JUPP? presenta un plan de ajuste para reducir el d¨¦ficit sin renunciar a crear empleo

Alain Jupp¨¦ present¨® ayer, por fin, su pol¨ªtica econ¨®mica. El primer ministro del presidente Jacques Chirac habl¨® mucho de crear empleo, pero sobre todo de reducir los d¨¦ficit. La otra pol¨ªtica preconizada por Chirac durante la campa?a electoral qued¨® definitivamente enterrada bajo una monta?a de rigor presupuestario. Aunque, tal como hab¨ªa prometido, Jupp¨¦ anunci¨® un importante aumento del salario m¨ªnimo y de las pensiones, las mayores subidas se registraron en los impuestos.Jupp¨¦ cumpli¨®, con el ritual propio de todo nuevo gobernante: culpar al anterior de los mayores desastres. Edouard Balladur, dijo, hab¨ªa dejado tras s¨ª unas finanzas en "estado calamitoso" y un d¨¦ficit presupuestario con "un descontrol sin precedentes". El d¨¦ficit a finales de a?o iba a ascender, seg¨²n sus previsiones, a 322.000 millones de francos, 49.000 millones por encima de lo establecido por Balladur. Y aunque dijo no desear detallar por qu¨¦ se estaba gastando tan por encima de lo establecido, sugiri¨® que su antecesor hab¨ªa prodigado los derroches electoralistas en su fallido intento de alcanzar la presidencia.

Despu¨¦s de trazar este panorama, se?al¨® que no hab¨ªa otra alternativa que la austeridad. Y detall¨® su plan fiscal. El tipo normal del IVA pasar¨¢ del 18,6% al 20,6%, el impuesto sobre sociedades aumentar¨¢ un 10%, y el impuesto sobre las grandes fortunas aumentar¨¢ otro 10%. Con estas medidas, el erario franc¨¦s ingresar¨¢ 30.300 millones de francos adicionales, que se sumar¨¢n a 19.000 millones de ahorro gracias a un duro programa de recortes en los gastos de Defensa. La de ayer fue la primera subida del IVA desde 1982, cuando Pierre Maurois, primer ministro de Francois Mitterrand, tras nacionalizar la banca y la gran industria, aument¨® todos los impuestos.

La cara amable del plan J¨²pp¨¦, cuyo retoque a los presupuestos heredados de Balladur los dej¨® irreconocibles, se refiri¨® a las medidas de creaci¨®n de empleo y est¨ªmulo del consumo. El salario m¨ªnimo subir¨¢ un 41% desde el 1 de julio (de acuerdo con la inflaci¨®n, deb¨ªa subir s¨®lo un l',8%), las pensiones de jubilaci¨®n se revalorizar¨¢n por encima del 2% y la pensi¨®n minima de vejez aumentar¨¢ un 2,8%. Jupp¨¦ neg¨® que esas subidas fueran directamente destinadas a favorecer el consumo de los hogares franceses, pero uno de sus portavoces reconoci¨® que la escasa demanda interna era el problema m¨¢s urgente de la econom¨ªa y que la revalorizaci¨®n del 1 de julio pod¨ªa "ayudar" a que se gastara m¨¢s.

En cuanto al plan para el empleo, fue menos generoso de lo prometido en campa?a electoral. Los empresarios que contraten a parados de larga duraci¨®n se beneficiar¨¢n de una subvenci¨®n p¨²blica que reducir¨¢ el coste salarial en un 10%, y costar¨¢ a la Hacienda francesa 11.400 millones de francos al a?o. En la campa?a, Chirac se hab¨ªa declarado dispuesto a gastar 50.000 millones anuales en el Contrato Iniciativa Empleo (CIE). Seg¨²n Jupp¨¦, el CIE puede generar 700.000 contrataciones hasta final de 1996. Tambi¨¦n se anunci¨® un plan de inversiones para la construcci¨®n de viviendas de alquiler reducido.

La Bolsa y los mercados de cambios acogieron bien el riguroso plan Jupp¨¦. Ello permiti¨® bajar aut¨®m¨¢ticamente en un 0,25% los tipos de inter¨¦s a corto plazo.