El asalto 18
Durante los dos d¨ªas m¨¢s largos de su existencia, los pasados mi¨¦rcoles 14 y jueves 15 de diciembre, Arturo Roman¨ª mantuvo el tipo en 18 de las 20 horas de interrogatorio, seg¨²n testimonios de algunos querellados, ante el juez Manuel Garc¨ªa-Castell¨®n y al fiscal Florentino Ort¨ª, los hombres que le interrogaron, y frente a los "asesores" invisibles, dos inspectores del Banco de Espa?a que colaboran en la instrucci¨®n del sumario y permanecen en la Audiencia Nacional durante las declaraciones. Roman¨ª se hab¨ªa preparado a conciencia en el mes y medio anterior a su citaci¨®n. Pero, como en las novelas polic¨ªacas, en las ¨²ltimas dos horas comenz¨® a desfallecer, sud¨® mucho y arraig¨® m¨¢s que disip¨® las sospechas del juez sobre los hecli6s imputados. Las comisiones pagadas por la Corporaci¨®n a empresas de Jacques Hachuel, el enriquecimiento con los t¨ªtulos de Prebetong Arag¨®n y los 1.344 millones desaparecidos en Carburos Met¨¢licos llevaron al juez a a?adir el delito de estafa al auto.Roman¨ª hizo un regimen de abstinencia de alcohol y se someti¨® a pacientes sesiones de preguntas que el abogado Mariano G¨®mez de Lia?o, fiscal excedente, escenifica en su bufete a modo de precalentamiento de sus clientes. Se present¨®, pues, en forma y respondi¨® a las preguntas sin desmayar. Quiz¨¢, dijo una persona enterada, las declaraciones se prolongaron tanto por la forma de hablar de Roman¨ª, cuya vocalizaci¨®n no ha sido su punto fuerte. La indagaci¨®n comenz¨® el mi¨¦rcoles. Roman¨ª explic¨® que el asum¨ªa todas las responsabilidades cuando era responsable de empresas industriales y participadas del banco mientras que el ¨¢rea bancaria ten¨ªa su propio responsable (Juan Belloso, hasta el 31 de diciembre de 1992 y Enrique Lasarte a partir del 1 de enero de 1993). Lo mismo ocurri¨® cuando fue nombrado, al crearse la Corporaci¨®n en 1990, su consejero delegado.
Una vez definidas sus funciones se le someti¨® a un minucioso examen sobre las llamadas "operaciones especiales" en la Corporaci¨®n Industrial. Una de ellas, que no fue incluida en su d¨ªa por el Banco de Espa?a en el expediente sancionador, est¨¢ relacionada con la compraventa de un paquete de acciones de la sociedad hormigonera Prebetong Arag¨®n, que permiti¨® a Roman¨ª enriquecerse, seg¨²n la querella, por valor de 1.220 millones. El acusado intent¨® explicar que no hab¨ªa una planificaci¨®n fraudulenta aunque los hechos pudiesen indicar lo contrario. Hizo algunas explicaciones de car¨¢cter t¨¦cnico, pero el hecho esencial no pudo ser explicado de manera convincente.
M¨¢s tarde, el fiscal y el juez abordaron una por una aquellas operaciones especiales que sin implicar un enriquecimiento para Roman¨ª hab¨ªan ocasionado beneficios para sociedades presuntamente vinculadas con el ex presidente Mario Conde y algunos de sus colaboradores. Roman¨ª neg¨® que, existiera v¨ªnculos societarios, por ejemplo, entre la sociedad Valyser y Conde. Asimismo dijo que la operaci¨®n de compraventa de un paquete del 40% de Isolux, que permiti¨® beneficios de 3.800 millones para Valyser, se bas¨® en informes t¨¦cnicos. Lo mismo arguy¨® sobre Oil-Dor y sobre asuntos como Doma-Promoci¨®n del Deporte defendi¨® la inversi¨®n. Lo mismo hizo con el edificio de Fernando el Santo, por el que la Corporaci¨®n pag¨® a fondo perdido 765 millones de pesetas.
Otro asunto, fue el pago de 509 millones a dos empresas de Jacques Hachuel -Servifilm y Martoli?as- durante 1992 por presuntos estudios de mercado inexistentes y que se califica como comisiones. Dijo que los estudios fueron realizados. Y Lleg¨® el turno a Carburos Met¨¢licos. Los 1.344 millones -precio de la opci¨®n pagada por Air Products- no desaparecieron, como se asegura. Seg¨²n explic¨® fueron aplicados a rescatar unos convertibles en acciones de Carburos que pose¨ªa una sociedad de Jacques Hachuel, llamada Euris. Cuando se le pregunt¨® por el grupo Oasis, aventura que ha costado a Banesto 50.000 millones, dijo que no era un tema de su responsabilidad porque estaba en la ¨®rbita del ¨¢rea bancaria. Solo conoc¨ªa el asunto a trav¨¦s de la comisi¨®n ejecutiva del. banco.
Como un boxeador que ha recobrado la forma despu¨¦s de muchos estragos, Roman¨ª aguant¨® hasta el asalto 18. Entonces se desmoron¨®. Los hermanos G¨®mez de Lia?o han dicho, quiz¨¢ en plan de disculpa, que si Roman¨ª aguantaba un poco m¨¢s, esas dos horas finales, se pod¨ªa haber ido a casa. Roman¨ª como Conde, asistidos siempre por Mariano G¨®mez de Lia?o, han aplicado sus conocimientos jur¨ªdicos durante estos a?os para montar un sistema de enriquecimiento que resulta dif¨ªcil de probar. Pero sus huellas, dejadas durante los a?os locos de la omnipotencia, no se han podido borrar del todo.
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