Chirac exige a su gente que permanezca movilizada "hasta el ¨²ltimo minuto"
Jaeques Chirac, el candidato mejor colocado para alcanzar la presidencia de Francia, concluy¨® ayer su campa?a para la primera vuelta con un gran mitin en Vincennes, un suburbio de Par¨ªs. Fue un acto desangelado, en el que, acaso porque los sondeos le sit¨²an ya en la segunda vuelta, ni el candidato ni su p¨²blico mostraron el entusiasmo habitual. Unas 7.000 personas escucharon un nuevo llamamiento de Chirac al voluntarismo pol¨ªtico y a la lucha contra el paro y la marginaci¨®n. Chirac exigi¨® a su gente permanecer "movilizadla hasta el ¨²ltimo minuto". "Las victorias", dijo, "no se obtienen por anticipado".
A la espera de la votaci¨®n del domingo, tras la que s¨®lo dos aspirantes quedar¨¢n frente a frente, al alcalde de Par¨ªs siguen d¨¢ndole como ganador unos sondeos que, por ley, no puede conocer el p¨²blico. Se sabe, en cualquier caso, que Chirac permanece en cabeza y que ?douard Balladur, su correligionario gaullista y rival enconado, remonta ligeramente.En su alocuci¨®n de ayer, entre p¨¢rrafos id¨¦nticos a los utilizados en anteriores m¨ªtines y entrecortado por ataques de tos, Jacques Chirac rog¨® que callaran los gritos de "hemos ganado, hemos ganado". "No, no hemos ganado", respondi¨® a su p¨²blico. "Hay que movilizarse hasta el ¨²ltimo minuto. Los ataques se multiplican. Crece la pol¨¦mica. Se hace cualquier cosa por enmascarar o caricaturizar mi pensamiento y mi proyecto. Hasta el 23 de abril y el 7 de mayo no sabremos si nuestro ideal ha vencido. Hasta entonces, ?luchemos!".
A la defensiva
Chirac ha terminado la primera campa?a a la defensiva, debati¨¦ndose para convencer a los electores de que no pondr¨¢ en peligro la estabilidad de la moneda, pese a sus anteriores promesas de que la prioridad, en caso de duda, ser¨ªa la creaci¨®n de empleo, y pese a la vaguedad de su programa econ¨®mico.
La pol¨¦mica que ha mantenido con el gobernador del Banco de Francia, Jean-Claude Trichet, sobre la necesidad o no de mantener la pol¨ªtica de austeridad salarial y rigor econ¨®mico, puede haber asustado a una parte de su electorado, conservador en su gran mayor¨ªa. Despu¨¦s de que Trichet advirtiera a todos los candidatos, y muy especialmente al gaullista Chirac, de que no deb¨ªan cuestionar la pol¨ªtica de austeridad salarial y rigor monetario, el alcalde de Par¨ªs plant¨® cara al gobernador del Banco de Francia.
?douard Balladur, por su parte, ha aprovechado decididamente esa brecha de la moneda. Con su insistencia en, que una victoria de Chirac pondr¨ªa en peligro la recuperaci¨®n econ¨®mica y la estabilidad del franco, el primer ministro-candidato ha tocado a su enemigo.
Ayer, en Vincennes, el alcalde de Par¨ªs omiti¨® el asunto de la moneda (s¨®lo se refiri¨® a "Ias insidias de algunos") y habl¨® largamente de empleo, de solidaridad, de sanidad, de pensiones y de reconciliaci¨®n "entre las dos Francias: una, cada vez m¨¢s numerosa, abandonada en la cuneta, y otra, cada vez m¨¢s escasa y agobiada a impuestos, incapaz de acudir en auxilio de la primera". "Ya es hora de comprender", dijo, "que el empleo no es la consecuencia o el saldo de una pol¨ªtica econ¨®mica. Es el gran objetivo al que todo, y digo todo, debe ser subordinado".
Jacques Chirac clam¨® contra el fatalismo y la "falta de esperanza" de "una generaci¨®n de franceses que prev¨¦, para sus hijos, una vida peor que la suya". Atac¨® a "esos expertos que nunca en su vida han visto de cerca a un parado, o un marginado", y repiti¨® sus cantos a la Rep¨²blica "solidaria, integradora, laica e imparcial", que era seg¨²n ¨¦l, adem¨¢s de un modelo pol¨ªtico, "un modelo social".
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