La sequ¨ªa y el Plan Hidrol¨®gico

La grave situaci¨®n de falta d¨¦ agua que afecta a la mitad meridional del pa¨ªs (la cuenca del Guadalquivir, con un porcentaje sobre la capacidad de embalse del 10%; las del Guadiana y Segura, con un 9%, y J¨²car, con el 12%) ha provocado graves p¨¦rdidas econ¨®micas en los cultivos de regad¨ªo de estas zonas, al haber disminuido dr¨¢sticamente el volumen de las producciones, con la consiguiente merma de ingresos para los agricultores.Esta situaci¨®n, lejos de ser algo transitorio y coyuntural, est¨¢ consolid¨¢ndose como algo casi estructural, Y confiemos en que no permanente, por lo que desde la Asociaci¨®n Agraria J¨®venes Agricultores (Asaja) enfocamos la resoluci¨®n de este grave problema con una ¨®ptica diferente y m¨¢s exigente. As¨ª, en los distintos foros y mesas de negociaci¨®n, Asaja ha venido demandando la urgente necesidad de abordar de forma seria y efectiva el problema de la sequ¨ªa. Para ello, en primer lugar, es de vital importancia -y as¨ª se le ha solicitado al ministro de Agricultura- la constituci¨®n urgente de una Mesa de Seguimiento de la Sequ¨ªa que tendr¨¢ por objetivo analizar y cuantificar, con rigor, tanto las reservas hidrol¨®gicas disponibles como la cuantificaci¨®n de las p¨¦rdidas econ¨®micas para el sector agrario derivadas de la escasez de agua.

En cuanto a la valoraci¨®n de p¨¦rdidas en el sector agrario como consecuencia de la reitera da sequ¨ªa, que venimos padeciendo, Asaja cuantifica, estimativamente, en 300.000 mill¨®nes de pesetas las p¨¦rdidas generadas en el sector. En esta valoraci¨®n se computa la compensa ci¨®n de cambio de cultivos con alto rendimiento por hect¨¢rea (algod¨®n) por otros cultivos (oleaginosas) con menor pro ducci¨®n y menor exigencia de agua.

En segundo lugar, Asaja propone la puesta en marcha de medidas compensatorias a las rentas como ¨²nica v¨ªa de alivio a las muy deterioradas econom¨ªas agrarias. Las medidas contempladas en los reales decretos ley aprobados por el Gobierno en 1992 y 1994 han ido dirigidas, fundamentalmente, a la obtenci¨®n de cr¨¦ditos a bajo inter¨¦s para los agricultores afectados. Sin embargo, el aumento en el grado de endeudamiento del sector no hace aconsejable, ni viable, la repetici¨®n de este tipo de ayudas en el ineludible pr¨®ximo, real decreto ley, que deber¨ªa contemplar una soluci¨®n definitiva (exenci¨®n) para las moratorias tradicionales de los pagos de c¨¢nones y tarifas de riego a aquellos agricultores que carecen de agua con que poder acometer sus labores agr¨ªcolas.

La medida alternativa que proponemos en Asaja es una ayuda, con fondos comunitarios, por un importe cuya cuant¨ªa ascienda al 50% de la ayuda de superficie de los cultivos herb¨¢ceos, seg¨²n el rendimiento comarcal asignado en el Plan Regional Productivo.

La cifra definitiva de esta medida es dif¨ªcil de precisar, pues, si nos atenemos s¨®lo al regad¨ªo y no al secano (pendientes las lluvias de primavera), habr¨ªa que hacer una segregaci¨®n seria y rigurosa de cultivos le?osos, herb¨¢ceos de riegos extensivos, cultivos sociales, arrozales, etc¨¦tera, que nos hacen ser prudentes y trabajar conjuntamente con las administraciones p¨²blicas para realizar la cobertura de los damnificados sin causar agravios comparativos.

Para conseguir el objetivo anterior es de vital importancia que el Gobierno espa?ol entable una negociaci¨®n con los m¨¢ximos responsables tanto de la Comisi¨®n Europea como del Consejo de Ministros comunitario al objeto de conseguir medidas destinadas a compensar, que no ya a paliar, las rentas de los agricultores afectados por la sequ¨ªa. En este sentido, hay que recordar el caso de Portugal, que en la campa?a 1992-1993 consigui¨® ayudas para sus agricultores y ganaderos, cosa que hasta ahora Espa?a no ha logrado.

