"Obradovic es mejor entrenador"
loannidis, t¨¦cnico del Olympiakos, vende una imagen de modestia antes de la final
La FIBA apuesta por el espect¨¢culo permanente. Su objetivo es que Zaragoza gire en tomo al baloncesto los cuatro d¨ªas del torneo y para ello ha convertido uno de los m¨¢s lujosos hoteles de la ciudad en centro operativo de la competici¨®n. Cazadores de aut¨®grafos, periodistas o forofos tienen la obligaci¨®n de pasar media jornada en el hotel si quieren cumplir con los cometidos que buscan.Pero todo este costoso montaje se vendr¨ªa abajo sin la presencia de los griegos. La rivalidad evidenciada en la grada durante la semifinal que enfrent¨® a Panatinhaikos y Olympiakos alcanza tales cotas fuera de la cancha, que convierten en una ri?a de vecindario las habituales disputas entre Madrid y Barcelona.
Los entrenadores de los dos finalistas, Yannis loannidis y Zeljko Obradovic, abr¨ªan una ma?ana en la que la FIBA entendi¨® que el espect¨¢culo eran las conferencias de prensa y organiz¨® cinco de forma consecutiva. Y desde luego la primera, que compartieron ambos t¨¦cnicos, lo fue. Decenas de periodistas griegos, tras besar, abrazar y manosear al t¨¦cnico de Olympiakos no dudaron en jalearle cuando lo consideraron necesario. La primera ocasi¨®n no tardar¨ªa. Interrogados ambos t¨¦cnicos sobre la lectura que hac¨ªan del hecho de que loannidis haya perdido las cuatro finales europeas que ha disputado como entrenador y Obradovic haya ganado las dos en las que ha estado en el banquillo, el griego respondi¨® tajante: "Obradovic es mejor entrenador". La ocurrente respuesta mereci¨® carcajadas y una primera y ruidosa ovaci¨®n. El t¨¦rmino de su conferencia fue jalonado con nuevos aplausos. El entrenador, lejos de sentirse abrumado, se sumaba al jolgorio repartiendo besos por doquier.
Mientras, los hinchas de Olympiakos eran los ¨²nicos que hab¨ªan logrado tomar la calle a esas tempranas horas. Las camisetas verdes del Panatinhaikos pare¨ªan haberse autodestrudio, aunque la identificaci¨®n de cualquier persona relacionada o simpatizante con el equipo de Atenas siempre iba acompa?ada del mismo y poco ortodoxo gesto, un movimiento r¨ªtmico de la pelvis de atr¨¢s hacia adelante, acompa?ado por los brazos en sentido contrario. Curiosamente, los colores madridistas brillaron por su ausencia, pese a ser mayor¨ªa sus seguidores. Una docena de quincea?eras en la puerta del hotel donde se aloja el equipo blanco era el ¨²nico dato que descubr¨ªa que tambi¨¦n all¨ª hab¨ªa baloncestistas.
Ioannidis no quiere que la frustraci¨®n se adue?e hoy de los hoy extasiados hinchas del Olympiakos, as¨ª que ayer se atribuy¨® el papel de comparsa, elogi¨® incluso al utillero madridista y reparti¨® la idea de que con estar en la final y haber eliminado al Panatinhaikos los objetivos ya se han alcanzado. "Ya dije hace tres meses que el Madrid es el favorito y sigo pens¨¢ndolo. Nosotros, a pesar de que no cont¨¢bamos estamos ah¨ª y vamos a hacerlo lo mejor que podamos, aunque los n¨²meros nos den un porcentaje muy bajo de posibilidades".
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