Entrevista con Felipe Gonz¨¢lez
El 23 de diciembre de 1993, a las once y media de la ma?ana, acompa?ados por la ministra de Sanidad y el director general del Insalud, media docena de m¨¦dicos acudirnos a La Moncloa para una reuni¨®n de m¨¢s de dos horas con el presidente del Gobierno. Las razones de mi elecci¨®n pudieron haber sido mi experiencia como m¨¦dico especialista hospitalario desde hace m¨¢s de veinte a?os o mi experiencia laboral en sistemas sanitarios diferentes al espa?ol (Assistance Publique, en Francia; National Health Service, en el Reino Unido, o National Institute of Health, en Estados Unidos). Quiz¨¢ fui elegido por mi independencia pol¨ªtica. A fuer de sinceros he de confesarles que la raz¨®n de m¨¢s peso debi¨® ser mi amistad con la persona que invitaba a los contertulios.Se nos rog¨® discreci¨®n y he cumplido mi palabra hasta hoy. Casi un a?o y medio despu¨¦s, cuando nuestra sanidad p¨²blica se encuentra en coma vigil, quiebro mi secreto para contar lo que al presidente cont¨¦; que lo que ¨¦l respondi¨®, ya lo contar¨¢ ¨¦l si le viene en gana. S¨®lo buenas intenciones acompa?an mi indiscreci¨®n. Le record¨¦ al presidente que nuestra sanidad p¨²blica es barata y eficaz. El costo medio es cercano a las 95.000 pesetas, mientras que en Francia, Alemania, Holanda... supera las 200.000 pesetas por ciudadano y a?o. Es eficaz porque el an¨¢lisis de los par¨¢metros que se utilizan para este tipo de evaluaciones (mortalidad infantil, infecciones, etc¨¦tera) es similar o mejor que en esos pa¨ªses (trasplantes renales, por ejemplo). Es, por tanto, aparte de situaciones anecd¨®ticas, eficiente. Nuestra obligaci¨®n es preservar lo que tenemos y resolver los defectos.
La sanidad p¨²blica en Espa?a es una conquista irreversible de la que goza toda la poblaci¨®n. Pero estaba en pel¨ªgro. El peligro vendr¨ªa por los m¨¦dicos mejor preparados del sistema, aquellos que deben resolver las graves enfermedades, los accidentes, las operaciones de alto riesgo, el tratamiento de las enfermedades de la sangre, los c¨¢nceres... y tantas enfermedades que no se pueden nunca derivar con un volante a ning¨²n otro lugar. Ante ellos sigue la vida, si tienen ¨¦xito. Otras veces, el fantasma de la muerte les roba la voz cuando tienen que informar a sus familiares. S¨®lo la enfermer¨ªa junto a ellos.
Y le cont¨¦ al presidente por qu¨¦ esos m¨¦dicos se enfadar¨ªan alguna vez:
-La edad media de los m¨¦dicos de hospitales es de 48 a?os; es decir, que la mayor¨ªa lleva, m¨¢s de veinte a?os trabajando, un 80% de ellos sin consulta privada, con dedicaci¨®n exclusiva a la sanidad p¨²blica. No existe ninguna posibilidad de ascenso profesional, salvo el fallecimiento de un cargo superior. ?Qu¨¦ empresa puede funcionar sin promocionar a sus empleados? No hay, pues, carrera profesional en la sanidad p¨²blica.
-El m¨¦dico es el principal agente econ¨®mico del sistema. De ¨¦l dependen gastos elevad¨ªsimos. Parecer¨ªa, pues, razonable su participaci¨®n en las decisiones sobre los gastos hospitalarios. Pues ha sucedido lo contrario. Ha sido desplazado de los puestos de decisi¨®n, que han sido ocupados por un conjunto de cargos directivos, muchos de ellos innecesarios y caros, fabricados en clones con cursos acelerados en los que no se aprende casi nada (experiencia personal) y cuyo factor com¨²n es la pertenencia al partido o su simpat¨ªa con ¨¦l. Han usurpado al m¨¦dico hospitalario el protagonismo en su profesi¨®n. Grav¨ªsimo, error, ya rese?ado en el informe Abril, el mejor informe sobre la sanidad en Espa?a que languidece bajo las alfombras del ministerio.
-Sobre los salarios, le dec¨ªa yo al presidente, lo mejor que ha pasado en estos a?os es que ya no es necesario convencer a la gente de nuestros sueldos. Ya saben que son muy bajos. No crea, ?es un descanso! Pongamos un neurocirujano, que interviene tumores cerebrales, aplastamientos craneales o hemorragias cerebrales. Despu¨¦s de 15 a?os de especialista tiene un sueldo neto de 204.000 pesetas. Realiza guardias en las que opera, muchas veces de madrugada, a 1.400 pesetas la hora. Ha decidido trabajar tambi¨¦n privadamente, ?hasta que reviente!
-La juventud es la frescura y el est¨ªmulo. Y tambi¨¦n la fuerza. Los gestores, para controlar gastos, han bloqueado la entrada en el sistema de gente joven, y cualquier persona en contacto con el mundo de la empresa sabe que el envejecimiento de la plantilla no es positivo para la producci¨®n.
Eso es lo que va a pasar, se?or presidente, que se van a enfadar. Y ya que me lo pregunta, creo que deber¨ªan poner en marcha un plan de renovaci¨®n discutido sosegadamente entre todos. Clarificar y desarrollar las retribuciones del estatuto y aumentar los salarios de manera progresiva. Despu¨¦s, iniciar los programas de tarde y recompensar el aumento de productividad. Incorporen gente joven y faciliten la salida con generosidad de los que no quieran este sistema, al que han dado mucho. Reduzcan los cargos directivos incorporando a profesionales de prestigio y devuelvan al m¨¦dico el protagonismo. Contraten una p¨®liza de responsabilidad civil para que los m¨¦dicos de su empresa no se enfrenten a cientos de millones por errores m¨¦dicos. Introduzcan la promoci¨®n de sus profesionales. Y recuperen el informe Abril.
Quiz¨¢ no quisieron o quiz¨¢ no pudieron. Y los m¨¦dicos especialistas se enfadaron. Con raz¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- MSyC
- Insalud
- Huelgas sectoriales
- V Legislatura Espa?a
- Felipe Gonz¨¢lez M¨¢rquez
- Opini¨®n
- Gobierno de Espa?a
- PSOE
- Legislaturas pol¨ªticas
- Huelgas
- Personal sanitario
- Conflictos laborales
- Partidos pol¨ªticos
- Seguridad Social
- Relaciones laborales
- Gobierno
- Pol¨ªtica sanitaria
- Ministerios
- Sanidad
- Eventos
- Administraci¨®n Estado
- Pol¨ªtica laboral
- Pol¨ªtica
- Trabajo
- Salud