Tres en una cama

El sumario recoge as¨ª el relato que el ex polic¨ªa Michel Dom¨ªnguez hace del estado en el que encontr¨® al secuestrado Marey:"Una vez en la casa, comprob¨® [Dom¨ªnguez] que a la izquierda, se encontraba un hombre sentado con la cabeza vendada, cubri¨¦ndole los ojos, manifest¨¢ndole. su compa?ero Saiz Oceja, que hab¨ªa estado as¨ª durante todo el tiempo que hab¨ªa durado el secuestro, con el fin de que no supiera d¨®nde estaba".

M¨¢s a la izquierda, en el interior de la, casa, estaba el otro polic¨ªa y hab¨ªa una cocina de hierro con le?a. Todos estaban sentados en el suelo. En otra habitaci¨®n hab¨ªa una cama grande y el techo un poco derruido, coment¨¢ndole Saiz Oceja que para que el secuestrado no se escapara cuando dorm¨ªan por la noche y darse mutuamente calor, habida cuenta de las temperaturas, se acostaron los tres en la cama: los dos funcionarios en los extremos y Segundo Marey enel centro".

"El declarante [Dom¨ªnguez] se aproxim¨® a Segundo Marey hablando en franc¨¦s y encontr¨¢ndole muy nervioso, porque estaba convencido de que le iban a matar, incluso lleg¨¢ndole a decir: 'Que me maten' de una vez, pero que lo hagan ya'. El declarante intentaba tranquilizarle, dici¨¦ndole que por la noche fe liberar¨ªan y la hora real en que se encontraba".

"Despu¨¦s de dejarle [a Marey atado en] el ¨¢rbol, Planchuelo, quien ya se encontraba en el lugar junto a Amedo, le entrega unos tel¨¦fonos [a Dom¨ªnguez] y le ordena que llame a los gendarmes [franceses] para informarles que han liberado a Segundo Marey, indic¨¢ndoles el lugar donde se encuentra ¨¦ste. Tuvo que hacerlo varias veces, ya que no aparec¨ªa nadie a recogerlo, teniendo que llamar incluso al puesto fronterizo y finalmente a una de las llamadas contestaron: 'Ya lo tenemos'. Seguidamente vuelven hasta Bilbao el declarante, Planchuelo y Amedo".