Gonzalo Chillida expone en Londres sus pinturas de payas c¨¢ntabras.
El pintor donostiarra, Gonzalo Chillida, inaugura hoy en Londres una exposici¨®n de sus trabajos m¨¢s recientes. Su colecci¨®n de playas, en las que la luz dicta el contenido y el tono de las pinceladas, llena el espacio de la galeria Cynthia Bourne. El artista ha aprovechado su primera salida individual al extranjero para reencontrarse con la obra de Turner, el paisajista ingl¨¦s del siglo XIX."La playa es un milagro que Dios hace cada ma?ana. Es una maravilla. Siempre distinta y, al mismo tiempo, siempre igual", dice con emoci¨®n Gonzalo Chillida. El pintor, de 69 a?os, observa la colecci¨®n de playas que la galerista, Cyrithia Bourne, ha seleccionado para presentar a un p¨²blico internacional. "Son unas pinturas suaves y muy fotogr¨¢ficas. Chillida escapa a los c¨¢nones del arte contempor¨¢neo. Y, particularmente, se aleja del estilo pict¨®rico espa?ol m¨¢s propenso al dramatismo", explica Bourne.
Las arenas de las playas del mar Cant¨¢brico son los motivos que siempre han seducido a este pintor y pescador donostiarra. En su obra, Chillida juega con los reflejos de la luz, con las subidas y bajadas, de las mareas, con las olas que mueren en la arena y con el horizonte infinito. "En algunos cuadros el cielo blanquecino se refleja sobre la arena humeda. En otros, la playa enrojece en funci¨®n al cielo crepuscular", explica el autor.
Es la propia naturaleza la que dicta los tonos de la tela. Por ello, en funci¨®n a la luz de cada jornada creativa, las arenas de Chillida pasan del ocre, al azul, al rosa, al gris, e, incluso, al negro. "Son los tonos que veo y que me gustan", insiste.
El pintor Antonio Saura describe en la introducci¨®n al cat¨¢logo de la exposici¨®n algunos de los efectos que provoca la presente muestra: "La sensaci¨®n de infinitud de un posible mar brumoso confudi¨¦ndose con un posible cielo, sin otra referencia que su misteriosa vaguedad..."Corredores de cochesGonzalo Chillida se inici¨® en la pintura a los 5 a?os de edad. Terminado el bachillerato y tras un breve estancia en Madrid y Par¨ªs, mont¨® su primer estudio frente a la playa de la Concha, en San Sebasti¨¢n. Ten¨ªa 17 a?os, una orientaci¨®n art¨ªstica definida y un hermano mayor, Eduardo, que se estren¨® en arquitectura antes de triunfar con la escultura. "La fama de mi hermano no me condiciona para nada. No ha ejercido ninguna presi¨®n sobre mi trayectoria art¨ªstica. Eduardo y yo somos como corredores de coches con distintos n¨²meros y diferente cilindrada", asegura.
Desde sus primeras representaciones, el tema mar¨ªtimo es una constante que Chillida tan s¨®lo ha olvidado para reflejar, en alguna ocasi¨®n, paisajes de interior. "la mar, como decimos los pescadores, me encanta. Siempre trabajo frenta a la mar", asegura. El mar Cant¨¢brico, preferentemente en temporada invernal, sirve de modelo al artista para expresar sus sentimientos.
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