Estreno en Madrid: Palacio de la M¨²sica y Novedades.
Hay varias virtudes y alg¨²n defecto en este filme de confirmaci¨®n de Verg¨¦s. Entre las primeras, varias sabias soluciones de gui¨®n, empezando, ya est¨¢ dicho, por el propio eje del filme. Otra, la confirmaci¨®n del buen oficio de Verg¨¦s, una cineasta que rueda con buen gusto para la composici¨®n del encuadre y con una elegancia que ya quisieran para s¨ª muchos. Y otra, en fin, la virtud del riesgo: es bien cierto que Verg¨¦s podr¨ªa haber repetido la exitosa f¨®rmula de su primer largo, y seguramente nadie se lo habr¨ªa recriminado. Pero la cineasta asume aqu¨ª compromisos m¨¢s complejos, que se llaman largas secuencias en exteriores, un intento de dome?ar el ritmo de una narraci¨®n mucho m¨¢s compleja que la de Boom boom: Verg¨¦s est¨¢ aprendiendo, y a marchas aceleradas.
Pero tambi¨¦n hay defectos, y no conviene ocultarlos. En un gui¨®n que se nota en exceso zarandeado, se produce de pronto un desfallecimiento hacia la mitad del metraje, que deja por un momento hu¨¦rfanos a sus personajes. Otro problema, y ¨¦ste de orden est¨¦tico, tiene que ver con la opci¨®n de rodar en Super 16 mil¨ªmetros, un formato muy manejable en rodaje pero que brinda unos resultados visuales m¨¢s pobres que el 35 mil¨ªmetros: a una comedia rom¨¢ntica como ¨¦sta le habr¨ªa ido mucho mejor una fotograf¨ªa m¨¢s limpia, m¨¢s brillante. Y finalmente, tambi¨¦n hay que constatar una cierta debilidad puntual en el trabajo de algunos actores: no es el caso del protagonista, el japon¨¦s Kasagawa. Pero s¨ª lo es, y esto resulta extra?o en una actriz de su versatilidad y su frescura, el de Emma Su¨¢rez, aqu¨ª mucho m¨¢s contenida e impersonal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.