La devaluaci¨®n impone un fuerte recorte del gasto p¨²blico en 1996 para bajar el d¨¦ficit del Estado

Las condiciones del Comit¨¦ Monetario de la UE para autorizar la devaluaci¨®n de la peseta ser¨¢n analizadas el viernes por el Consejo de Ministros. El ministro de Econom¨ªa, Pedro Solbes, cree que no se ha establecido "ninguna que no estuviera ya en marcha", aunque reconoce que habr¨¢ que poner el acelerador en algunas y posiblemente ir algo m¨¢s lejos de lo que se quisiera. "Se ha llegado ya a un momento en el que hay que tocar actividades [si se quiere reducir el d¨¦ficit dentro del esquema del plan de convergencia]", dice Solbes al comentar el proyecto de Presupuestos para 1996, proceso ya iniciado.

Econom¨ªa prepara la presentaci¨®n del paquete de medidas comprometidas, que ma?ana explicar¨¢ Solbes en el Congreso. Los tipos de inter¨¦s se desplazaron hacia arriba en un movimiento que, seg¨²n se espera en Econom¨ªa, se reconduzca en sentido contrario en lo que se refiere a los tipos a largo plazo ya que de otra forma supondr¨ªa un encarecimiento de la deuda p¨²blica.Le toca ahora a Econom¨ªa mover ficha y no lo tiene f¨¢cil. "Estamos buscando soluciones internas [mayor control del d¨¦ficit] para un problema externo: la extrema debilidad del d¨®lar frente a todas las monedas y en especial el marco y el yen", se?ala Solbes. El Comit¨¦ Monetario pide rigor presupuestario para 1995 y 1996. El de este a?o est¨¢ teniendo lugar ya: hace un mes se aprob¨® un recorte de 150.000 millones de pesetas y un "embalsamiento" de 400.000 millones de pesetas adicionales para posibles desviaciones. "Ser¨ªa dif¨ªcil convencer a nadie de la verosimilitud de un nuevo recorte adicional un mes despu¨¦s" se?alan en medios de la Administraci¨®n.

Lo cierto es que la UE no ha hecho sino recordar en su comunicado el compromiso del Gobierno espa?ol de cumplir a rajatabla el objetivo de d¨¦ficit para 1995, "dedicando cualquier exceso de ingresos a reducir el d¨¦ficit y compensar cualquier desviaci¨®n de gastos con un ahorro equivalente en otros". Puestas as¨ª las cosas recuperar la confianza de los mercados solo podr¨ªa venir de la mano de un proyecto de presupuestos para 1996 austero y en l¨ªnea con el objetivo de convergencia.

Y ah¨ª es donde en la actualidad es m¨¢s dif¨ªcil avanzar y donde cobra pleno sentido la afirmaci¨®n de Solbes de que "se ha llegado ya a un momento en el que. hay que tocar actividades" si se quiere reducir el gasto p¨²blico en un bill¨®n de pesetas el pr¨®ximo a?o. El secretario de Estado de Hacienda, Enrique Mart¨ªnez Robles, ya ha mantenido contactos con los ministerios para evaluar "programa a programa, partida a partida, los presupuestos para ver qu¨¦ es lo que sobra en cada ministerio" y a partir de ah¨ª que cada uno decida por donde recorta. Es decir, hay que revisar la pol¨ªtica de subvenciones a empresas, quer totalizan un bill¨®n de pesetas. Tambi¨¦n podr¨ªa afectar a gastos sociales, como los extrasanitarios (la comida del hospital, pero no la intervenci¨®n quir¨²rgica).

Pocas salidas

Pero, se reconoce en Econom¨ªa, "poco se va a poder avanzar antes de finales de mayo [el domingo 28 se celebrar¨¢n elecciones a los ayuntamientos y a buena parte de las comunidades aut¨®nomas]" porque los ajustes necesarios van a provocar roces importantes entre los electores.

Quedan pocas salidas por ofrecer. Una de ellas es profundizar en el proceso de privatizaciones haciendo algo similar a un calendario de pr¨®ximas ventas, una vez que el Gobierno ya aprob¨® el viernes la colocaci¨®n de un paquete de Repsol (ingresos previstos de 150.000 millones). Como grandes operaciones podr¨ªa haber una colocaci¨®n de acciones de Argentaria. Disminuir el peso de la Administraci¨®n en Telef¨®nica levanta recelos entre algunos ministerios, aunque en otros se considera que ello no supondr¨ªa perder el control sobre la sociedad, y la venta de una parte de Telef¨®nica Intemacional est¨¢ pendiente de que se encuentre un socio adecuado.