Balladur se compromete a mantener a Francia entre las primeras naciones del mundo el pr¨®ximo siglo
ENVIADO ESPECIAL?douard Balladur, el primer ministro que aspira a suceder a Fran?ois Mitterrand como presidente de Francia, cerr¨® ayer la campa?a electoral de la primera vuelta con un mitin en Ly¨®n ante unas 4.000 personas y en presencia de una docena de ministros ante quienes se comprometi¨® a hacer de Francia "una naci¨®n que est¨¦ entre las primeras del mundo durante el pr¨®ximo Siglo".
Balladur prometi¨® crecimiento econ¨®mico, menos paro y mayor iguaIdad de oportunidades para todos. Varias veces dijo que ¨¦l cumple su palabra, en lo que parec¨ªa estar de acuerdo su p¨²blico, sumido en un ambiente de euforia artificial por grupos de animadores estrat¨¦gicamente repartidos. A la salida del acto, qued¨® vac¨ªa una urna en la que se recog¨ªan donativos para la campa?a presidencial del candidato.
Balladur necesitaba rematar con un ¨¦xito sonado una campa f¨ªa err¨¢tica, en la que ha alternado gui?os hacia el electorado popular con actuaciones cargadas con la gravedad del estadista. Con los gestos de pretendido impacto ha fracasado. ?l es un hombre de ¨¦lite al que sienta fatal el contacto con la calle y ha quedado flagrantemente en rid¨ªculo en no pocas ocasiones, mal aconsejado por quienes intentaban a toda costa construirle una forzada imagen de campechan¨ªa.
Anoche, escarmentado por experiencias anteriores, no, hizo nada extravagante. Se limit¨® a leer, con ese modo tan suyo de arrastrar las s¨ªlabas y voz gangosa, varios folios de compromisos electorales sobrios, necesarios y m¨¢s propios de ser expuestos en una conferencia que en un m¨ªtin. Halag¨®, no obstante, a los presentes. "Hablo a los franceses que tienen los ojos abiertos", dijo entre aplausos.
Lo que vieron los concentrados en uno de los pabellones de la Euroexpo de Ly¨®n fue a un candidato que ofrec¨ªa "el cambio en la seguridad", la f¨®rmula acu?ada para manifestar que ser¨¢ una alternativa a lo que hicieron los socialistas sin tirar la casa por la ventana, en palabras dirigidas tanto al favorito Jacques Chirac como a su principal rival con vistas a la segunda vuelta, el socialista Lionel Jospin. Como garant¨ªa de su plan ofreci¨® los ¨¦xitos que ha conseguido en sus dos a?os de mandato, en especial la estabilizaci¨®n del franco, que ve puesta en peligro por la campa?a de Chirac, y la creaci¨®n de las bases de un crecimiento econ¨®mico que va para el 3%.
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