La fiesta del trabajo
La terna de novilleros punteros de ayer se dedic¨®, fundamentalmente, a hacer honor a la festividad del 1 de Mayo, D¨ªa del Trabajo. Y a fe que lo consigui¨®. Su producci¨®n de pases habr¨ªa que medirla en cantidades industriales. Aunque, ?ay!, de torer¨ªa, la mitad de la mitad, exagerando mucho, pues s¨®lo un m¨ªnimo pegujal de su vast¨ªsima elaboraci¨®n fue un remedo de lo que se entiende por torear.
Bien es verdad que se enfrentaron a unos bicornes mansos en grado sobresaliente, de los que primero y sexto obtuvieron esta nota cum laude. Abantos de salida, barbeaban a tope, hu¨ªan de los capotes —algunos de ellos con saltos y corcoveos—, como cualquier humano de los recaudadores de alc¨¢balas, se repuchaban en varas y buscaban la perdida paz de las dehesas. En definitiva, reses de las que sacan los colores al ganadero, en este caso Ni?o de la Capea, que los anuncia a nombre de su mujer, y quien contemplaba el feo espect¨¢culo de sus boyazos en el burladero de la empresa en compa?¨ªa de los hermanos Lozano. Un mal deb¨² en tarde tan importante para ¨¦l y para la Asociaci¨®n de Ganaderos, a la que pertenece este hierro, que lo hac¨ªa igualmente por primera vez en Madrid en representaci¨®n de este grupo tan maltratado por el disimulado boicoteo de la mayoritaria Uni¨®n de Criadores.
Lorenzo/Triana, Cervantes, Macareno
Fotograf¨ªa: John Thomnas. M¨²sica: Mark Souzzo. Producci¨®n: W. Stillman para Castle Rock. EE UU, 1994. Int¨¦rpretes: Taylor Nichols, Chris Eigernan, T¨²shka Bergen, Mira Sorvino, Pep Munn¨¦, Hellena Schmied, N¨²ria Badia. Estreno en Madrid: Rosales (V.O).
Novillos de Carmen Lorenzo, bien presentados, mansos, noblotes y flojos
5? sobrero de Ortigao Costa (en sustituci¨®n de uno de la divisa titular devuelto por inv¨¢lido), con trap¨ªo, reserv¨®n y noble.
Domingo Triana, de Sevilla, nuevo en esta plaza: estocada atravesada en el brazuelo (silencio), pinchazo y estocada tendida desprendida (silencio)
Paco Cervantes, media tendida y descabello (silencio); estocada contraria, pinchazo y tres descabellos (silencio). Macareno: pinchazo sin soltar y bajonazo (silencio); estocada baja (palmas).
Plaza de Las Ventas, 1 de mayo
3? novillada de la miniferia de la Comunidad. M¨¢s de tres cuartos de entrada
Catadura moruchera
En efecto, la catadura casi moruchera de los bureles no se lo puso f¨¢cil a los coletudos. Pero tampoco imposible. ?Qui¨¢! Ni much¨ªsimo menos. Porque salvo el genio del primero, los problemas del resto ten¨ªan soluci¨®n. Se trataba de conjugar la ecuaci¨®n de dos inc¨®gnitas cegar/cejar. Es decir, recibirlos con quietud, taparles mucho la carota sin quitarles la fl¨¢mula, rematar en la cadera e iniciar el siguiente pase. Claro que para eso es necesario un valor a prueba de bomba. Y ¨²nicamente en ligeros y aisladisimos pasajes de sus faenas lo lograron los novileros: mostraron entonces varios muletazos de calidad. Pero como lo que mejor dominaban los diestros era el salir de naja con excesiva crispaci¨®n, el resultado no fue otro que la citada abundosa productividad a destajo de farfolla.
Aquel primer novillo lleg¨® geniudo y con castita a la pa?osa buscando a veces las zapatillas de Triana, con el que mantuvo una emocionante e interesante pelaza que acab¨® en tablas merced al sartenazo chalequero con que lo despen¨® el sevillano. Quien m¨¢s cerca estuvo de solucionar la problem¨¢tica fue Macareno en el sexto, a base de mayor quietud y ligaz¨®n, aunque ya no suficiente para levantar la tarde. Tambi¨¦n destac¨® Paco Cervantes con el percal, ya que el alicantino prodig¨® quites de alto nivel art¨ªstico y gran variedad. A las acostumbradas ver¨®nicas y socorridas reboleras a?adi¨® galleo por desmayadas chicuelinas, saltilleras y vistosos lances rodilla en tierra, sobre todo al reserv¨®n sobrero de Ortigao Costa, al que debi¨® pegarse en chiqueros una similar condici¨®n a la de los del hierro titular.
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