Todos contentos, menos Rominger

Indur¨¢in se declar¨® satisfecho, Berzin encantado, Z¨¹lle moderadamente contento y Rominger decepcionado pero no derrotado. Por una vez, la contrarreloj por equipos se resolvi¨® sin convidados de piedra porque la victoria se jug¨® entre aquellos que llevaban un verdadero l¨ªder en sus filas. El resultado final deja la general en una situaci¨®n curiosa, alineados los aspirantes por m¨¢rgenes de medio minuto. Naturalmente, hay un eje. Indur¨¢in. Medio minuto es la ventaja que tienen Z¨¹lle y Berzin sobre el espa?ol. Medio minuto es lo que separa a Indur¨¢in de Rominger. Los dos extremos de la jornada fueron el ruso Berzin y el suizo Rominger. El ONCE no pudo conseguir el ¨¦xito que tantos anos lleva persiguiendo pero pudo dar por buena la jornada: mantiene a Jalabert en el liderato y alimenta la siempre quebradiza moral de Z¨¹lle.El d¨ªa result¨® ben¨¦volo. Calor y una ligera brisa. El trazado anunciaba una etapa r¨¢pida, tendente a las altas velocidades. El Tour se dividi¨® en peque?os pelotones que dieron rienda suelta a una especialidad que disgusta a la mayor¨ªa de los directores, sobre todo los que cuentan con gente con aspiraciones. El castigo correspondi¨® ayer a Rominger, quien sufri¨® un pinchazo a pocos kil¨®metros de la salida y perdi¨® posiciones de forma lamentable; desde el comienzo, fue consciente de que la jornada se le pon¨ªa cuesta arriba. Juan Fern¨¢ndez calcul¨® el accidente en unos 25 segundos de retraso.

Banesto siempre le tiene respeto a esta etapa. No es de los equipos que hagan una preparaci¨®n especial para esta jornada. Ya una, semana antes del Tour, el equipo t¨¦cnico del Banesto dudaba entre Nijboer y Arrieta a la hora de inclinarse por un especialista en el llano frente a un colaborador en la monta?a. "Nijboer nos pod¨ªa ayudar durante la primera semana y Arrieta en las dos siguientes. Se trataba de decidir una cosa u otra", comentaba Ech¨¢varri, que opt¨® por un hombre que le asegurase el largo plazo. "Par¨ªs est¨¢ muy leJos", advirti¨® Ech¨¢varri a cuantos le comentaban la buena actuaci¨®n del Gewiss.

El entorno de Indur¨¢in mostr¨® satisfacci¨®n con el resultado. El tercer puesto es la mejor clasificaci¨®n de Banesto en esta prueba y los dos equipos que le han superado hab¨ªan preparado muy especialmente la contrarreloj de ayer. La experiencia les dicta que las diferencias que se obtienen en este tipo de etapas nunca resultan decisivas. Solamente Rominger tiene derecho a sentirse un desgraciado, porque siempre debe interpretar el papel de v¨ªctima. Indur¨¢in acostumbra a poner la general al d¨ªa en la primera contrarreloj, un detalle que no conviene olvidar.

Berz¨ªn sac¨® provecho de un trabajo que no es propiamente suyo, pero la extraordinaria actuaci¨®n de su equipo, que roz¨® una media de 55 kil¨®metros a la hora (54,943), le sirve para reparar los da?os de la pr¨®logo. Berzin disfruta ahora de una situaci¨®n f¨¢ctica porque los 23 segundos de ventaja de que dispone ante Indur¨¢in est¨¢n siendo interpretados desde la perspectiva del Giro de 1994 sumada a su condici¨®n de debutante en el Tour. Muchos especialistas concluyen que si Berzin es el de aquel entonces, puede maniobrar frente al espa?ol. El factor inc¨®gnita desvirt¨²a todos los pron¨®sticos porque tambi¨¦n ha de considerarse que el Indur¨¢in de hoy no tiene por qu¨¦ ser el del Giro de 1994. De hecho, Indur¨¢in no acostumbra a ser el mismo en el mes de junio que en el mes de julio. El debate, en cualquier caso, a?ade aliciente a la carrera y enturbia la guerra informativa que provocan todos los equipos.

La guerra informativa tiene mucho que ver con la propaganda. Unos dicen que Rominger est¨¢ muy bien y otros que va demasiado escondido, que se ha relajado tras su victoria en el Giro y no acaba de curar un catarro. Unos dicen que Berzin alcanzar¨¢ su plenitud en este Tour y otros que se le ve demasiado nervioso y que sufrir¨¢ mucho con el calor. De Z¨¹lle todos apuntan que fallar¨¢ un d¨ªa y de Jalabert que no podr¨¢ con la alta monta?a. S¨®lo dos corredores se salvan: Pantani (ayer perdi¨® 2.12 minutos respecto a Indur¨¢in) y, por supuesto, Indur¨¢in. Con Indur¨¢in nadie se atreve. Todos saben que hablar¨¢ el pr¨®ximo domingo, as¨ª que mejor esperar al contenido de su discurso.