El desplazamiento del poder
Inhabilitado para dar clases por una norma de incompatibilidades que ha impedido estar en la universidad a muchos de sus maestros, Luis ?ngel Rojo volvi¨® a la misma esta semana para recibir el doctorado honoris causa por Alcal¨¢ de Henares. Y lo hizo leyendo una lecci¨®n magistral de inmensa actualidad: Los mercados financieros internacionales en el mundo actual (v¨¦ase Cinco D¨ªas del s¨¢bado: discurso ¨ªntegro).A la significaci¨®n de que un catedr¨¢tico de la categor¨ªa de Rojo analice uno de los asuntos que m¨¢s obsesionan a pol¨ªticos y economistas se le a?ade el inter¨¦s de que lo aborde quien lleva la manija de la pol¨ªtica monetaria y quien ha liderado, desde el Banco de Espa?a, la reacci¨®n a la crisis del SME de 1992 y 1993, el comportamiento del mercado de bonos en 1993 y 1994 y las convulsiones heredadas de M¨¦xico a partir de diciembre pasado.
La parte m¨¢s sustantiva de las reflexiones de Rojo se refiere a los riesgos y abusos que unos mercados financieros crecientemente globalizados infieren a las econom¨ªas nacionales. Estos mercados tienen capacidad "para condicionar y modificar las pol¨ªticas econ¨®micas nacionales, imponer ajustes cambiarios e incluso hacer saltar sistemas de cambios fijos, acentuar la volatilidad de los precios de los activos financieros, zarandear las econom¨ªas generando o acentuando desequilibrios que pueden acabar conduciendo a inflaciones o recesiones y difundir las tensiones de unos mercados a otros aumentando la probabilidad de que se generen riesgos sistem¨¢ticos para los que el mundo no est¨¢ bien preparado. Ha habido un desplazamiento de poder desde los Gobiernos a los mercados, cuya consecuencia es una p¨¦rdida de autonom¨ªa de las autoridades nacionales en la elaboraci¨®n de la pol¨ªtica econ¨®mica".
Los mercados, el ¨²nico sujeto de soberan¨ªa que queda, aciertan a veces; entonces, las restricciones que imponen a las autoridades elegidas por los ciudadanos constituyen una disciplina beneficiosa. Pero ?y cuando se equivocan en sus previsiones, incurren en excesos y generan perturbaciones? Rojo arguye que el mantenimiento de pol¨ªticas macroecon¨®micas ortodoxas que contribuyan a la estabilidad de los mercados financieros puede resultar dif¨ªcil, y que existe el peligro de que si las autoridades se pliegan con excesiva facilidad a los mercados, sus pol¨ªticas pierdan el car¨¢cter estabilizador pretendido. "En todo caso, la experiencia ha ense?ado a las autoridades que el mantenimiento de pol¨ªticas que juzguen correctas es condici¨®n necesaria, pero no suficiente, para mantenerse al abrigo de las perturbaciones".
El gobernador no es partidario, pese a estos pesados condicionamientos, de echar arena en los engranajes de las finanzas internacionales, porque la incapacidad para aplicarlos de manera universal podr¨ªa tener efectos a¨²n m¨¢s contraproducentes. Como el resto de los estudiosos del proceso de globalizaci¨®n financiera, Rojo no tiene soluciones para los excesos del mismo; en este sentido, su lecci¨®n se caracteriza por el tono defensivo: es preciso que los Estados nacionales -los responsables de sus pol¨ªticas econ¨®micas, pero tambi¨¦n sus ciudadanos- reconozcan los l¨ªmites que el actual sistema impone a su autonom¨ªa, que no se encierren en voluntarismos nacionalistas y que busquen la consecuci¨®n de sus objetivos por caminos que no susciten las reticencias, el desv¨ªo o el castigo de los mercados, aun a sabiendas de que ello no garantizar¨¢ la ausencia de perturbaciones. Es decir, que no respiremos muy fuerte.
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