El derrumbe del peso mexicano fuerza la dimisi¨®n del ministro de Hacienda

El sue?o de un brillante futuro econ¨®mico ha terminado para M¨¦xico, al menos de momento. En una sincera reflexi¨®n p¨²blica, poco habitual en la pol¨ªtica mexicana, el presidente Ernesto Zedillo reconoci¨® anoche que el derrumbe del peso, que ha perdido un 60% de su valor frente al d¨®lar en una semana, se debe a graves errores de la Administraci¨®n, da?a el nivel de vida de la poblaci¨®n y amenaza la estabilidad del pa¨ªs. Para hacer frente a la amenaza del caos, Zedillo anunci¨® un vago plan de emergencia, con recorte del gasto p¨²blico incluido, y acept¨® la cabeza del responsable de la devaluaci¨®n, el ministro de Hacienda, Jaime Serra Puche.

Tras varios d¨ªas de vacilaciones y silencios oficiales, el presidente de la Rep¨²blica se decidi¨® ayer a hacer frente a la opini¨®n p¨²blica y a los inversores internacionales, molestos por la forma en que se ha llevado a cabo la devaluaci¨®n y la falta de transparencia sobre los planes futuros de la nueva Administraci¨®n mexicana, que tom¨® posesi¨®n el pasado 1 de diciembre.Desde su residencia oficial de Los Pinos, Zedillo advirti¨® al pa¨ªs que se acercan tiempos dificiles y que no tiene m¨¢s remedio que aplicar medidas duras. En primer lugar, la destituci¨®n, disfrazada de renuncia, del titular de Hacienda, que apenas llevaba 30 d¨ªas en el cargo. M¨¢s que por la devaluaci¨®n en s¨ª, que lleva meses gest¨¢ndose, Serra Puche dimite a causa de las cr¨ªticas generalizadas por la forma poco clara con la que ha manejado la crisis.

Dificultades de Gobierno

La sustituci¨®n de Serra Puche revela las dificultades y el aislamiento en que se encuentra Ernesto Zedillo. El nuevo responsable de la econom¨ªa es Guillermo Ortiz, subsecretario de Hacienda hasta hace un mes, y por tanto responsable n¨²mero dos de la catastr¨®fica situaci¨®n en que se encuentra el peso mexicano. Ortiz, un economista formado en Estados Unidos, pertenece al grupo de j¨®venes tecn¨®cratas que, como Serra Puche o el propio Zedillo, tratan de aplicar a M¨¦xico una l¨ªnea econ¨®mica neoliberal y aperturista. Ortiz era hasta ayer secretario de Comunicaciones en el Gobierno de Zedillo.El flamante ministro de Hacienda tendr¨¢ que aplicar a partir del 1 de enero un plan de emergencia, esbozado ayer por el presidente en su discurso a la naci¨®n. Los tres objetivos del plan son reducir el creciente d¨¦ficit por cuenta corriente (se?alado por Zedillo como la causa ¨²ltima del desastre), restablecer las condiciones para el crecimiento econ¨®mico y evitar una espiral inflacionaria.

Los mecanismos para lograr estos objetivos, sin embargo, parecen bastante vagos. El presidente cit¨® cuatro: un acuerdo entre los sectores sociales para evitar subidas de precios, un ajuste fiscal que incluya una reducci¨®n del gasto social (sin cuantificar, de momento), "medidas" para acelerar los "cambios estructurales" (sin m¨¢s precisiones), y la integraci¨®n de un fondo (con la ayuda de EE UU, Canad¨¢, el FMI y bancos internacionales) para intervenir en los mercados financieros en apoyo del peso. Los 7.000 millones de d¨®lares que los socios comerciales de M¨¦xico en el Tratado de Libre Comercio (TLC), EEUU y Canad¨¢, pusieron a disposici¨®n de Serra Puche desde ¨¦l primer d¨ªa de la crisis no sirvieron, sin embargo, para frenar la ca¨ªda de la divisa mexicana.

A pesar de las buenas intenciones del Gobierno de Zedillo, la inflaci¨®n amenaza ya a los mexicanos, especialmente a los asalariados, desde cada esquina del pa¨ªs. En el Distrito Federal, con 22 millones de habitantes, tiendas, supermercados, grandes superficies y todo aquel que tiene algo que vender, aunque sea en la calle, se han lanzado a una carrera de aceleraciones, subidas de precios y retenci¨®n de existencias, que hace temer un severo rebrote de la inflaci¨®n en los proximos meses. El objetivo oficial del 4% para 1995 est¨¢ ya enterrado. Algunas estimaciones de analistas financieros calculan una inflaci¨®n de entre el 16% 3, el 20% para el a?o que viene.

El peso, mientras tanto, ha detenido su ca¨ªda. Durante los ¨²ltimos d¨ªas hab¨ªa alcanzado un cambio ole entre 5,5 y 6 pesos por d¨®lar, lo que supon¨ªa un deterioro de m¨¢s del 75% respecto a los 3,4 pesos que costaba cada billete verde antes de estallar la crisis. Ayer, en las casas de cambio de la capital, un d¨®lar costaba entre 5 y 5,2 pesos.

La Bolsa tambi¨¦n se recupera: ayer gan¨® mas de un 3%. Los inversores convencidos de que la moneda mexicana ya no va a perder m¨¢s valor, consideran que los precios de las acciones en el mercado burs¨¢til de Ciudad de M¨¦xico vuelven a ser atractivos. Sobre todo, si se miden en d¨®lares. Los analistas, sin embargo, advierteri que se trata de movimientos especulativos, que las perspectivas econ¨®micas del pa¨ªs han empeorado de forma clara a medio plazo.