Espect¨¢culo peligroso

La bueyada de Piedras Negras era impropia para lidiarse en este coso. Si a esto agregamos la presencia de la lluvia, el viento y el fr¨ªo, el espect¨¢culo result¨® peligroso y deslucido.Con el primero, Zotoluco puso mucha voluntad, pero poco pudo hacer por lo resbaloso del piso y la cabeza alta del animal. Al d¨¦bil cuarto lo lance¨® con agallas y con la tela puso empe?o, pero el astado iba paso a paso y frustr¨® sus deseos.

El toro que regal¨® embest¨ªa a oleadas y termin¨® con la cabeza suelta. Pero el diestro, con decisi¨®n temeraria y sin importarle el viento ni la lluvia, lo meti¨® a la sarga con toreros doblones. Su trasteo fue sin limpieza y sin armon¨ªa, pero con mucho m¨¦rito por el riesgo en la ejecuci¨®n.

Rafael Ortega recibi¨® al segundo con valientes ver¨®nicas y despu¨¦s se luci¨® en espectaculares pares de banderillas. Con la franela someti¨® al acobardado burel y lo despach¨® de frente haciendo la cruz. En el quinto se le vio con sitio y recursos a pesar de lo ¨¢spero y medroso del animal.

Humberto Flores salud¨® al claro tercero con est¨¦ticas ver¨®nicas. Pintureramente realiz¨® dos quites, el del jazm¨ªn y el de florentinas, lances que son de su creaci¨®n. Hizo una faena inteligente en la que supo aprovechar la poca movilidad del animal, que nunca humill¨®. Con el peligroso sexto, el jalisciense se la pas¨® persigui¨¦ndolo por todo el redondel para tratar de lidiarlo. Eduardo Funtanet dio muestras de adelantos en el arte del rejoneo con el toro que abri¨® plaza.