Llueven piedras
Vecinos de Torrelodones denuncian da?os en sus casas por cantos procedentes de voladuras
Los vecinos de la avenida de la Dehesa, en Torrelodones (9.300 personas), viven atemorizados: sus casas tiemblan cada dos por tres y les llueven piedras del cielo. Enfrente de sus viviendas, la constructora Jipema est¨¢ urbanizando, mediante "agresivas explosiones", seg¨²n describe una vecina, un terreno sembrado de grandes rocas de granito.La construcci¨®n del trazado de las calles, con su respectivo saneamiento, obliga a despedazar las rocas con Goma 2. No hay otra forma de alisar. Desde que comenzaron las voladuras, el pasado d¨ªa 13, los vecinos se esconden como pueden de sus efectos.
Rosa Vidal, que vive en el n¨²mero 35 de la citada avenida, asegur¨®: "El mi¨¦rcoles 14, una de las explosiones lanz¨® por el aire al menos dos piedras. Una, del tama?o de un mel¨®n (de ocho cent¨ªmetros de circunferencia, seg¨²n el Ayuntamiento de Torrelodones), parti¨® en su ca¨ªda el bordillo de mi piscina, y la otra cay¨® dentro. ?Imag¨ªnese que le caen a alguien en la cabeza...! se?al¨®.
Dos miembros de la empresa Jipema, que se identificaron como peritos de seguros, visitaron ese mismo d¨ªa la piscina de Rosa Vidal y, tras comprobar los da?os, se comprometieron "a reparar los desperfectos", seg¨²n su propietaria. Su esposo denunci¨® ayer los hechos a la Guardia Civil de Torrelodones.
Uno de los copropietarios y director de la constructora Jipema, que no quiso dar su nombre, coment¨®: "Tenemos los permisos reglamentarios del Ministerio de Industria y del Ayuntamiento para volar aqu¨ª todo lo que queramos". El concejal de Obras del Ayuntamiento de Torrelodones, Miguel ?ngel Riba, corrobora tal extremo. "Como medida de seguridad", explic¨® el citado constructor, "enterramos las rocas que vamos a destruir con varias toneladas de arena. Aun as¨ª, dentro de la arena siempre puede haber alguna piedra que se nos escape". Uno de los obreros que manejan las excavadoras que trabajan en las obras explic¨® que, "al barrenar", resulta inevitable que pueda "saltar por los aires alguna piedra".
Aurora Ojeda, que vive en el n¨²mero 3 de la avenida de la Dehesa, se queja de que las cargas explosivas empleadas "son demasiado fuertes". "En una sola voladura explotaron 12 cargas a la vez", recuerda esta vecina. Su casa tembl¨® y el televisor se estrope¨® al caer al suelo. Tambi¨¦n se vinieron abajo todos los libros que ten¨ªa en una estanter¨ªa. Pero no fue eso lo peor. "La explosi¨®n, que se produjo a una distancia de s¨®lo 29 metros, origin¨® una vibraci¨®n tan fuerte que raj¨® el techo del sal¨®n de mi casa". Aurora tambi¨¦n ha acudido a la Guardia Civil de Torrelodones.
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