El 1 de enero de 1995 ha entrado en vigor la orden ministerial que regula el sistema de m¨®dulos en actividades agr¨ªcolas y ganaderas. Curiosamente, este sistema de tributaci¨®n no contempla los supuestos de p¨¦rdidas de los sujetos pasivos, salvo excepciones de, situaciones catastr¨®ficas, inundaciones, etc¨¦tera. Pues bien, en Asaja creemos que ha llegado el momento de poner en marcha el anexo 3 de la orden del 29 de noviembre de 1994, en donde se contempla la reducci¨®n sustancial de los m¨®dulos y los rendimientos netos por motivo de la sequ¨ªa que padecemos. Tambi¨¦n exigimos la exoneraci¨®n de, los posibles gastos extraordinarios motivados por esta circunstancia.

Por ¨²ltimo, y paralelamente a esta negociaci¨®n, el Gobierno espa?ol tiene la acuciante obligaci¨®n de agilizar los estudios concernientes al Plan Nacional de Regad¨ªos, y remitir su provecto al Consejo Nacional del Agua para su an¨¢lisis y dictamen, ya que ¨¦sta es condici¨®n previa a la aprobaci¨®n del Plan Hidrol¨®gico Nacional. Y lo que Asaja tiene bien claro es que es absolutamente necesaria la puesta en marcha de un Plan Hidrol¨®gico Nacional que goce de amplio consenso social y que desde nuestra perspectiva debe contemplar algunos, de los siguientes supuestos:

- Analizadas las series hist¨®ricas de los ¨²ltimos veinte a?os, llegamos a la conclusi¨®n de que en Espa?a llueve (670 mil¨ªmetros anuales) casi tanto como en los pa¨ªses del centro de Europa, con la ¨²nica e importante objeci¨®n de que lo hace desequilibradamente entre el norte y el sur-sureste peninsular, por lo que la correcci¨®n, con criterios de viabilidad econ¨®mico-social, ser¨ªa nuestro primer objetivo.

-Es obvio que las zonas deficitarias en recursos h¨ªdricos sur-sureste del pa¨ªs (cuenca mediterr¨¢nea), son las que podr¨ªan obtener un mayor valor a?adido del agua como consecuencia del cultivo de productos extratempranos o de primor que alcanzan precios altos en el mercado comunitar¨ªo, por lo que consideramos indiscutible el mantener, al menos, la actual capacidad productiva de esos regad¨ªos.

- Por otro lado, es necesario recordar tambi¨¦n que las cuencas cedentes de agua tienen reivindicaciones hist¨®ricas de incrementar la superficie regable. En estos casos es necesario precisar que, pese a que las explotaciones de regad¨ªo en estas comarcas no son tan rentables econ¨®micamente como en la zona sur del pa¨ªs, s¨ª constituyen en s¨ª mismas. un valor considerable de riqueza social-econ¨®mica y de ordenaci¨®n del territorio, pues fijan la poblaci¨®n a esas ¨¢reas rurales de la ¨²nica manera posible, que es transformando sus explotaciones de secano, de baj¨ªsima rentabilidad, en tierras de regad¨ªo, que, si no multiplican su riqueza, s¨ª sirven para incrementar las oportunidades de supervivencia en la agricultura y ganader¨ªa.La Uni¨®n Europea est¨¢ llevando a cabo toda una serie de programas de desarrollo rural que van en la l¨ªnea de potenciar las rentas agrarias y no agrarias de los habitantes de las zonas rurales. L¨®gicamente, si estas ¨¢reas est¨¢n despobladas, la eficacia de los recursos comunitarios volcados en ellas tendr¨¢n escasa, o nula utilidad.

Urge pues el debate en las Cortes del Plan Hidrol¨®gico Nacional; para ello, el Pleno del Congreso de los Diputados, por acuerdo del 22 de marzo de 1994, inst¨® al Gobierno para que elaborase y presentara una documentaci¨®n de planificaci¨®n previa, relativa Plan Agrario de Regad¨ªos Plan sobre Medidas Aplicables para el Ahorro y la Reutilizaci¨®n de Aguas, Balance del R¨¦gimen Econ¨®mico y Financiero y otros documentos sobre los que debe asentarse el Plan Hidrol¨®gico Nacional, en los t¨¦rminos de la Ley de Aguas.

