Anchos Campos El¨ªseos
Una veintena de columnas de mobiliario urbano pueblan los anchos Campos El¨ªseos de Par¨ªs, de casi dos kil¨®metros de longitud (1.910 metros). A la vez que informaci¨®n y publicidad, estos muebles acogen cabinas telef¨®nicas. Todos los elementos urbanos de la capital francesa est¨¢n colocados en lugares espaciados donde no dificultan el paso.De su instalaci¨®n se encarg¨® la sociedad Jean Claude Decaux, una empresa que tiene un volumen de negocio que supera los 2.500 millones de francos (6 2.500 millones de pesetas), est¨¢ presente en 600 ciudades francesas y en otras 200 del resto de Europa y controla la instalaci¨®n del 80% de los abribus franceses.
El abribus (marquesinas en espa?ol) es precisamente el punto de arranque de la fortuna de Decaux. Una idea genial: se ofrece al Ayuntamiento la instalaci¨®n gratuita y adem¨¢s se compromete a su mantenimiento. A cambio, lo explota publicitariamente.
Para Decaux trabajan 3.500 asalariados. En algunos lugares ha sufrido denuncias y problemas por sus regalos a alcaldes y concejales (en 1993, poco antes de las eleccciones, los reci¨¦n estrenados muebles de los Campos El¨ªseos incluyeron casualmente publicidad del libro La tentaci¨®n de Venecia, obra del concejal y ministro Alain Jupp¨¦, quien hall¨® as¨ª un ardid para sortear las normas sobre publicidad electoral).
Los urbanistas franceses han reprochado a Decaux la uniformidad de sus productos estandarizados. Decaux es capaz de ofrecer productos adecuados y de gran calidad para espacios considerados de prestigio, pero luego los impone para otros cuyas dimensiones y caracter¨ªsticas arquitect¨®nicas son muy distintas.
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