M¨¢s obligados que nunca a ganar
Las biograf¨ªas del socialista Pasqual Maragall, de 54 a?os, y del nacionalista Miquel Roca, de 55, tienen muchos puntos en com¨²n. Los dos principales candidatos a la alcald¨ªa de Barcelona -adversarios pero amigos- coincidieron ya de ni?os en la escuela Virt¨¨lia, un colegio cat¨®lico y catalanista frecuentado por los hijos de la peque?a burgues¨ªa.En los a?os sesenta volvieron a encontrarse militando en el Front Obrer de Catalunya (FOC), brazo catal¨¢n del Felipe. Si Roca hubiese llegado a entrar en Converg¨¨ncia Socialista -germen del PSC-, podr¨ªan haber acabado en el mismo partido. Los socialistas le negaron entonces la entrada con el argumento de que lo m¨¢s de derechas que admit¨ªan era a Narc¨ªs Serra. Ahora, Maragall y Roca apuestan su futuro pol¨ªtico a la misma carta. Y ambos pueden pagar cara la derrota.
Maragall lleva casi 13 a?os al frente del gobierno de la ciudad. Durante este tiempo, ha ido afianzando un s¨®lido liderazgo en el seno del PSC, hasta el punto. de haberse convertido hoy en, la gran esperanza blanca de un partido desorientado y maniatado por la alianza PSOE-CiU.
La militancia socialista conf¨ªa en ¨¦l para intentar romper el monopolio pol¨ªtico que desde 1980 mantienen los nacionalistas en el Gobierno de la Generalitat. Una derrota en las elecciones del pr¨®ximo 28 de mayo ser¨ªa un mal comienzo para dar este salto.
Miquel Roca se juega todav¨ªa mucho m¨¢s en este envite. Tras 17 a?os como diputado y portavoz de CiU en Madrid, el secretario general de los nacionalistas catalanes y eterno n¨²mero dos de su partido busca ahora en la pol¨ªtica local una salida al punto muerto en el que le dej¨® su fracasado pulso con Jordi Pujol en 1992.
Su aspiraci¨®n es suceder alg¨²n d¨ªa al gran l¨ªder. Y para ello necesita la alcald¨ªa de Barcelona como trampol¨ªn. S¨®lo el triunfo le sirve.
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