Ninguno de estos documentos se ha aportado al Consejo Nacional del Agua. Por eso, Asaja solicita el inmediato cumplimiento de la decisi¨®n del Pleno del Congreso e insta al Ministerio de Agricultura para que remita al Consejo Nacional del Agua el Plan Nacional de Regad¨ªos, para que, con su estudio, se comience a desbloquear la situaci¨®n.

Simult¨¢neamente, son imprescincibles las actuaciones tanto de la Administraci¨®n central como las comunidades aut¨®nomas para la adopci¨®n de medidas de ahorro en la utilizaci¨®n del agua de riego. Ambas administraciones deber¨¢n potenciar, v¨ªa ayudas, la utilizaci¨®n de tecnolog¨ªa moderna de riego (riego por goteo) que suponga un ahorro sustancial de agua. Seg¨²n el MOPTMA, con la utilizaci¨®n de estas t¨¦cnicas se puede ahorrar entre un 7% y un 8% del volumen total de agua que se consume. Mientras que con el riego por goteo el grado de aprovechamiento supondr¨ªa un ahorro de unos 1.500 hect¨®metros c¨²bicos, sobre un total de 24.300 hect¨®metros c¨²bicos correspondientes al regad¨ªo de 3,2 millones de hect¨¢reas que consumen el 80% de los 30.500 hect¨®metros c¨²bicos de necesidades de consumo). El ahorro podr¨ªa suponer caudal suficiente para poner en regad¨ªo 250.000 hect¨¢reas.

Este aumento de la superficie de riego tiene que ir unido al aumento de la, superficie base nacional de regad¨ªo, ya que en caso contrario incurrir¨ªamos en sanciones en la campa?a en que se rebasara la superficie, as¨ª como tendr¨ªamos tambi¨¦n la obligaci¨®n de abandonar sin compensaci¨®n en la campana siguiente,

En lo que respecta al consumo urbano (dom¨¦stico) de agua, ¨¦ste supone, en la situaci¨®n actual, 4.300 hect¨®metros c¨²bicos, que, unido al abastecimiento industrial, 1.900 hect¨®metros c¨²bicos, nos da un 20% del total de las necesidades de consumo- ? Aunque el PHN ya prev¨¦ un ahorro. importante en el abastecimiento d¨¦ agua, 215 hect¨®metros c¨²bicos al a?o (ahorro del 5%), se pueden conseguir mayores recursos v¨ªa disminuci¨®n del consumo de agua, por cuanto no est¨¢ justificado ni es de recibo, que el consumo de agua por habitante en Espa?a sea del entorno del doble de la media europea. S¨®lo con me jorar, las redes de distribuci¨®n urbanas (se habla de p¨¦rdidas en redes de ciudades del norte de Espa?a del 48%) se puede obtener la mitad del ahorro previsto anteriormente.

Depuraci¨®n y reutilizaci¨®n del agua son medidas de ahorro del agua que a¨²nan otro aspecto de gran importancia: el impacto ecol¨®gico. La recarga de acu¨ªferos, el riego agr¨ªcola, parques y jardines, etc¨¦tera, pueden liberar caudales de mejor calidad que se dirigir¨ªan al abastecimiento urbano. Consideramos que 500 hect¨®metros c¨²bicos anuales podr¨ªan obtenerse v¨ªa depuraci¨®n y reutilizaci¨®n del agua.

La desalinizaci¨®n es contemplada en Asaja como una v¨ªa de. obtenci¨®n del recurso de agua muy significativa que s¨®lo tiene el freno del elevado coste del proceso. Hoy por hoy, su efecto en cuanto al regad¨ªo es de sustituci¨®n y liberaci¨®n de caudales, al modo y manera de depuraci¨®n del agua, por cuanto no existen cultivos que proporcionen rentabilidad suficiente para el uso de aguas desalinizadas.

En definitiva, la preocupaci¨®n n¨²mero uno de Asaja la constituye este binomio inseparable sequ¨ªa-agua, al cual es preciso, yo dir¨ªa que urgente, que desde los poderes p¨²blicos, contando con los agentes de la sociedad civil, se le d¨¦ la respuesta positiva y dr¨¢stica, proporcional al grav¨ªsimo problema que supone una sequ¨ªa "pertin¨¢z", y un agua no tanto escasa, sino mal repartida entre la Espa?a h¨²meda y la seca.

es presidente de Asociaci¨®n Agraria J¨®venes Agricultores (Asaja).