Antonio Gades reaparece con 'Fuente Ovejuna', en G¨¦nova, despu¨¦s de tres a?os de inactividad
"En Espa?a hay demasiada corrupci¨®n", afirma el ex director del Ballet Nacional
Antonio Gades vuelve a bailar en escena, cosa que no hac¨ªa desde que clausur¨® Fuego, su ballet anterior a ¨¦ste, en Jap¨®n, en 1991. Y ha elegido para este regreso el Carlo Felice de G¨¦nova, un magn¨ªfico teatro de ¨®pera inaugurado hace dos a?os, lejos de los lares patrios, donde ve "demasiada corrupci¨®n, en todos los sectores". Aunque no tiene ninguna intenci¨®n de iniciar un exilio, ni siquiera art¨ªstico. Fuente Ovejuna, su nueva creaci¨®n, un t¨ªtulo que no podr¨ªa ser m¨¢s reivindicativo, llegar¨¢ a Espa?a tras un periplo internacional de varios meses.
Pasada la primavera, tras actuar en Jap¨®n y en Italia, Gades espera estrenar en La Maestranza de Sevilla este Fuente Ovejuna que estar¨¢ en el pr¨®ximo Festival de Santander, que prest¨® el auditorio para los ensayos. "La libertad cuesta cara, y el que no lo crea as¨ª est¨¢ perdido", comenta Gades para explicar que han sido problemas medios los que le han impedido hacer el estreno mundial en Espa?a. "No ten¨ªa ni un estudio, porque el m¨ªo es demasiado peque?o para esta compa?¨ªa, en la que somos 35 bailarines. Nacho Duato, por amistad personal, me dej¨® el del Ballet Nacional cuando ellos se fueron de vacaciones. Luego, Santander me dej¨® el auditorio. Por ¨²ltimo, el Carlo Felice me dej¨® este escenario, y aqu¨ª hemos venido a estrenarlo".Tres a?os de inactividad son muchos para un bailar¨ªn que emprende el retomo los 58 a?os. El d¨ªa de ayer, v¨ªspera del estreno mundial, Gades lo pas¨® ensayando durante m¨¢s de ocho horas.
Nueva compa?¨ªa
"Cuando uno es joven, se hacen demasiadas cosas, se tiene una fuerza desmesurada y casi incontenible. Al final, se entiende que un giro puede decir m¨¢s que cuatro, y que el baile no es s¨®lo el paso", dice el bailar¨ªn, para explicar c¨®mo cambia la t¨¦cnica con el tiempo y c¨®mo se puede seguir en escena con una condici¨®n: "Basta no querer parecer siempre un joven de 25 a?os".Probablemente, no es ¨¦l el que necesita ejercitarse tanto, sino su nueva compa?¨ªa, casi in¨¦dita salvo en las primeras figuras, entre las que destaca Elvira de Andr¨¦s, la Laurencia que da r¨¦plica al Frondoso que encarna Gades. El primer bailar¨ªn, director y core¨®grafo les ha sometido a un trabajo intensivo de ensayos creativos", sobre los que se han ido tejiendo y destejiendo movimientos hasta ayer mismo. "Los artistas somos obsesos y, cuando tengo que hacer un espect¨¢culo, no pienso en otra cosa. Me despierto de noche, ensayo, pienso, vuelvo a pensar... Me siento muy ansioso", comenta.
Jos¨¦ Caballero Bonald ha colaborado en la adaptaci¨®n del drama de Lope que recuerda la revuelta del pueblo andaluz contra los excesos del comendador Fern¨¢n G¨®mez. En la m¨²sica seleccionada para este montaje hay flamenco, pero tambi¨¦n jotas y otros aires espa?oles, en algunos casos originales de Ant¨®n Garc¨ªa Abril. Y, por primera vez, hay selecciones de los Cuadros de una exposici¨®n de Mussorgsky, que acompa?an las apariciones de las clases dominantes, y piezas del barroco ingl¨¦s.
"?ltimamente he estudiado sobre todo los bailes de mi gente, ayudado por Juanjo Linares. Voy a los pueblos, y copio. Visto a mis bailarines con trajes de algod¨®n, m¨¢s pesados que la seda, para que tengan la misma postura que los campesinos. Estudio los diferentes bailes porque los amo: un pueblo que baila sus bailes y canta sus canciones no es f¨¢cil de doblegar, de homologar", dice el ex director del Ballet Nacional, y hoy miembro del Comit¨¦ Central del Partido Comunista del Pueblo Espa?ol.
Hablar con Gades es hablar de pol¨ªtica, y no es optimista la imagen que el bailar¨ªn transmite de Espa?a bajo ese aspecto: "Hay confusi¨®n, siempre confusi¨®n. El poder es siempre el poder, es decir, opresi¨®n", dice este artista, que recuerda c¨®mo comenz¨® a bailar, a los 15 a?os, "por hambre", y que s¨®lo ve una' excepci¨®n deseable en el panorama internacional: "Cuba y el r¨¦gimen de Fidel Castro, donde la gente combate porque la autoridad y la garant¨ªa de la libertad puedan coincidir".
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