"Le advierto que puede incurrir en desobediencia"

El director general de la Polic¨ªa, ?ngel Olivares, se encastill¨® al menos en cinco ocasiones en el secreto profesional para eludir las preguntas del juez Baltasar Garz¨®n sobre aspectos de la Operaci¨®n Luna. De nada sirvi¨® que el magistrado le advirtiera: "Yo estoy investigando un delito y, por tanto, su obligaci¨®n de guardar secreto debe ceder ante la investigaci¨®n criminal. Le advierto que puede usted incurrir en un delito de desobediencia a la autoridad judicial". Pero Olivares no se amilan¨®: "Me reitero en que tengo la obligaci¨®n de guardar secreto sobre determinados aspectos de la operaci¨®n".Escudado en el secreto profesional, el responsable de la polic¨ªa apenas cont¨® nada nuevo, pero revel¨® que "se han pagado algunas cantidades a determinados colaboradores" y que "alguno de ellos ha dicho que era funcionario del Gobierno de Laos y posiblemente lo fuera".

Dijo que al surgir las dudas sobre la autenticidad de los papeles de Laos no se hicieron comprobaciones a trav¨¦s de Interpol-Vientian "por medidas de cautela". Agreg¨® que tampoco se contact¨® con Interpol para comprobar la presencia de Luis Rold¨¢n en las proximidades de Luang Prabang, al considerarlo "innecesario" porque el Ministerio de Justicia e Interior "estaba tratando aparentemente con el Gobierno de Laos".

Olivares afirm¨® 'que "todos los documentos que se recibieron como procedentes de Laos lo han sido en el fax del domicilio del se?or ministro" de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch.

El magistrado le pregunt¨® al jefe de la polic¨ªa si lo que se hizo fue "una petici¨®n verbal de extradici¨®n al Gobierno de Laos", a lo que ?ngel Olivares contest¨® que lo que se hizo fue "comunicar telef¨®nicamente a los que dec¨ªan actuar en representaci¨®n del Gobierno de Laos cu¨¢l iba a ser el contenido de la petici¨®n del Gobierno espa?ol" en torno a Luis Rold¨¢n.

El director general no aclar¨® con qui¨¦n se entrevistaron en Par¨ªs los agentes que m¨¢s tarde fueron a Tailandia a hacerse cargo de Rold¨¢n, aunque a?adi¨® que "cree" que el subdirector general operativo, Miguel ?ngel Alonso, y los inspectores Rafael Ara¨²jo y Rafael Bermejo se alojaron en el Novotel de Par¨ªs. No se refiri¨® para nada al hotel donde durmieron los otros dos polic¨ªas que tambi¨¦n participaron en la operaci¨®n.

Al ser advertido por Garz¨®n sobre su actitud presuntamente obstruccionista, Olivares proclam¨® que su deseo es "colaborar al m¨¢ximo con la administraci¨®n de justicia", pero se acoge al secreto profesional que cree que le ampara por el art¨ªculo 24 de la Constituci¨®n. Manifest¨® que entre las personas que han colaborado en la fase final de la Operaci¨®n Luna "las ha habido de muy distinta naturaleza".

Cuando el juez Garz¨®n le, pregunt¨® qu¨¦ quer¨ªa decir con eso de los colaboradores de "distinta naturaleza", el alto cargo de Interior puntualiz¨® que se refer¨ªa a que los colaboradores "ten¨ªan diversas actividades", e ignoraba si entre ellos hab¨ªa ex agentes de la Stasi (polic¨ªa de la antigua Alemania oriental).

Garz¨®n pregunt¨® a Olivares si en el Ministerio de Justicia e

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Interior decidieron hacer llegar los papeles firmados por Belloch al presunto intermediario del Gobierno de Laos en Par¨ªs a pesar de que "sab¨ªan o sospechaban" que los papeles de Laos pod¨ªan ser falsos. El jefe de la Polic¨ªa contest¨® que "sospechaban en ese momento que los documentos pod¨ªan ser falsos, ya que el procedimiento que se hab¨ªa desarrollado no era el habitual, se hab¨ªa intentado hablar con el Ministerio de Interior de Laos y no se hab¨ªa conseguido, y por otras circunstancias concurrentes". Pero reconoci¨® que Belloch decidi¨® "seguir esa v¨ªa" para conseguir detener a Rold¨¢n.

"A?ade [0livares] que tampoco se excluy¨® la alternativa de que los documentos pudieran proceder del Gobierno de Laos y, aunque el procedimiento no era el habitual, la finalidad principal era conseguir la detenci¨®n del se?or Rold¨¢n", seg¨²n el acta de declaraci¨®n del director. Y contin¨²a: "Caso de haber sido legitimados los documentos en cuesti¨®n, posteriormente se hubiesen validado los posibles errores a trav¨¦s de las relaciones diplom¨¢ticas entre ambos pa¨ªses".

"Preguntado si le consta que la persona que actuaba como intermediario [en Par¨ªs] era Francisco Paesa", Olivares contest¨® "que no le consta, como tampoco le consta que entre el 14 de febrero de 1995 y el 25 de febrero de 1995 haya intervenido esta persona en las gestiones relacionadas con la detenci¨®n y extradici¨®n del se?or Rold¨¢n".

Seg¨²n el abogado Marcos Garc¨ªa Montes, representante de la acci¨®n popular, Olivares indic¨® que el intercambio de faxes con los presuntos responsables del Gobierno de Laos se hizo a trav¨¦s del aparato que el ministro Belloch tiene en su domicilio.

Seg¨²n fuentes jur¨ªdicas, el ministro envi¨® el 22 de febrero a quienes se presentaron como interlocutores del Gobierno laosiano un documento desde su fax personal en el que solicitaba la extradici¨®n del ex director de la Guardia Civil para ser juzgado por los siete delitos que le imputa la juez Ana Ferrer.

Un fax de madrugada

A las seis de la madrugada del 23, Belloch recibi¨® en su casa la respuesta de Laos: un texto don de se impon¨ªan las condiciones de una "extradici¨®n administrativa". El segundo escrito del ministro se envi¨®, a trav¨¦s del inspector Bermejo, al intermediario de Par¨ªs porque el fax de Belloch estaba averiado. Previamente al env¨ªo de estos documentos, se comunic¨® su contenido telef¨®nicamente a los interlocutores laosianos, reconoci¨® Olivares.

El director de la Polic¨ªa a?adi¨® a¨²n m¨¢s confusi¨®n al asunto de los papeles de Laos al se?alar que los documentos presuntamente procedentes de este pa¨ªs que le entreg¨® el ministro Belloch "ven¨ªan en papel normal y no ten¨ªan la firma del se?or Rold¨¢n ni la escritura que aparece sobre la misma", en la que se indica que tales documentos han sido leidos y aprobado por Rold¨¢n. Adem¨¢s, dijo que todav¨ªa no ha encontrado una "respuesta satisfactoria" sobre qui¨¦n y c¨®mo ha producido la falsificaci¨®n de los papeles.

El declarante apel¨® al secreto profesional para no revelar si ha pagado con fondos reservados a espa?oles, franceses o laosianos.